Buscarle novia a PRC, tras el portazo de Vale, ha sido la obsesión del gobierno nacional, que en un primer amague intentó endosarle el activo a YPF.
Frustrada la intentona, el gobernador mendocino, Francisco Pérez, ha devorado millas por Asia y América del Norte tras un interesado para el gran activo que dejó arrumbado la brasilera después de haber hecho movimientos de suelos e infraestructura porturia en Bahía Blanca por más de US$ 4.000 millones.
Nada dice la información acerca del gran tema que hoy condiciona la reanudación del gigante mendocino: el alicaído precio del potasio en el mundo.
Expertos diversos han asegurado que, el diseño mega que imaginó Rio Tinto y continuó la brasilera, hoy sería inviable, dada la ecuación de costos y beneficios en un mercado que estalló por los aires cuando canadienses, rusos y bielorrusos rompieron la cartelización de precios, desencadenando la llamada "potash war"
Una empresa japonesa se habría visto interesada en reflotar el proyecto parado desde hace un año y medio. También hay una propuesta para la construcción del paso Binacional Bicentenario.
El arreglo de la Nación con el club de París puso contento a más de uno en la casa Rosada, pero también en la casa de Gobierno de Mendoza. Esto se debió a que trascendió que en el arreglo habría dos proyectos en tierras mendocinas que habrían influido para que se llegara a un acuerdo.
El primero tiene que ver con el proyecto de Potasio Río Colorado en Malargüe. La mina, parada desde hace más de un año luego de que la empresa brasileña anunciara que iba a dejar los trabajos a raíz de cambios en la cotización del mineral y el rechazo del gobierno nacional a algunas condiciones que exigía la empresa, podría reactivarse luego de que la empresa japonesa Marubeni se mostrara interesada en intervenir.
La noticia cayó muy bien en el gobierno provincial, donde saben que las cifras de desempleo han aumentado y muchos le apuntan a que Vale empleaba a alrededor de 2 mil empleados.
Pero eso no es lo único, ya que también apagaría un conflicto con los ex trabajadores que hace unos días estuvieron en la legislatura provincial para pedir que se extendiera el subsidio que la provincia les entrega y que comenzó a abonar cuando Vale decidió cerrar las puertas y poner en venta sus acciones sobre el yacimiento de Potasio.
En tanto, según el diario Página 12, el consorcio -también japonés- Mitsubishi, se podría hacer cargo de la construcción del paso Binacional Bicentenario, que uniría Mendoza con Chile.
El proyecto, que lleva varios años en danza y que se ha visto caído por falta de financiamiento, fue reflotado hace algunas semanas en una reunión entre las presidentas Cristina Fernández y Michelle Bachelet.
Para esta oportunidad, la empresa japonesa presentó una propuesta para asumir la obra y aportar el financiamiento del proyecto, que demandaría alrededor de 7 mil millones de dólares.
Marubeni es un consorcio japonés con intereses en diversos sectores de la economía mundial, entre ellos la minería. Hace tres meses, el gobernador de Mendoza, Paco Pérez, se reunión con directivos de la corporación junto a la ministra de Industria, Débora Giorgi, con la intención de tentarlos con las potencialidades del yacimiento Potasio-Río Colorado, abandonado por la minera brasiñela Vale a principios del 2013.
En su momento la decisión de Vale, fue un shock para la provincia y el país, teniendo en cuenta que la inversión prevista superaba los 10.000 millones de dólares con participación de varias provincias. Ahora, con el acuerdo del Gobierno nacional con el Club de París –que integra Japón-, Paco Pérez cree posible que la firma nipona reciba el financiamiento para desembarcar en la Argentina.
De todas maneras, si avanza el acuerdo, Marubeni debería ponerse de acuerdo con Vale que tiene la concesión del yacimiento por 4 años más.
“Hace tres meses nos reunimos con la ministra Giorgi con gente de Marubeni, para interesarlos en Potasio-Río Colorado. Ahora, con el problema del Club de París destrabado, podría tener más posibilidades de obtener financiamiento en su país (Japón) y sentarse a dialogar con Vale. Nosotros facilitaremos esas gestiones”, detalló Pérez este lunes.
