Canela, una de las comunas más pobres de Chile, cuenta con tres parques eólicos, Canela I y II, Totoral y uno en construcción, Punta Palmera. El alcalde Bernardo Leyton cuenta que las obras no sólo generan electricidad que se inyecta al Sistema Interconectado Central (SIC), sino que también generan empleo en su comuna. Pero advierte que la cesantía regresa cuando terminan las obras y Canela, comuna rural de la Región de Coquimbo, vuelve a su realidad.
“Cuando comienzan a instalarse los aerogeneradores hay empleo, pero después las empresas dejan dos o tres técnicos controlando los parques y el resto se controla desde afuera o el extranjero”, dice el alcalde.
Alfredo Muñoz, director del Programa de Estudios en Investigaciones en Energía (Prien) de la U. de Chile, dice que en el caso de Canela, “es necesario que, unido al proyecto eólico, exista una estrategia para generar trabajo remunerado, relacionado ahora con una faena agrícola o industrial”.
Sin embargo, agrega el alcalde, no todo es negativo, porque la generación de esta energía sustentable le ha permitido recibir en sus arcas municipales recursos por 223 millones de pesos entre 2013 y el primer semestre de este año, por concepto de patentes.
Los proyectos de energías limpias, como los eólicos que se desarrollan en Canela, son cada vez más frecuentes en el país. De acuerdo al reporte de mayo del Centro de Energías Renovables (CER) del Ministerio de Energía, en los cinco primeros meses del año, prácticamente, se ha duplicado el aporte de éstas respecto de todo el 2013. “En lo que va del año 2014, han entrado en operación 474 MW, lo que casi duplica todo lo ingresado en 2013 (246 MW), y a mayo, la tecnología eólica se convierte en la de mayor presencia en la matriz renovable. Se espera que el año termine con una capacidad instalada cercana a los 2 mil MW”, dice Paula Maldonado, analista de mercado del CER.
La experta explica que con estas cifras, se llega a 11% de cumplimiento de la ley que fija una meta de la generación de un 20% de Energías Renovables No Convencionales (ERNC) para 2025.
Carlos Finat, presidente de la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera), señala que los resultados del reporte vienen a demostrar lo que la asociación viene planteando sobre la competitividad en costo de las centrales ERNC, “que en Chile se ve especialmente favorecida por la buena calidad de los recursos naturales existentes”.
El dirigente gremial sostiene que los principales obstáculos para el desarrollo de estas energías en el país ya fueron recogidos en la agenda de energía que dio a conocer el gobierno a mediados de mayo.
“Las principales barreras que vemos son el alto riesgo que hay para la participación de ERNC en las licitaciones de las empresas distribuidoras, el retraso relativo en el desarrollo y ampliación del sistema de transmisión y las dificultades que enfrentan los generadores ERNC para conectarse a las instalaciones actuales de transmisión”, explica.
Muñoz sostiene que, efectivamente, estas energías son más rentables, aunque no se debe olvidar que se utilizan porque existen incentivos económicos por no contaminar y porque hay leyes aprobadas por los gobiernos que obligan a su utilización en porcentajes específicos. “Los gobiernos aprueban estos incentivos porque tanto nacional como mundialmente existe una preocupación por el cambio climático y la contaminación ocasionada por el uso de carbón, petróleo y otros combustibles”, explica.
Sin embargo, no todos están de acuerdo en que esta generación de energía sea segura. La Asociación de Generadoras ha señalado que la irrupción de este tipo de energías obligará al sistema a contar con mayores respaldos -en tecnologías como carbón o hidroeléctricas-, ya que, en promedio, energías como la solar y eólica tienen factores de planta (cantidad de horas que puede generar en el día), de entre 30 y 40%.
Finat replica señalando que las centrales de respaldo no son exclusivas de las ERNC. “Las fuentes de energía tradicionales también requieren centrales de respaldo, porque también fallan, por ejemplo, por falta de agua (hidroeléctricas)”, dice.
Alex Muñoz, director de la ONG ambiental Oceana, sostiene que “Chile tiene que usar más ERNC para abandonar progresivamente el uso del carbón, ya que está generando graves problemas a las comunidades locales y ciertas actividades económicas como la pesca artesanal y el turismo”. Advierte que el “principal obstáculo para las ERNC es la falta de contratos a largo plazo con grandes clientes para que puedan proyectar un horizonte financiero estable”.