A través de un comunicado, la entidad rechazó “supuestas diferencias” con el jefe de Economía. Siguió el rumor sobre la renuncia de Fábrega. Y Capitanich denunció “estrategias especulativas”.
El Banco Central emitió ayer un comunicado de prensa para negar peleas entre su presidente, Juan Carlos Fábrega, con el ministro de Economía, Axel Kicillof. La aclaración llegó un día después de que este diario publicara una nota sobre una reunión que el jefe del BCRA mantuvo con Cristina Kirchner en medio de fuertes versiones sobre su renuncia, que circularon no sólo en el mercado financiero si no también dentro del propio banco, el Ministerio de Economía y hasta en la Casa Rosada.
En su comunicado, sin embargo, el Banco Central no niega que haya existido la presentación de la renuncia en cuestión. “A raíz de algunas publicaciones de prensa sobre supuestas diferencias entre las autoridades del Ministerio de Economía y del Banco Central de la República Argentina, que sólo persiguen la finalidad de titulares mediáticos y negociados financieros, el presidente del BCRA, Juan Carlos Fábrega, las rechaza de manera enfática y subraya que no tienen nada que ver con la realidad”, comienza la nota.
La aclaración del Central surgió como consecuencia de una reunión que Fábrega tuvo ayer con la presidenta y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Según fuentes cercanas a ese encuentro, la condición de Fábrega para seguir frente a la conducción del Banco Central fue que el comunicado tuviera un mensaje claro. “El BCRA está actuando plenamente de acuerdo con sus facultades y en el marco de las políticas establecidas por el Gobierno Nacional”. Hay quienes vieron detrás de esta frase un doble mensaje: que el titular del Banco Central está ejecutando sólo las medidas que el Gobierno o el Ministerio de Economía le deja tomar y no las que quiere tomar.
“Además, si con esta aclaración no le bastara a alguien, cabe recordar que la política económica, como el resto de las políticas en este país, que son competencia del Poder Ejecutivo, las decide la Sra. Presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner”, finaliza el comunicado.
Las diferencias entre Kicillof y Fábrega son vox populi no sólo en el mercado financiero y empresario, si no también dentro del propio Gabinete. En los pasillos de Casa de Gobierno y de varios ministerios la puja entre Kicillof y Fábrega es un secreto a voces.
¿Cuáles son las diferencias entre ambos? La gota que rebalsó el vaso fue la tasa de interés. Kicillof cree que hay que mantenerla o seguir bajándola. Incluso quiere impulsar una medida para ponerle un límite a la tasa que cobran los bancos a los clientes por algunos servicios de financiamiento. Fábrega, que es un hombre con basta trayectoria en la plaza financiera local, tiene una postura más amistosa con los bancos. Además, sostiene que si la tasa sigue en baja, no habrá incentivos para atraer a pequeños y grandes inversores a apostar por el peso en vez de al dólar.
Ayer, en su habitual conferencia de prensa matutina, Capitanich salió a bajar el tono de los rumores. “Hay firmeza de la Presidente, no hay disputas internas, estamos enfocados en la ejecución y el diseño de las políticas económicas”, remarcó. Y sugirió que hay una conspiración:“Observamos estrategias especulativas que pretenden dañar la credibilidad de las instituciones y el desenvolvimiento de la actividad económica”. “Mantenemos la coherencia del manejo económico. Pero existen desde organizaciones no gubernamentales hasta economistas asociados a grupos económicos que buscan generar expectativas negativas ”, añadió.
Una fuente oficial, que por obvias razones pidió no ser identificada, fue contundente al hablar con este diario: “En el gobierno de Cristina no renuncia el que quiere, sino el que ella decide que debe renunciar”. Y agregó: “Hubiera sido más contundente para desmentir rumores que Axel y Fábrega se mostraran juntos, pero obviamente eso es un imposible. Optaron por sacar un comunicado que a Kicillof no le gustó”, concluyó.
La agitación en el mercado cambiario llevó al Ministerio de Economía y al Banco Central (BCRA) a intentar llegar a una tregua ayer para mantener altas las tasas para la absorción monetaria, pero que, a la vez, fomente nuevamente el crédito al consumo.
