Hasta mayo se han sucedido operaciones por valor de 23.603 millones de euros, el mayor volumen alcanzado en los cinco primeros meses del año desde 2011
La mejora económica también ha despertado el apetito del empresariado nacional por las adquisiciones y las ventas. El baile entre compañías que había quedado congelado con la ventisca de la crisis ha comenzado a retomarse a tímido ritmo de vals bajo la batuta de la confianza. La compra de Ono por parte de Vodafone por 7.200 millones de euros el pasado mes de marzo ha servido de pistoletazo de salida entre las grandes empresas para volver a llevarse la mano al bolsillo. En el primer trimestre del año se produjeron 241 operaciones frente a las 221 botadas en el mismo periodo del pasado año, un 9,5% más según los datos de TTR, si bien en nuestro país este aumento del movimiento empresarial se está produciendo de forma más tímida que en otros países: ampliando el periodo, hasta mayo hubo 361 operaciones frente a las 386 del pasado año.
Pese a esta resistencia, el volumen de negocio de las operaciones producidas ha sido mayor: de 23.603 millones frente a los 20.207 millones registrado el pasado año, un volumen que no se alcanzaba desde el arranque de 2011. «En el mercado alto, con operaciones de más de 500 millones de euros, se han registrado operaciones relevantes por un total de 15.489 millones, lo que refleja un aumento de la movilidad de grandes capitales», puntualiza Leticia Garín, analista de TTR. Al primer compás de grandes operaciones iniciado por Vodafone le han seguido otros como la compra por 725 millones de euros del 56% de Digital Plus por Telefónica.
«Las operaciones están aumentando también en España. La sequía de crédito de los bancos complicaba que hubiese compradores, pero también muchas empresas no querían vender ante la reducción de valor de sus inversiones. La situación ha mejorado en ambos frentes», asevera Daniel Galván, director de GBS Finanzas que resalta el aumento de la inversión foránea a España. En los tres primeros meses del año ya se han realizado 47 adquisiciones de compañías extranjeras en nuestro país. «Las firmas francesas y norteamericanas son las que más compras han realizado en España», incide Garín. La mejora de la confianza internacional unido a los atractivos precios de muchas empresas españolas provocan este interés desde el otro lado de la frontera.
La estrategia de diversificación geográfica de algunas compañías hacen el resto. En este sentido, Galván también reseña a las empresas asiáticas, «muy interesadas en tecnología nacional». De hecho, el Gobierno de Singapur ha adquirido el 6% de la española Applus por 116 millones de euros. Consumo, industria, farmacia y hostelería son otros sectores que interesan a las empresas orientales. La compra del Hotel Valparaíso, en Palma de Mallorca, por el fondo chino Jiangsu por 45 millones hace unos meses es otra muesca del hambre asiático por lo nacional.
Uno de los factores que pueden animar el movimiento empresarial es la venta de las participaciones industriales de las cajas de ahorro. A comienzos de abril, Bankia vendió el 4,94% que tenía en Iberdrola por 1.527 millones de euros y el 16,5% que poseía de Deoleo, por 72,4 millones. «El sector financiero ha sido uno de los más activos en el primer trimestre del año, con cerca de veinte operaciones en el primer trimestre de 2014 de las que ocho han sido desinversiones», apostilla Leticia Garín. De cara al futuro, la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri aún conserva entre sus participaciones un 24,95% y un 19.07 de las inmobiliarias Realia y Metrovacesa, respectivamente.
«El problema de las participaciones solía ser que el valor de las inversiones en los balances era el de antes de la crisis y el precio de mercado no alcanzaba estos niveles, por lo que no interesaba vender, pero esto empezó a cambiar en algunas hace tiempo», afirma Daniel Galván. Por ejemplo, por la venta del 4,94% de Iberdrola, Bankia se ha embolsado unas plusvalías de 266 millones.
En cuanto a las participaciones de otras antiguas cajas de ahorros más pequeñas, Galván enumera los obstáculos a los que se enfrentan las entidades para vender. «Suelen ser inversiones que en su momento fueron políticas, con pocos incentivos para ser vendidas».
Interés sectorial
Por número de compras en lo que va de año, los sectores más codiciados hasta el momento son el tecnológico (once operaciones durante los cuatro primeros meses); internet (nueve); turismo, hostelería y restauración, así como vidrio, papel, plásticos y maderas (seis ambos sectores). Galván también apuesta por las telecomunicaciones, el sector sanitario (sobre todo, hospitales) y el hostelero. Establecimientos como el Ritz o el Intercontinental cuelgan el cartel de «en venta», mientras que entre hospitales, hace un mes la firma norteamericana Centene compró a Bankia el 50% de Ribera Salud.
La reciente reforma de la Ley Concursal para facilitar el cambio de deuda por capital en las empresas con problemas también abre la puerta a más operaciones de este tipo. «Hay más ventas de compañías en concurso para salvar su actividad», confirma Garín. Entre titubeos pero a marcha constante los pasos se suceden y el movimiento empresarial parece enfilar el tempo precrisis.