El conflicto con Vale
En su momento, por el alza en los costos y la negativa por parte del Gobierno nacional de brindarle beneficios impositivos, Vale decidió paralizar las obras del yacimiento, en un 60%, y despedir a más de 5.000 empleados, además de dejar de utilizar los servicios que empresas locales le brindaban.
Luego se conoció que Vale tenía problemas graves con el fisco brasileño, que le reclama unos 10.000 millones de dólares en impuestos impagos desde finales de la década del 90. Este fue el argumento que esgrimió Pérez para explicar por qué la paralización, minimizando los reclamos de la empresa.
No obstante, aún Vale tiene la concesión del yacimiento, que caduca en el 2018. Es por eso que Pérez debe conseguir un socio para Vale que financie la operación. De otra manera debería comenzar un largo y desgastante proceso judicial para quitarle la concesión.
Conocido el supuesto interés de Marubeni –hasta ahora los disrectivos nipones no hablaron del tema-, el presidente de la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros, Mario Chabert, afirmó que la noticia “es auspiciosa para la actividad”.
El acuerdo del Gobierno con el Club de París que generó entusiasmo en distintos sectores de la actividad económica también podría revivir el proyecto minero Potasio Río Colorado en Malargüe, Mendoza. Ayer, el gobernador Francisco Pérez confirmó el inicio de las conversaciones con la corporación japonesa Marubeni, interesada en darle continuidad al ambicioso proyecto que prometía la generación de más de 5.000 empleos en la provincia y que quedó suspendido hace un año por cambios en la cotización del mineral y el rechazo del Gobierno nacional a algunas condiciones que exigía la empresa brasileña.
"Nos reunimos hace tres meses con el representante de la corporación japonesa Marubeni y con la ministra Débora Giorgi. También otra posibilidad es con Río Tinto, ya me reuní con el arquitecto que es el diseñador original de Río Tinto y que está trabajando con Vale, para ofrecer una nueva expertiz, quizás de menor volumen, pero que le dé mayor eficiencia al proyecto", indicó Pérez aunque no precisó si se trataría de corporaciones socias de Vale o que comprarían la concesión.
A partir de la decisión de la compañía de suspender la inversión en Mendoza, el Gobierno de la provincia inició una serie de gestiones directas para reactivar el proyecto valuado en u$s 10.000 millones.
La Corporación Marubeni habría sido uno de los grupos que respaldó a Argentina en la negociación por el default. La concesión del potasio malargüino aún está en manos de la brasileña Vale.
La trama que llevó al acuerdo de Argentina con el Club de París tuvo un importante participación de corporaciones que tienen intereses en el país a o apuntan a tenerlos. En este último caso estaría la Corporación japonesa Marubeni, la cual –según consignó ayer el diario Página/12– apuntaría a reactivar el proyecto Potasio Río Colorado en el departamento de Malargüe.
De acuerdo con lo publicado por el medio cercano al Gobierno nacional, “Marubeni accedería a contratos para proveer a empresas chinas que harían rentable el proyecto”. Sin embargo, para que esa situación fuera posible, primero, Argentina debía lograr un acuerdo por el default, porque de esta forma podría acceder a financiamiento de la banca de desarrollo japonesa. Los montos que consideraría la corporación serían de más de 5.000 millones de dólares.
La concesión del potasio malargüino aún está en manos de la brasileña Vale, que se retiró de la provincia en enero del 2013 por inconvenientes financieros y diferencias al no conseguir las facilidades que esperaba. Una de la forma de reactivar ese emprendimiento es a través de una sociedad, que es a lo que apuntaría la firma y también la intención del Gobierno provincial.
Días antes de viajar a Londres, el mismo gobernador Francisco Pérez se refirió a la situación de la concesión y la posibilidad de reactivar el proyecto. “Es posible, bueno, hay que establecer contactos con algunos accionistas que quieren invertir en este proyecto, que creen en este proyecto y que están en conversaciones con Vale. Estamos trabajando en dos acciones con el Gobierno de Brasil y algunas empresas de ese país, uno tiene que ver con el tema de Vale y el otro por la firma del contrato de Los Blancos”, señaló.
Asimismo, recalcó: “Nos parece que ese es el proyecto con mayor envergadura, un proyecto que llegó a tener una inversión de 1.200 millones de dólares en la planta, que está a 60% de su conclusión”.
