El Ministerio del Ambiente de Ecuador concedió hoy una licencia para que se puedan explotar reservas de petróleo en una pequeña parte del Parque Nacional Yasuní, uno de los sitios con mayor biodiversidad del planeta, ubicado en la Amazonía ecutoriana.
La ministra Lorena Tapia firmó la licencia ambiental para los campos Tiputini y Tambococha, el primero fuera y el segundo dentro de la reserva, según informó su cartera en un comunicado. "El Ministerio del Ambiente es un ministerio sólido con toda la preparación y potencialidad para cuidar y conservar el área
protegida más importante y mejor monitoreada del país", remarcó Tapia, como forma de adelantarse a las seguras protestas de organizaciones ecologistas.
Ahora, la estatal Petroamazonas EP podrá iniciar "actividades preparatorias", como instalación de campamentos y apertura de accesos, hasta lograr en marzo de 2016 el primer barril de petróleo, explicó el ministerio, según la agencia ANSA.
Según Ambiente, el permiso se dio porque ya se aprobó el estudio de impacto ambiental y se consultó a las comunidades, entre otros requisitos.
Aún así, el colectivo Yasunidos todavía cuestiona la impugnación a sus firmas en favor de una consulta sobre el futuro de Yasuní. El grupo, que busca impedir la explotación petrolera en el Parque, hizo hoy una concentración frente al Consejo Electoral, que le cuestiona las rúbricas.
En octubre, el Congreso declaró de "interés nacional" la explotación en el Yasuní, el área protegida más extensa de Ecuador, declarada en 1989 reserva de la biósfera por la Unesco y hogar de dos pueblos -los tagaeri y los taromenane- en aislamiento voluntario.
El Ministerio de Ambiente de Ecuador firmó este jueves la licencia ambiental que permite a la estatal petrolera ecuatoriana avanzar en la explotación de crudo en los campos Tiputini y Tambococha, ubicados el primero fuera de los límites del Parque Nacional Yasuní, y el segundo dentro de dicha reserva natural.
Con esta firma, la estatal Petroamazonas podrá iniciar actividades preparatorias para la producción petrolera como la instalación de campamentos y la apertura de accesos, señaló el Ministerio de Ambiente en un comunicado.
La explotación de crudo en el Parque Yasuní, uno de los sitios más biodiversos del planeta, sigue causando controversia en Ecuador, como lo señala Paúl Mena Erazo, de BBC Mundo en Ecuador.
Según el comunicado del Ministerio del Ambiente, está previsto que hasta marzo del 2016 se obtenga el primer barril de petróleo del campo Tiputini.
En agosto de 2013, el presidente del país Rafael Correa anunció la decisión de dar por finalizada la iniciativa ambiental que buscaba dejar bajo tierra el petróleo del Yasuní a cambio de una compensación económica de la comunidad internacional.
El Ministerio del Ambiente de Ecuador concedió el jueves la licencia para que una de las petroleras estatales extraiga crudo en el parque amazónico Yasuní, reserva mundial de la biosfera, a lo cual se oponen grupos de ecologistas e indígenas.
“El día de hoy está firmada la licencia para el desarrollo y producción” de los campos Tiputini y Tambococha, dijo la ministra del Ambiente, Lorena Tapia, al canal estatal Gama TV. Esos campos, junto con el Ishpingo, integran el denominado bloque ITT, que tiene reservas probadas de 920 millones de barriles de crudo y está a cargo de la empresa estatal ecuatoriana Petroamazonas.
El Tiputini, al igual que el Ishpingo, está dentro del Yasuní, y el Tambococha fuera, señaló la funcionaria. “Una vez firmado el documento habilitante por parte de la autoridad ambiental, Petroamazonas EP podrá iniciar las actividades preparatorias, como la instalación de campamentos y la apertura de accesos”, señaló la cartera en un comunicado.
Agregó que “está previsto que hasta marzo de 2016 se obtenga el primer barril de petróleo del campo Tiputini”. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en el poder desde 2007, pretendía evitar la explotación del ITT como medida para contrarrestar el calentamiento global, a cambio de una compensación internacional de US$3.600 millones que no se concretó, por lo que el año pasado decidió hacerlo. “Ya no podemos hacer más de lo que hemos hecho. Nosotros tenemos derecho a vender nuestro petróleo y los consumidores son los que van a quemar ese petróleo”, expresó el mandatario a la prensa hace dos semanas.
Ambientalistas e indígenas fracasaron en su intento de frenar mediante un referendo la producción petrolera en Yasuní, de un millón de hectáreas, ubicado a 300 km de Quito y que alberga etnias nómadas. El 8 de mayo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) desaprobó el plan ecologista al avalar un informe técnico y jurídico sobre el proceso de verificación de firmas presentadas por el colectivo Yasunidos, que buscaba sacar adelante el referendo. Yasunidos, que sostiene haber entregado unas 756.000 firmas, incumplió con el mínimo exigido de 583.300 (5% del electorado) para llevar el tema a las urnas, como establece la ley, dado que el CNE sólo avaló 359.300 firmas del total entregado.
El Congreso acogió en octubre el proyecto gubernamental, que promete un mínimo impacto ambiental y asegura que los millonarios recursos de la extracción serán utilizados para erradicar la pobreza en Ecuador, que en 2013 afectaba a 23,7% de la población de casi 16 millones de habitantes.