A sala llena, ayer concluyó el 11° Simposium del Oro y la Plata, organizado por la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo, y Energía (SNMPE), al cual asistieron –según cifras oficiales- más de 1.000 asistentes, representantes de 23 países y 60 medios de comunicación tanto nacionales como extranjeros.
“Estos días han sido muy fructíferos y hemos contado con interesantes conferencias sobre la realidad minera”, expresaba la presidenta de la SNMPE, Eva Arias, quien además hizo un recuento de lo acontecido durante estos tres intensos días donde se dieron cita empresarios mineros nacionales e inversores extranjeros.
Como es habitual en el mundo empresario, y más en el minero, las quejas estuvieron a la orden del día: sobreregulación, demoras en los permisos, conflictos sociales, la disputa por el canon, mal uso de la política de las expectativas de las comunidades, entre otros temas que estuvieron a la orden del día. “Algunos proyectos han tenido severos retrasaos en sus cronogramas y otros se han visto paralizados”, expresó Eva Arias.
“Uno de los aspectos más importantes fueron las tendencias del oro y la plata, que desde la perspectiva global, la oferta de estos metales se ha incrementado debido a la mayor producción de minas. Sin embargo recientemente se ve que el descubrimiento de nuevos proyectos es cada vez menor y el costo de desarrollarlos es cada vez mayor”, expresó Arias en su discurso de clausura y agregó que “Las empresas están haciendo grandes esfuerzos para reducir costos a fin de mantener la productividad. Hoy en la gran coyuntura mundial, en términos generales, es cada vez más difícil desarrollar nuevos proyectos, con lo cual se está trabajando sobre la base de proyectos ya existentes. En el caso particular de las exploradoras, son cada vez menos las zonas que se están explorando, toda vez que han visto problemas de financiamiento y en muchos casos problemas sociales”, explicó, para luego hablar de la "mitificación" de la minería peruana. "En muchos casos la mitificación de la minería nos está llevando a decisiones políticas erradas, cuando lo que necesitamos es basar nuestro modelo de desarrollo en nuestras fortalezas y la minería es una de ellas”.
En el acto de clausura se esperaba la presencia del presidente Ollanta Humala, quien no asistió debido a que estaba en la XV Sesión del Consejo de Ministros Descentralizado, en Ucayali. En su reemplazo, asistió el Ministro Mayorga, quien leyó una carta del Presidente dirigida a los mineros, donde, fiel a su estilo, exhortó a los empresarios mineros a “contribuir con el esfuerzo del Gobierno para reducir la dependencia de la economía del país al éxito de los precios de los metales”.
“Les pido a todos ustedes que tengamos la capacidad de emplear los conocimientos, recursos y tecnologías provenientes de esta actividad para generar en la economía peruana una mayor capacidad productiva y transformadora, que aumente la competitividad, el empleo formal, el contenido local, y que se reduzca la dependencia a una economía basada en el éxito del precio de materias primas”.
En la carta a los mineros, Humala llamó a unirse al Plan Nacional de Diversificación Productiva: “solo de esta manera, en el largo plazo seremos un país seguro y sostenible que seguirá mirando al futuro”.
Finalizando ya el evento, un emotivo momento fue el homenaje que le realizaron a Don Alberto Benavides de la Quintana, a través de un video donde contaba desde sus primeros inicios hasta convertirse en el gran empresario y líder que fue.
Finalmente llegó el esperado cóctel y al son de danzantes de todas las regiones del Perú, se dio por concluido esta nueva edición del Simposium del Oro y la Plata.
XI Simposium del Oro. El expresidente de la Confiep, Ricardo Briceño, informó que hay más de 180 normas para el sector diseminadas en diferentes instancias. También exhortó al Gobierno central a retomar su rol de ente rector en los grandes proyectos mineros.
El Gobierno debe elaborar un texto único de normas de minería, porque hay más de 180 normas en diferentes dependencias del Estado que dificultan la aprobación de permisos para los proyectos mineros, propuso el expresidente de la Confiep, Ricardo Briceño.
“Deberíamos hacer un esfuerzo para ordenar toda la ‘tramitología’. Ordenar las leyes, los reglamentos, las ordenanzas y demás normas. Ese sería la primera propuesta para sacar del camino la primera roca”, dijo en el XI Simposium del Oro y de la Plata.
El segundo problema para Briceño es la descentralización, pero no en el sentido de que se dé marcha atrás, sino que “tampoco puede seguir tal como está”. Y la solución está en diferenciar las competencias del Gobierno Central y los gobiernos regionales en el sector minero. El primero es el ente rector de la gran minería y el segundo el de la pequeña y mediana minería.
“Si no salen los grandes proyectos es responsabilidad del Gobierno Central, pero ha abdicado a esta función”, criticó el empresario en el evento organizado por la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
Es imposible que los gobiernos regionales estén determinando en qué zonas se pueden realizar extracción de minerales, dijo Briceño, quien propuso que el Gobierno central establezca oficinas en algunas regiones para que gestionen y otorguen permisos, porque no está presente siendo el principal ente rector.
“Esto podría ser un mecanismo y un camino para continuar el proceso de regionalización y así se establezca cuáles son los parámetros de los gobiernos subnacionales”, finalizó el empresario.
Las inversiones en el sector minero están trabadas por, al menos, 180 normas distintas que se entrecruzan, creando confusión, refiriró Ricardo Briceño, ex presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petrólero y Energía (SNMPE) y la Confiep.
“La normatividad minera es hoy un plato de espagueti”, exclamó en el 11° Simposium Internacional del Oro y la Plata.
El empresario explicó que las normas vinculadas a la minería se han multiplicado en los últimos 22 años, generando una maraña tan complicada de seguir que los “inversionistas no entienden donde está el camino entre tanta permisología”, se quejó.
Recordó que en el año 1992 existía una sola autoridad que regulaba las inversiones en el sector minero-energético: el Ministerio de Energía y Minas.
“Desde entonces han surgido una frondosa legislación y nuevos organismos como el Ministerio del Ambiente, el Ministerio de Cultura, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y otros”, que siguen agendas contrapuestas, señaló.
En tal sentido, propuso, como salida a este entrampamiento, elaborar un texto único que ordene la normativa del sector minero, para hacerlo más entendible al inversionista.
Agregó que otro factor que traba las inversiones mineras es la ausencia del gobierno central en las regiones y la falta de claridad en las competencias de los gobiernos subnacionales.