De esta forma, y de acuerdo con la información que se conoció tras el acuerdo con el Club de París, apareció el nombre de la gigante japonesa como una de las interesadas en reactivar un proyecto que, tras su detención, generó un fuerte impacto económico y social.
Sin embargo, hasta ahora no se conocen mayores detalles de la posibilidad, sobre todo porque, según especialistas del sector minero, las firmas suelen mantener todo en secreto para que no haya ningún efecto en la bolsa y los mercados bursátiles. No se sabe si apuntaría a ser socio de Vale o a lograr algún tipo de acuerdo para hacerse cargo completamente del proyecto.
Asimismo, en diálogo con El Sol, el ministro de Energía, Marcos Zandomeni, se refirió a los problemas financieros que tiene Vale pero se limitó a decir que no hay información oficial ni extraoficial sobre la incursión de Marubeni.
UN GIGANTE QUE ENTUSIASMA.
La Corporación Marubeni es una gigante japonesa que tiene negocios en los sectores de alimentos, productos químicos, energía, maquinaría para el transporte, infraestructura para energía y metales y recursos minerales, entre otros.
Ante la posibilidad de que se reactive el proyecto en el Sur de la provincia, los empresarios manifestaron su esperanza de que así sea y, especialmente, que lo haga una potencia mundial de la industria.
Mario Chabert, presidente de la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros (Camem), dijo: “Hasta ahora sólo sabemos lo que hemos escuchado por la prensa. Lo que sí sabemos es que Vale está buscando socios. Si es que fuera Marubeni, una de las grandes del mundo, sería un buen socio”.
El representante recordó que, por ahora, Vale tiene un período de cuatro años durante los cuales puede mantener la concesión sin hacer inversión alguna, por lo que sería importante que se sumara una corporación como la japonesa para poner en marcha de nuevo Potasio Río Colorado.
“Sería extraordinario que llegara Marubeni, por lo que es el proyecto, en el cual confiamos plenamente”. dijo Chabert, e indicó, además: “Lo del Club de París es bueno en el contexto general porque se muestra que se están haciendo las cosas como a nosotros nos gustaría que se hagan. No tener deudas, generar más confianza. Yo creo que todo suma”.
El gobernador mendocino, Francisco Pérez, aseguró que la Corporación japonesa Marubeni está interesada en continuar con el proyecto Potasio Río Colorado que abandonó la brasileña Vale el año pasado.
El mandatario provincial confirmó que los empresarios asiáticos podrían reactivar el megaemprendimiento y que para su análisis, se le ofreció a la empresa toda la información de la inversión en detalle, hasta dónde llegó el proyecto, cuál es la capacidad de producción, cuáles son las reservas comprobadas y la posibilidad de extenderse a 80 años la reserva de potasio.
La forma que puede tomar la negociación dependerá de las condiciones que quiera establecer Vale, según una nota publicada por el sitio web del diario Los Andes de Mendoza.
Según Pérez, las opciones van desde la posibilidad de que Vale venda la concesión o que ambas compañías se conviertan en socias para avanzar con el plan. El jefe del Ejecutivo mendocino hizo estas declaraciones en el hospital Ramón Carrillo de Las Heras.
Brasil. un gran productor agropecuario, importaba cerca del 90% de su consumo de potasio, usado como fertilizante, cuando abandonó el proyecto de Río Colorado.
En ese momento, la compañía aseguró que la decisión respondía a los problemas que le ocasionó el nivel del tipo de cambio, los impuestos, la inflación y las cuestiones regulatorias. Pero la cancelación de la construcción de su proyecto de u$s 6.000 millones de inversión también pudo responder a la coyuntura internacional de la actividad minera.
A poco de su salida del proyecto mendocino, la brasileña anunció una inversión similar en Brasil. También dijo que consideraba la venta de su activo en la Argentina, o el ingreso de un socio.
Desde entonces, el gobernador mendocino puso el ojo en los capitales asiáticos, que insiste en que están interesados en el proyecto.
La Corporación Marubeni es una de las principales compañías japonesas y se especializa en comercialización en las áreas de energía, química, minería y metales, infraestructura, proyectos de electricidad, maquinaria industrial, logística, finanzas y tecnología de la información. Tiene presencia en Latinoamérica a través oficinas en México, Argentina, Brasil, Colombia, Perú, Venezuela y Guatemala. La firma, creada en 1949, tiene su sede en Tokio, Japón.
