En una entrevista al diario Tiempo Argentino, el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA) destacó el llamado llamado de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, a la unión de los sectores del trabajo y la producción para un acuerdo nacional. Consultado sobre las prestectivas que se abren luego del acuerdo con el Club de París y la confluencia con los BRICS, el presidente de la UIA dio sus impresiones.
En un mensaje a sus colegas empresarios sostuvo que sus pares "tienen que aceptar que el interés general es más importante que el individual y el Estado debe velar por el interés general". Sobre el diálogo que convocó la Presidenta sostuvo que "ningún dirigente que se precie de tal puede hacer oídos sordos a una convocatoria de la presidenta en esa dirección".
Sin embargo, en una misiva al Gobierno, afirmó que "hace falta un ajuste, se podría criticar el hecho de que podría haberse realizado antes, pero no quiero pasar ninguna factura". "No me llevo muy bien con la presidenta porque a veces digo cosas que no le gustan, pero digo lo que tengo que decir y trato de apoyar", agregó.
–¿Qué sectores considera que están interpelados en el llamado a la Unidad Nacional desde el punto de vista político y de los representantes sectoriales?
–Ningún dirigente que se precie de tal puede hacer oídos sordos a una convocatoria de la presidenta en esa dirección. No es un problema político sino de convivencia y de mejora de las condiciones de vida para todos los ciudadanos.
–¿Sobre qué programa económico debe desenvolverse?
–La presidenta debe tener los cinco o diez temas fundamentales. Cada uno deberá colaborar en esa dirección desde el lugar que le toca. Nosotros hablaremos con los empresarios y veremos a qué es a lo que hay que renunciar. Una de las claves para la unidad nacional es entender que no existe acuerdo posible si nadie está dispuesto a renunciar a algo. La renuncia también incluye al Estado porque si el Estado me pide sacrificios y no los hace en su propia administración no sería ético.
–Detrás de la idea de renuncia está la idea de ajuste… ¿Cuáles son los problemas económicos que identifica?
–Hace falta un ajuste. Se podría criticar el hecho de que podría haberse realizado antes, pero no quiero pasar ninguna factura. Lo que importa es saber qué es lo que se necesita en este momento y trabajar en función de eso.
–Usted apoyó la sanción de la Ley de Trabajo Registrado… Ahí renuncia el Estado, los trabajadores ¿y ustedes?
–Lo que no nos pueden pedir es que a uno lo castiguen por una falta al igual que el que tiene 100 mil faltas. Nosotros somos los que más aportamos a los salarios dignos y con protección. La industria es la que menos gente en negro tiene. No es un mérito, tiene que ver con las características del sector, estamos dispuestos a colaborar en el blanqueo. Para nosotros el trabajo en negro es una competencia desleal.
–Las medidas que se tomaron de enero a esta parte (la devaluación y la suba de tasas) ¿han sido correctas, precisan de una corrección?
–Han ido en el sentido correcto. Hay que darle un voto de confianza a los que están al frente y apoyar las medidas que toman. No es fácil. Los ajustes son siempre tragos amargos. Los empresarios tienen que aceptar que el interés general es más importante que el individual y el Estado debe velar por el interés general. Si el Estado decidió esto es porque sino se hubiera complicado la situación.
–¿Considera que la tasa de interés actual es compatible con las necesidades de la producción?
–No. No es compatible. Pero las variables tienen vasos comunicantes. Yo no puedo apretar por un lado si la próxima no lo hago por otro. Si apreto por los dos lados al mismo tiempo explota la cañería. Se va negociando. La tasa de interés es muy alta para los empresarios.
–¿Las medidas de estímulo como el Fondear, o la LCIP sirven para equilibrar esos defasajes?
–Claro. Es la manera de buscar los caminos haciendo todo menos doloroso. Si el Estado considera que hay cosas que hay que cambiar porque el mecanismo anterior no da para más está bien que lo haga y cada sector verá cómo en un trabajo mancomunado podrá ir corrigiéndolo.
–¿Y las paritarias cómo encajan?
–Lo que digo lo hago desde el lugar del empresario. No me pueden criticar por eso porque es mi lugar cómo el de los sindicalistas es reclamar más. Yo estoy obligado a decir que acá vale diez, en Uruguay vale cinco, en Chile vale cuatro y en Brasil vale tres. Estoy obligado porque si los costos son altos no podemos competir. Los salarios han obtenido un crecimiento muy importante y en buena hora. Si hay que hacer ajustes, a todos nos toca. El ajuste que menos voluntad veo es el del Estado.
–¿Por dónde debería producirse? ¿Por los subsidios?
–No, creo que tienen que revisar sus costos. Pero primero tenemos que saber dónde estamos parados porque si no dan los números, hay que ver qué es necesario y qué no. El Estado está perdido. Analicemos que es lo que se puede revisar. No digo que haya que sacar subsidios. Es necesario transparentar.
–¿Y esa mejor administración debiera traducirse en una menor presión tributaria sobre el sector empresario?
–No. Sobre los trabajadores, sobre el impuesto a las ganancias.
