Con la adquisición de maquinaria, tecnología y capacitación profesional que se ha logrado a través de los acuerdos con China y la inversión de 2,5 millardos de dólares, Petróleos de Venezuela ha logrado 50% de su autonomía en materia de servicios petroleros, afirmó Rafael Ramírez, ministro de Petróleo y Minería. El otro 50% se trabaja con los privados.
Desde San Tomé aseguró que en el informe financiero que se presentará esta semana se constata que se cancelaron 34 millardos de dólares.
“Con estos equipos estamos obteniendo un ahorro a través de la autonomía en muchas de estas actividades fundamentales para la producción petrolera”.
Ramírez señaló que hay 380 taladros operativos, de los cuales 220 están en la faja Petrolífera del Orinoco y 126 son adquisiciones del acuerdo con China.
Además, se compraron 167 equipos de servicio especializado de pozo para perforación direccional, segmentación, tuberías continuas y unidades hidráulicas. También se tienen 1.156 equipos para garantizar la movilización, transporte y logística de los equipos de perforación. “La meta estratégica es de 6 millones de barriles diarios para 2019, de los cuales 4 millones de barriles diarios se producirán en esta zona”.
Informó que han logrado incrementar la conexión de 60 pozos a 80 pozos al mes.
“Se ha hablado con el sector privado para que se venga a trabajar con nosotros en las instalaciones que estamos haciendo. De allí viene el concepto de distritos motores de desarrollo donde se están brindando las facilidades para que todo el sector vinculado a la industria nos acompañe en el esfuerzo de desarrollar todas esta provincia petrolera con 1,2 millones de barriles de petrolero original en sitio y más de 272.000 millones de barriles que pueden ser extraíbles con un factor de recobro de 20%”.
Se refirió a las zonas económicas especiales donde habrá administración y gestión del tema económico vinculado a la actividad petrolera, con el objetivo de “atraer los capitales internacionales y para que se lleve a cabo el esfuerzo logístico que facilitará toda la actividad de producción”.
Acosado por una asfixiante crisis de liquidez, el régimen de Nicolás Maduro opta por incrementar aceleradamente el ya sobredimensionado endeudamiento de la estatal PDVSA para tratar de contener la aguda escasez de productos, pero analistas advirtieron que la medida solo brinda alivio de corta duración y que no evitará el temido colapso de la economía venezolana.
Los expertos advirtieron que la incapacidad de Maduro de adoptar las correcciones necesarias para compensar la crisis de la moneda dura está conduciendo a la economía nacional inexorablemente hacia un desplome total, lo que podría agravar en los próximos meses los problemas políticos que enfrenta el régimen.
“Maduro está sentado sobre una bomba de tiempo social”, comentó desde Caracas Orlando Ochoa, profesor de Economía de la Universidad Católica Andrés Bello.
“Al irse creando la parálisis económica, se irán creando e incrementando las condiciones para un estallido. La inflación está erosionando los ingresos [de la población], mientras que la destrucción masiva de empleos y el desabastecimiento está incrementando el descontento”, agregó.
El problema es que la economía venezolana, pese a gozar de una enorme renta petrolera, se ha quedado sin dólares para cubrir las necesidades más básicas de la población, explicó José Guerra, profesor de Economía de la Universidad Central de Venezuela.
“No hay dólares. No tienen dólares y la única manera de sacar dólares de manera inmediata es a través del endeudamiento”, comentó.
LA DEUDA DE PDVSA
El problema central es que la única manera de hacerlo es incrementando aún más la ya abultada deuda de Petróleos de Venezuela.
Según el diario El Universal, PDVSA ha emitido cerca de $9,500 millones en bonos en los últimos meses en un intento del régimen por obtener los dólares que necesita para destrabar a la economía y contener una escasez de productos que alcanza niveles nunca antes vistos.
En el más reciente anuncio, a mediados de este mes, la empresa estatal dijo que emitirá $5,000 millones de bonos en dólares a la banca local, lo que lleva la deuda total de la compañía a $48,300 millones.
Pero a ese total hay que sumarle los nuevos préstamos directos con las compañías petroleras con las que opera, incluyendo un recién anunciado crédito de $2,000 millones con la rusa Rosneft y otro de igual monto con las empresas prestadoras de servicios Schlumberguer, Wheatherford y Halliburton.
Adicional a todo esto, la empresa estatal adeuda varios miles de millones a otras empresas que le prestan servicios.
Aunque los bonos anunciados este mes serán vendidos por PDVSA, la emisión no busca financiar las operaciones de la estatal petrolera sino verter dólares sobre el sector privado para que comience a destrabar las importaciones del país, en momentos en que la mayoría de los venezolanos pasan horas haciendo cola todos los días para poder ingresar a mercados con anaqueles vacíos.
Pero las operaciones de endeudamiento no corrigen el problema de fondo de la economía venezolana, el colapso del modelo “petropopulista” implementado por el fallecido Hugo Chávez, comentó Guerra.
Lo que se está haciendo con el endeudamiento excesivo es crear futuros problemas para PDVSA, que es el único componente de la economía venezolana que aún opera, explicó.
“Están quemando la nave. Están endeudados por todas partes y no les queda más que endeudarse más porque no se pueden pagar los alimentos con bolívares [debido a la abrupta caída de la producción nacional], necesitas utilizar dólares para hacerlo”, dijo.
AFERRADO A UN MODELO
Según Ochoa, Maduro ha demostrado que es incapaz de hacer frente a los graves problemas económicos del país, cuya solución pasa inexorablemente por una profunda reestructuración económica para dejar de lado el modelo implantado por el chavismo.
“Si el gobierno de Maduro fuera realmente a enfrentar esto, no lo podría hacer solo buscando una forma de ingeniería financiera. Lo que el país necesita es una restructuración económica de fondo”, dijo Ochoa.
“Pero Maduro no solamente no tiene la voluntad política, sino que no tiene los recursos humanos calificados para hacerlo, ni tampoco el apoyo político de su sector militar y su sector de izquierda”, agregó.
La opción empleada por el régimen es la de salir a buscar dinero prestado, lo que no solo es “pan para hoy y hambre para mañana”, sino que también empeora las condiciones para una eventual corrección de la economía, señaló.
Y al mismo tiempo, el camino tomado por Maduro también sienta las bases para el colapso político del propio régimen, que aparentemente tendrá que ocurrir para que después el país comience a tomar las medidas que se necesitan para solucionar el desastre que está creando, dijo Ochoa.
“Se está esperando que la crisis llegue a un punto tal de postración extrema, que obligue a crear una salida política para luego intentar arreglar esto”, comentó.