Los cortes de suministro de gas a industrias, que el ente regulador Enargas ordenó la semana pasada, comenzaron a implementarse durante los últimos días. En tres compañías industriales confirmaron la existencia de los mismos. Algunas de las interrupciones arrancaron entre el jueves y el viernes pasado, otras se implementaron ayer, mientras que se estima que los cortes serán algo más “moderados” entre hoy y el jueves.
Según dijeron en varias firmas, las interrupciones mayores arrancarán desde la semana que viene, en junio.
“Cammesa –la empresa mayorista del sector energético, manejada por el Estado– ya avisó que necesitará realizar un mayor consumo de gas para la generación eléctrica, por lo se le sacará a la industria en ese momento”, describieron en empresas.
Según datos de especialistas, la producción de gas registró un nuevo descenso en abril, como consecuencia de pocos estímulos al sector y la desaceleración de la actividad industrial. “El Poder Ejecutivo paga hasta US$ 12 al productor local, mientras lo importa a US$ 17 (por millón de BTU, la unidad que se usa en gas), lo que es una falta de incentivo para los productores”, explicó Emilio Apud, ex secretario de Energía. Según sus estimaciones, están creciendo las importaciones de gas a Bolivia.
Como varias empresas industriales ya enfrentan retracción en su producción por la situación macroeconómica, la caída en su actividad ya venía de antes de estos cortes.
Enargas suele comunicarles a las empresas transportistas de gas (como TGS y TGN) sobre el suministro de gas en los meses venideros. Las transportistas después le cuentan eso a las empresas, que son sus clientes.
La interrupción del suministro de los últimos días habría sido del 30%, según calculan y será menor –las empresas tendrán mayor disponibilidad– hasta el jueves.
Pero el problema recrudecería desde junio, cuando el corte al gas para las empresas podría ser de entre 40% y 50% en relación a lo que necesitan las compañías para mantener su producción.
“Julio y agosto también tendrán restricciones en gas”, les dijeron las gasíferas a las empresas.
Cuando viene el frío, el consumo de gas en los hogares sube. Sin embargo, este invierno podría marcar cierto cambio en la conducta de los clientes residenciales, al menos en Buenos Aires y el conurbano. Como el Gobierno ya decidió la quita de subsidios al gas, pero no a la luz, se espera que muchos hogares traten de calefaccionarse con aparatos eléctricos (para los que todavía corre el subsidio) en lugar de los que utilizan gas.
Las empresas cuyas fábricas se encuentran en el conurbano vienen sufriendo menos problemas que las ubicadas en el interior de la provincia de Buenos Aires y en Rosario. El polo petroquímico de Bahía Blanca estuvo haciendo operar a las empresas del sector a la mitad de su capacidad.
El Gobierno inició una gestión con la francesa Total, la segunda mayor productora de gas del país. La compañía tenía planeado dejar de inyectar algunos volúmenes de gas para realizar perforaciones en Tierra del Fuego. Su idea era parar el suministro de gas por algunos días para realizar obras. Según El Inversor Online , (Antonio) “Pronsato –interventor del Enargas– pidió a la compañía europea que difiera las obras -que beneficiarían al sistema porque permitirían aumentar la producción del gas– hasta que baje la temperatura”.
Desde ayer, los usuarios industriales empezaron a recibir más gas y la situación continuará mejorando durante el resto de la semana porque se espera un mejoramiento de la temperatura en casi todo el país. La situación más crítica se dio el viernes pasado y durante el fin de semana, cuando las industrias estuvieron sólo recibiendo gas para cubrir el mínimo técnico y no verse obligadas a apagar hornos o calderas.
A partir de hoy se espera que se vuelva al corte sólo del volumen de gas que está contratado como interrumpible por parte de las empresas. Como pasó en los últimos inviernos, el momento más complicado para el suministro de gas se produce en julio, porque las bajas temperaturas derivan en un fuerte aumento en el consumo residencial. En algunas jornadas muy frías de julio de 2013, la demanda por parte de los hogares llegó a superar los 100 millones de metros cúbicos diarios mientras en época estival ronda 80 millones.
Cuando se da una seguidilla de días de frío intenso también se eleva el consumo de electricidad. No obstante, este año la demanda de energía ya está actualmente en niveles altos, aun con la caída que se registra en la actividad industrial. Anoche, el consumo estaba a las 20 en 20.145 megavatios mientras el récord de invierno se registró el 22 de julio de 2013 a las 21.30 cuando llegó a 22.552 megavatios. Este sostenimiento de la demanda de energía presiona a su vez sobre la del gas porque las centrales térmicas están operando muy exigidas.