La Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería, ENSI, suministró 689 toneladas de agua pesada para la central atómica Atucha II, ubicada en la localidad de Lima, provincia de Buenos Aires, informó el gobierno provincial.
La planta de Arroyito es operada por la ENSI, una sociedad del Estado conformada por la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Provincia.
Atucha II es una central nucleoeléctrica que funciona con uranio natural y agua pesada, y se estima que a fines de este mes funcionará a pleno, aportando 745 megavatios al sistema interconectado nacional.
La finalización de Atucha II demandó una inversión de 3.000 millones de dólares, después de sufrir una serie de contratiempos y paralización de la obra iniciada en 1982, debido a la privatización de empresas públicas en la década de los `90.
El gobierno nacional relanzó en el 2006 el Plan Nuclear Argentino para revertir el déficit energético en el país. La central demanda 180 kilogramos de uranio, para generar los 745 megavatios de potencia instalada.
En comparación, para obtener la misma cantidad de potencia de generación con carbón, se necesitarían 12.000 toneladas o bien 3.200 metros cúbicos de gas natural diarios.
La Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería, ENSI, finalizó la entrega, en diciembre pasado, de las 689 toneladas de agua pesada necesarias para poner en marcha la central atómica Atucha II, ubicada en la localidad de Lima, provincia de Buenos Aires.
El agua pesada fue fabricada en la planta establecida en Arroyito y operada por la ENSI, una sociedad del Estado conformada por la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Provincia.
Atucha II es una central nucleoeléctrica que funciona con uranio natural y agua pesada.
En 2013 se renovó la mayoría de los contratos de servicios a industrias en tanto que las expectativas para este año radican en la consolidación y crecimiento de la actividad de la PIAP en servicios a la industria petrolera.
Según el informe de gestión elaborado por el ministerio de Desarrollo Territorial que el gobernador Jorge Sapag distribuyó junto a su mensaje a la Legislatura el 1 de marzo pasado, además de la carga inicial para Atucha II, se realizó la reposición en las centrales Atucha I y Embalse. En la actualidad, la ENSI desarrolla tareas de mantenimiento en el complejo industrial de Arroyito.
Capitanich y De Vido asistieron a la puesta en marcha de la carga de agua pesada y la realización de las últimas pruebas antes de la entrada en producción de la central bonaerense, que se calcula estar a pleno a finales de este mes, con lo cual se incorporarán 745 megavatios al sistema interconectado nacional.
La finalización de la obra de la central demandó una inversión de 3.000 millones de dólares. La construcción había comenzado en 1982, pero entre 1994 y 2006 se paralizó totalmente, de acuerdo con el proceso de desregulación y privatización de empresas públicas desarrolladas en la época.
En 2006 se relanzó el Plan Nuclear Argentino para revertir el déficit energético en el país.
La central demanda 180 kilogramos de uranio para generar los 745 megavatios de potencia instalada. En comparación, para obtener la misma cantidad de potencia de generación con carbón, se necesitarían 12.000 toneladas o bien 3.200 metros cúbicos de gas natural diarios.
La Planta Industrial de Agua Pesada, PIAP, además presta servicios a empresas vinculadas con la petroquímica y la actividad hidrocarburífera –explotación de petróleo y gas-.