–¿En el empresariado hay homogeneidad a la hora de acompañar un proceso de unidad nacional con el liderazgo de la presidenta?
–El tema es dialogar. Los empresarios son absolutamente permeables. ¿Quién quiere que le vaya mal al país? Sólo una mala persona. Necesitamos el sacrificio de todos, la presidenta merece este apoyo. No se debe politizar. No me llevo muy bien con la presidenta porque a veces digo cosas que no le gustan, pero digo lo que tengo que decir y trato de apoyar. El llamado no lo hizo una kirchnerista, ni una camporista o una peronista. Lo hizo la presidenta cuya responsabilidad es mayor que la de todos nosotros.
–Cristina dijo que la unidad nacional no debía ir para atrás….
–Está bien porque si no empezamos con el revisionismo. No quiero la Argentina de hace diez años. Quiero una Argentina para adelante.
-¿Qué valoración hace del rumbo hacia los mercados financieros?
Los técnicos encargados han considerado que es necesaria. Yo no soy economista, si es lo que decidieron los que saben de esto y están al mando, yo acompaño.
La ministra de Industria Débora Giorgi replicó hoy los dichos del presidente de la Unión Industrial Argentina, Héctor Méndez, quien había manifestado que "hace falta un ajuste" en la economía. La funcionaria replicó: "Me parece un poco no lógico el razonamiento" porque los subsidios son "uno de los factores que hacen a la competividad de la industria".
Por su parte, en la misma línea que Giorgi, el secretario de Política Económica, Emmanuel Álvarez Agis, se preguntó: "¿Quién va a comprar los productos de la industria si el Gobierno hace el ajuste que muchos reclaman?".
Méndez afirmó en una entrevista publicada hoy por el diario Tiempo Argentino que "hace falta un ajuste" en materia económica, y acotó: "No digo que haya que sacar subsidios". Y señaló "es necesario transparentar".
Consultada por los dichos del titular de la UIA, Giorgi enfatizó que los subsidios a los servicios públicos y al transporte son "uno de los factores que hacen a la competitividad de la industria",
En declaraciones a radio Nacional Rock manifestó: "El monto de subsidios que llegan a las familias argentinas para pagar sus distintas cuentas de servicios públicos o abaratar el costo del transporte indirectamente o más bien directamente está beneficiando a los industriales porque sino la gente reclamaría más salario".
"LA POSICIÓN DEL GOBIERNO ES CLARA"
En tanto, Álvarez Agis recalcó: "La posición del Gobierno frente a las políticas de ajuste está bien clara, porque sinceramente no entiendo a quien benefician. El titular de la UIA debería preguntarse quién va a comprar los productos de la industria, autos, alimentos, ropa, si el Gobierno hace el ajuste que muchos reclaman", retrucó.
Aunque Méndez había aclarado que no reclamaba recortar subsidios, Álvarez Agis respondió: "Sobreentiendo que cuando el titular de la UIA habla de quitar subsidios, habla de quitar subsdios a los consumidores, no a los industriales que pagan el gas más barato, la energía más barata, el combustibles más barato, y eso ha sido un factor de competitividad durante estos diez años".
La ministra de Industria Débora Giorgi replicó hoy los dichos del presidente de la Unión Industrial Argentina, Héctor Méndez, quien había manifestado que "hace falta un ajuste" en la economía. La funcionaria replicó: "Me parece un poco no lógico el razonamiento" porque los subsidios son "uno de los factores que hacen a la competividad de la industria".
Por su parte, en la misma línea que Giorgi, el secretario de Política Económica, Emmanuel Álvarez Agis, se preguntó: "¿Quién va a comprar los productos de la industria si el Gobierno hace el ajuste que muchos reclaman?".
Méndez afirmó en una entrevista publicada hoy por el diario Tiempo Argentino que "hace falta un ajuste" en materia económica, y acotó: "No digo que haya que sacar subsidios". Y señaló "es necesario transparentar".
Consultada por los dichos del titular de la UIA, Giorgi enfatizó que los subsidios a los servicios públicos y al transporte son "uno de los factores que hacen a la competitividad de la industria",
En declaraciones a radio Nacional Rock manifestó: "El monto de subsidios que llegan a las familias argentinas para pagar sus distintas cuentas de servicios públicos o abaratar el costo del transporte indirectamente o más bien directamente está beneficiando a los industriales porque sino la gente reclamaría más salario".
"La posición del Gobierno es clara"
En tanto, Álvarez Agis recalcó: "La posición del Gobierno frente a las políticas de ajuste está bien clara, porque sinceramente no entiendo a quien benefician. El titular de la UIA debería preguntarse quién va a comprar los productos de la industria, autos, alimentos, ropa, si el Gobierno hace el ajuste que muchos reclaman", retrucó.
Aunque Méndez había aclarado que no reclamaba recortar subsidios, Álvarez Agis respondió: "Sobreentiendo que cuando el titular de la UIA habla de quitar subsidios, habla de quitar subsdios a los consumidores, no a los industriales que pagan el gas más barato, la energía más barata, el combustibles más barato, y eso ha sido un factor de competitividad durante estos diez años"