Por Darío Gannio
La agencia de inversiones estatal de Japón, una de las dos naciones del Club de París a las que más le debe Argentina, se mostró interesada en llevar adelante proyectos en el país tras la cancelación de la deuda con el grupo de acreedores, aunque todavía no tiene el visto bueno de los dos gobiernos, que tendrán que esperar a que se formalice el acuerdo. El organismo financia en toda América Latina obras de infraestructura, con créditos blandos al 1% y a un plazo de 20 años. Además, empresas privadas niponas que operan localmente, como Toyota, ya empezaron a estudiar el pedido de préstamos.
“Nos interesaría ampliar nuestra cartera de inversiones en el país”, dijo a BAE Negocios el vice-representante de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), Juan Carlos Yamamoto. Se trata de un departamento 100% estatal que se encarga de financiar obras de infraestructura en todo el mundo y que cuenta con una oficina en Argentina. Sin embargo, como el país suspendió en 2001 los pagos de la deuda de más de u$s 2.200 millones con Japón, la filial de la agencia, situada en el microcentro porteño, estuvo imposibilitada de proponer proyectos y en los últimos años solo llevó adelante programas de cooperación técnica.
Ahora, con el acuerdo rubricado el miércoles pasado en Francia por el ministro de Economía, Axel Kicillof, la JICA podría volver a invertir en Argentina. Para eso, Kicillof deberá firmar acuerdos bilaterales con los 19 miembros del Club de París (sería solo un paso burocrático) antes de realizar la primera parte del pago inicial, que sería en julio, por 650 millones de dólares. Solo así, el gobierno japonés podría autorizar a JICA para dar créditos.
Según apuntó Yamamoto a este medio, JICA provee financiamiento en casi toda la región (a excepción de Chile) a tasas bajas y plazos largos. Como Argentina entra en la categoría de “Highest-Middle-Income Countries”, un potencial préstamo tendría una tasa de interés cercana al 2% y sería a 15 años, con 5 de gracia. En las negociaciones también entra el acercamiento de empresas de capitales japoneses para las construcciones de caminos, puentes, vías ferroviarias, entre otros. La semana pasada, tanto la presidenta, Cristina Fernández, como Kicillof dijeron que el país solo se endeudaría para este tipo de obras.
Si bien en Japón todavía miran de reojo al país por las trabas a las importaciones y por las dificultades para girar utilidades, el interés por Argentina empezó a crecer a partir del año pasado. Es que los gobernantes de la nación oriental consideran que ya perdieron varios negocios en el país en manos de China, como el de los recambios de coches de los ferrocarriles y las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner.
También desde el sector privado esperaban la cancelación de la deuda de u$s 9.700 millones con el Club de París para poder pedir créditos más baratos a sus países.
Desde el equipo de Kicillof admitieron que, en el caso japonés, Toyota avisó que tras el acuerdo quedó habilitada para financiarse a través del Japan Bank for Internacional Cooperation (JBIC), como adelantó este diario la semana pasada. La nipona Mitsubishi también se mostró interesada en el litio y hasta visitó Vaca Muerta en Neuquén.
Tanto el JBIC, que presta a los privados, como JICA, que presta a los soberanos, son desprendimientos del Ex-Im-Bank.
Trabas al comercio, punto clave
Según JICA, actualmente Japón importa más del 90% de sus recursos naturales (petróleo, gas natural y el 60% de sus alimentos. “El comercio con los países en vías de desarrollo representa aproximadamente el 60% de las importaciones el 40% de las exportaciones, lo que convierte a estos países en socios indispensables para Japón”, dice un informe de la Agencia de Cooperación Internacional.
Por esta razón, el país oriental se acerca a los países de tres formas: con donaciones, con préstamos y con cooperación técnica. Esta última es la única vía que utilizó JICA en los últimos años para participar en Argentina.
Sin embargo, la política de la agencia es que, mientras mejor sea la economía de un país, se reduzcan las asistencias, por lo que la cooperación de profesionales ha ido disminuyendo.
Las formas de cooperación que se han aplicado en el país, principalmente a través del INTI y del INTA, fueron el envío de expertos, la aceptación de personal para su capacitación y la cooperación a través de la participación ciudadana.