Cuáles son las principales medidas que se tomarán con el objetivo de afinar un nuevo sistema que reemplace al Sipco.
Desde que asumió el gobierno de Michelle Bachelet las autoridades económicas realizaron un negativo balance del funcionamiento que el Sistema de Protección al Contribuyente (Sipco) ha tenido para contener las alzas bruscas en los precios de los combustibles.
Es más, el gobierno de Piñera tuvo que realizar dos ajustes al Sipco para que lograra cumplir el objetivo de frenar las alzas bruscas en los valores. La primera, fue el 17 de marzo 2011 donde se cambió la ponderación entre los precios futuros e históricos del WTI. La segunda modificación se produjo el 13 de septiembre de 2012, cuando se aumentó de 40 a 52 semanas el promedio histórico del WTI y disminuyó el ancho de la banda desde 12,5% a 10%. Esta última innovación tiene plazo de vencimiento el 30 de junio de este año.
Por ello, el gobierno se encuentra afinando un nuevo sistema que reemplace al Sipco y que dé una mayor estabilidad en los precios y así evitar fluctuaciones fuertes en los combustibles.
El subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, explica que “el nuevo mecanismo dará mayor estabilidad a los precios con el objetivo de entregar seguridad a las familias, tanto en los correspondientes a la bencina como a la parafina”.
La idea que estaría evaluando Hacienda es instaurar un nuevo fondo de estabilización de precios, pero con una vía de financiamiento más trasparente que el último Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC). Según fuentes de gobierno, una de las vías de financiamiento de este fondo provendría de una parte del impuesto específico a los combustibles.
“Como el Sipco no ha dado resultados se debe hacer una revisión profunda del sistema”, apunta Micco. “El fin (de este nuevo sistema) es estabilizar los precios, para que no existan cambios bruscos y, por eso, se está viendo un nuevo mecanismo, que todavía no está cerrado”.
Con todo, enfatiza que el objetivo central será estabilizar los precios.
La visión de los expertos
Entre los expertos hay posturas encontradas sobre la conveniencia de aplicar un sistema como el que Hacienda está evaluando para estabilizar los precios.
El economista de Libertad y Desarrollo (LyD), Francisco Klapp, es contrario a la idea del volver a utilizar un sistema de estabilización a través de un fondo. A su juicio, primero se debe revisar la necesidad de estabilizar el precio de los combustibles, ya que “no le destinaría recursos para ese objetivo”.
El economista dice que “es preferible modificar el Sipco, analizar el ancho de la banda, y ver los distintos parámetros que componen este sistema”.
De aplicarse un nuevo fondo, Klapp afirma que “se estará entregando un subsidio a las familias de mayores recursos, ya que son ellos quienes consumen mayor cantidad combustibles.Es una política bastante injusta hacer trasferencia de todos los chilenos para un grupo más privilegiado”.
En cambio, el académico de la Universidad Gabriela Mistral, Erik Haindl, valora la iniciativa. “Un fondo bien diseñado que sólo contenga fluctuaciones no tendría que gastar tantos recursos”, aclara. En ese sentido, señala que la propuesta que baraja el Ejecutivo de alimentar el fondo con recursos del impuesto específico a los combustibles “es positiva, porque ayuda a trasparentar el sistema”. Sobre la fórmula que se podría utilizar, comenta que “la estabilización de precios podría considerar un promedio de los precios de las bencinas en un período determinado de mediano plazo y ahí fijar el nivel de precios, evitando con ello, las fluctuaciones”. Mientras Jorge Hermann, de Hermann Consultores, añade que “cualquier mecanismo que haga más explícito la forma en que se va a financiar ese fondo contribuye a evitar la discrecionalidad de de los fondos públicos”.
De todas forma, acota que “se debe analizar el detalle cómo operará el sistema, para ver qué tan discrecional o no puede llegar a ser este método”.
Los esfuerzos por estabilizar las bencinas
Diversas han sido las fórmulas que cada gobierno ha implementado para tratar de contener el precio de los combustibles ante las fluctuaciones internacionales. Un informe del Ministerio de Hacienda de febrero de 2014 describe los distintos instrumentos utilizados.
En enero de 1991 se creó el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo (FEPP). Su objetivo fue "atenuar las variaciones de los precios de venta internos de los combustibles derivados del petróleo, motivadas por fluctuaciones de las cotizaciones internacionales...". Desde 1991 hasta 2006 se aplicó a cinco combustibles distintos, incluyendo uno usado en el transporte marítimo (petróleo combustible). Luego, a partir de abril 2006, se cambió ese sistema por el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles Derivados del Petróleo.
La ley que creó el FEPC, lo estableció como transitorio, con el fin de facilitar su término cuando fuera evaluado. Si bien fue renovado en dos ocasiones, los legisladores no tomaron la oportunidad para hacerlo permanente, de modo que la Ley lo obligó a expirar el día 30 de junio de 2010. Los dos fondos mencionados (FEPP y FEPC) operaron por medio de otorgar créditos tributarios (subsidios) cuando el precio internacional se elevaba por sobre el techo de una "banda de precios", y por medio de cobrar impuestos cuando el precio caía por debajo del piso de esa banda de precios.
Estos subsidios e impuestos se aplicaban a todos los residentes en Chile, pues eran independientes de la calidad de contribuyente al Impuesto Específico a los Combustibles (IEC). Eran "fondos" en el sentido de que la Ley prohibía al fisco seguir gastando en suavizar alzas bruscas cuando su saldo llegaba a cero. Estaba subyacente la hipótesis de que esta prohibición sería capaz de limitar el costo fiscal del sistema. Desde marzo de 2011 opera el Sipco, el cual establece un mecanismo de protección ante las variaciones en el precio internacional de los combustibles el cual opera con bandas. Es decir si el alza del petróleo supera en un 10% un determinado precio de referencia establecido, se activa.