Mientras el grupo norteamericano General Electric y la alemana Siemens disputan para adquirir la división de energía de la empresa Alstom de Francia, el Gobierno de este país invocó el "patriotismo económico" para adoptar un decreto que le permitirá influir en las condiciones de adquisición de esa compañía fabricante del tren de alta velocidad TGV y de turbinas eléctricas. La nueva norma amplía a los sectores de la energía y el transporte los poderes del Ejecutivo en la protección de empresas francesas estratégicas, que hasta ahora incluían sólo la defensa, las tecnologías de la información y las apuestas.
El texto somete a la autorización previa del ministro de Economía las inversiones por parte de grupos extranjeros en los casos en los que esté en juego la continuidad de la actividad o la preservación de ciertas competencias indispensables en aras del "interés nacional".
El nuevo decreto permite una autorización con la condición de que la empresa extranjera inversora respete ciertos compromisos.
El consejo de administración de Alstom puso plazo hasta fin de mes para estudiar las ofertas de compra de su división energía, aunque ya expresó su preferencia por GE, que ofertó 12.350 millones de euros. Siemens tiene que revelar aún su oferta oficial, aunque en una propuesta preliminar mencionó entre 10.500 y 11.000 millones de euros. A cambio, la marca alemana está dispuesta a ceder a Alstom su división de transportes.
Ayer mismo, la Comisión Europea advirtió a Francia contra cualquier intento de proteccionismo tras la publicación del decreto. El objetivo de proteger los intereses esenciales estratégicos en cada Estado miembro es esencial cuando se trata de seguridad o el orden público. Está previsto claramente por el tratado. Pero debemos verificar si (este objetivo) se aplica de manera proporcionada, si no sería equivalente a medidas de proteccionismo", dijo el comisario a cargo de mercado interior de la Unión Europea, Michel Barnier. Por su parte, General Electric afirmó que seguirá las "discusiones constructivas" con el Gobierno francés. Dijo que su proyecto es construir una empresa líder mundial en energía, con cuatro sedes en Francia.