Calificadas fuentes oficiales indicaron a LA NACION que ayer hubo una nueva ronda de consultas entre el ministro Axel Kicillof y el presidente del BCRA, Juan Carlos Fábrega, para llegar a una solución intermedia, que satisfaga a ambas partes. En este sentido, como ya indicó LA NACION, primaría la idea de "segmentar" el nivel de tasas, entre las Lebac y las destinadas a los créditos al consumo, luego del frenazo registrado en este segmento en los últimos meses.
"Algo de eso se habló con la Presidenta ayer [por el martes] y hoy [por ayer]", indicó una importante fuente de la entidad monetaria, preocupada al mismo tiempo por el aumento del dólar blue y por la falta de perspectivas de ingreso de inversiones en dólares en el corto plazo.
Una de las posibilidades es presionar a los bancos para reducir el spread entre las tasas pasivas y activas, o, si se buscara una versión menos dura, la idea sería no colocar tanto el acento en la línea de créditos productivos subsidiada y sí más en instrumentos que recreen los préstamos a las personas.
Pese a las diferencias conceptuales amplias con Economía, en el BCRA también creen que el camino no debe ser una fuerte devaluación nuevamente como la que se registró en enero, porque ello generaría otro salto inflacionario, sobre una situación de precios que ya es difícil. "Sería ilógico pensar en un aumento del 90% en el tipo de cambio en un año, y eso los bancos, que ganaron mucho con la devaluación de enero, lo entienden y por eso ahora presionan más por el lado del ajuste fiscal", indicó la fuente.
En un importante banco indicaron que el equipo de Kicillof "debe asumir el costo del plan encarado en enero para evitar que se repita una crisis de esa magnitud" y relativizaron la importancia de achicar el spread. La fuente dijo que "no ve fácil" el camino que tiene por delante Fábrega, pero consideró improbable que vaya a renunciar.
Al respecto, en la entidad monetaria reconocen que Fábrega muestra los dientes cuando deja trascender su eventual salida, por la intranquilidad que generaría tanto entre los empresarios como en la clase política, y creen que finalmente hará prevalecer su instinto negociador, pese a los "dardos que siguen llegando de Economía". El problema, afirman, es que los integrantes del equipo de Kicillof "no quieren quedar como los padres del ajuste, pero ya se vio en esta baja de las tasas de 2 puntos de 28 a 26 puntos que el efecto es riesgoso y que la tasa de absorción no puede seguir bajando".
El alza del dólar blue, que ayer subió 33 centavos y cerró en $ 12,10, es otro síntoma de este problema, y en el BCRA apuestan a que "la soja y la caída de las importaciones actúen en el segundo semestre" para frenar el valor de la divisa norteamericana una vez que se termine la liquidación fuerte de los dólares del agro.
En cuanto a las reservas, en el BCRA están shockeados porque el fuerte nivel de pagos por las importaciones de energía no permite acumular una mayor cantidad en el trimestre más "dulce" del año por la liquidación de divisas del campo. "No esperábamos que aumentara tanto el precio y la cantidad de importaciones de energía en comparación con esta misma parte de 2013", confesó la fuente. Desde que volvieron las minidevaluaciones, se cortó el ciclo de recuperación de reservas, dado que las compras del BCRA en el mercado cambiario bajaron a la mitad o menos. Ayer cayeron por primera vez en un mes y medio -US$ 45 millones- para cerrar en 28.348 millones. Por eso en la entidad creen que cualquier poda en las tasas debería tomarse sólo si las reservas vuelven a US$ 30.000 millones.
COMUNICADO POR LA PAZ
Para dar una señal de concordia, el BCRA sacó un inusual comunicado en el que rechazó "de manera enfática" las noticias sobre "supuestas diferencias entre las autoridades del Ministerio de Economía" y la entidad monetaria.
"No tienen nada que ver con la realidad. En rigor, el BCRA está actuando plenamente de acuerdo con sus facultades y en el marco de las políticas establecidas por el Gobierno", explica el comunicado. Y agregaron que "si con esta aclaración no le bastara a alguien, cabe recordar que la política económica, como el resto de las políticas en este país, que son competencia del Poder Ejecutivo, las decide" la Presidenta, que escucha a ambos funcionarios.