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OPINIÓN PÚBLICA
Escribe Cussianovich: Vaca Muerta, Expectivas y Medio Ambiente. La Encuesta completa de Poliarquía
30/05/2014

Vaca Muerta: expectación económica y preocupación ambiental en la cabeza de los argentinos.

Poliarquía.

(Por Ernesto Cussianovich) ¿Cuál es la expectación económica y preocupación ambiental en la cabeza de los argentinos sobre la gran promesa de los hidrocarburos no convencionales?.

El reciente estudio nacional de opinión pública Percepciones sobre el yacimiento Vaca Muerta ofrece algunas aristas interesantes sobre el interés y el nivel de conocimiento de la gente en relación con el ambiente. Pero también algunas pistas muy sugestivas sobre las expectativas de la población en relación a la explotación y el usufructo de los recursos naturales en el país. En ese sentido, Vaca Muerta con seguridad marcará un punto de inflexión crucial en los análisis sobre la vinculación entre la preocupación de los argentinos por el futuro del ambiente y la preocupación por su propio futuro económico.

Por lo que hemos observado, ni uno ni otro están hoy alejados del radar del interés de la gente. Sabemos que más del 85% de la población en el país reconoce estar preocupada por el cuidado ambiental, a pesar que sabemos que se trata de una preocupación quizás muy “políticamente correcta”. Por otro lado, según observamos en nuestra encuesta, un 63% de la gente, a lo largo y ancho del país, afirma conocer Vaca Muerta, al mismo tiempo que un 24% asegura además que “sabe mucho y bastante” sobre esta formación de recursos no convencionales.

El estudio revela que hay en la población una cierta inquietud por el factor ambiental, al mismo tiempo que una mirada deseosa sobre un recurso cuya explotación cree que tendrá un impacto directo en sus vidas. Prevalece una tensión que obliga a preguntarse sobre cuánto de la ansiedad de la gente por su situación económica en la corta duración, puede llegar a reducir sus dudas sobre el destino del ambiente en la larga duración. Es decir, cuánto del homo economicus que llevamos dentro puede vencer al homo ecologicus, más políticamente correcto y, con frecuencia, más exteriorizado en nuestra vida pública.

 Cussianovich: "la asociación del ambiente con el peligro o la negligencia, está produciendo distanciamiento y hasta cansancio en una población"

 

Hoy en día, el interés por la situación del ambiente en el país genera más preocupación que información o conocimiento. Esto es así porque hay efectivamente más datos disponibles sobre este tema, aunque se trata –hay que decirlo- de datos excesivamente cargados de conceptos y contenidos vinculados al riesgo, la incertidumbre o el descuido. Esto puede ser muy efectivo a la hora de alertar sobre la falta de atención sobre el ambiente, no obstante quizás desacertado si lo que se busca es crear una mayor conciencia sobre la importancia de la concordancia entre desarrollo y la sustentabilidad.

De manera que la asociación del ambiente con el peligro o la negligencia, está produciendo distanciamiento y hasta cansancio en una población bombardeada con información ecológica de todo tipo. Esto incluye información sobre campañas para salvar especies animales en extinción, noticias sobre catástrofes naturales o publicidad sobre productos verdes. Una situación que para muchos se ha tornado fatigosa y que en algunos países ha generado incluso lo que se define como una “eco fatigue” o una “environmental anxiety” de la población.

Entonces sucede que entre la letanía, la desidia y la confusión en la información sobre la situación ambiental en el país, aparece en escena la información y los potentes datos sobre la creación de valor de Vaca Muerta. Una formación que además de contar con un nombre más que apropiado (en términos de su comunicación), se perfila como grandioso, respetable y por supuesto muy lucrativo. La salvación o casi bendición que está generando muchas expectativas económicas en la población, aunque todavía con muy pocos resultados visibles que, no obstante, han sido suficientes para resquebrajar el más firme respeto y preocupación por el ambiente. En una mirada más terrenal, Hugh Bronstein de Reuters dijo que Argentina won the lottery with Vaca Muerta.

En esta tensión entre el “homo economicus” y el “homo ecologicus”, nos encontramos entonces con que de las dos terceras partes de la población que asegura conocer Vaca Muerta, un 54% afirma que este yacimiento puede producir daño al ambiente (un 33%, afirma que será poco, mientras que como contrapartida, y siempre examinando el mismo universo, un 65% está de acuerdo con que se extraigan recursos (petróleo y gas). En este punto, solo un 21% está en desacuerdo con la extracción y un 14% restante todavía “no sabe, ni contesta”.

Por otro lado y siempre dentro de los dos tercios de la población que han escuchado o leído algo sobre Vaca Muerta, el 81% reconoce que tendrá un impacto “muy y bastante” significativo para la economía argentina, en tanto que, como parte de esta tensión o especie de incompatibilidad, un 68% reconoce que su operación implicará el uso de “mucha y bastante” agua (aunque aquí habría que confirmar si esta respuesta es un dato de resistencia o más bien de indiferencia ante el hecho).

Estos números inquietantes para detractores y defensores de Vaca Muerta esconden distintas realidades. Pero también distintas percepciones de la realidad. Hay en la población argentina inquietud por el ambiente pero también expectativa por el beneficio económico. Hay sentimientos de culpa y descuido por el ambiente pero también, expresiones de “vamos por más”. Para algunos Vaca Muerta ofrecerá mucho para el desarrollo del país y para otros muy poco o nada para el cuidado del ambiente. La tensión entre la corta y la larga duración está presente.

Sin embargo, ¿qué reacciones provocará en la opinión pública en caso que no logré satisfacer las expectativas de progreso en la corta duración que hasta ahora hemos visto? ¿Las próximas protestas por los cortes de electricidad o las eventuales colas en las estaciones de servicio, comenzarán a asociarse a Vaca Muerta? De lo que estamos seguros es que no se tratará de protestas ambientalistas.

Vaca Muerta es para muchos un “maná”. Sin embargo, la población debe comenzar a entender que no depende solo del cielo sino de muchos otros factores (financieros, políticos, ambientales, tecnológicos, etc.) Hay muchas expectativas, incluso quizás hasta niveles muy personales. Frente a la pregunta “¿Ud. diría que Vaca Muerta puede tener un impacto muy, bastante, poco o nada significativo en su vida concreta?”, el 55% de los argentinos que escuchó o leyó sobre el yacimiento asegura que éste tendrá un impacto “muy y bastante” significativo en su vida. Pero, como en el caso de la preocupación ambiental y la corrección política, habría que verificar si esta respuesta no es quizás una expresión que también se podría considerar como demasiado “económicamente correcta”.

* Director Asociado. Energía, Recursos Naturales y Ambiente de Poliarquía Consultores


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