Es una historia corta, sin demasiados antecedentes, pero potente. Todo se remonta al 22 de abril pasado, el día en que el gobernador Francisco Pérez se iba a encontrar con el papa Francisco, en Roma. Mientras esperaba ansioso el momento, el que finalmente se concretaría en la audiencia pública de aquel miércoles en donde Pérez sería saludado por Jorge Bergoglio junto a la gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci y otros vicegobernadores de provincias argentinas, el mendocino recibió un llamado desde la Argentina.
Del otro lado de la línea, desde Buenos Aires, en sus oficinas de Puerto Madero, el CEO de YPF, Miguel Galuccio le pedía a Pérez una prórroga en la presentación de las ofertas interesadas en invertir en 8 áreas petroleras revertidas, desparramadas en su mayoría en Malargüe y parte de San Rafael, porque YPF, que se mostraba interesada y favorita para quedarse con la exploración y posible explotación de las áreas, necesitaba tiempo para diagramar su presentación.
La comunicación telefónica no fue extensa, ni tensa. Pero Pérez entendió el mensaje del pedido: debía dar una señal a la petrolera estatal frente a las presiones que el gobierno de Cristina Fernández había comenzado a lanzar contra las provincias petroleras para aliviar de malezas el camino de la petrolera en la competencia por las áreas. Con lo que el gobernador, ya en la Plaza San Pedro junto a su esposa Celina y sus dos hijos y a minutos de estrecharle la mano al papa Francisco, debió tomarse unos minutos para hablar con los responsables de la licitación en Mendoza y decidir, ahí mismo, extender por unos días la apertura de los sobres. “Es Galuccio, tenemos que dar una muestra de que se colabora”, le dijo el gobernador a su interlocutor en la Casa de Gobierno, con lo que el proceso quedó inmediatamente postergado.
La prórroga en la apertura de los sobres por las ocho áreas expiró ayer. En los 23 días que transcurrieron, ni Galuccio, ni ningún otro directivo de la poderosa petrolera estatal volvieron a llamar a Mendoza. Pero antes de aquella fugaz comunicación entre el número uno de la provincia y el número uno de la petrolera, funcionarios nacionales y enviados de YPF habían intercambiado ideas sobre el proceso de licitación.
Galuccio, quizás, dejó por sentado que lo que se venía discutiendo en reserva con los funcionarios mendocinos había quedado en claro, por lo que para el día de la apertura de sobre todo estaría arreglado de acuerdo con sus exigencias: YPF pedía, en buen romance, modificar el modelo de licitación, marginando en los hechos a la incómoda Empresa Mendocina de Energía Sociedad Anónima con Participación estatal Mayoritaria (EMESA), para negociar las condiciones de manera directa con el Ejecutivo.
La entrada de EMESA en el proceso, para YPF, significaba y significa, repartir en otro actor un negocio con fuerte riesgo y muchas chances de perder fuertes sumas de dinero. Con el agregado de que en la marcha del todo el proceso, incluso antes del inicio de la exploración real de las áreas, la empresa adjudicataria de la concesión debía hacer inversiones de dinero a favor de EMESA la que terminaría participando, como socia, de los dividendos de la posible extracción del petróleo en caso de hallarse.
Los enviados de Galuccio aparecieron este jueves, en Casa de Gobierno, a pocos minutos de que expirara el tiempo de la apertura del sobre A, el de los antecedentes de los interesados y al corroborar que sus condiciones no habían sido tenidas en cuenta en el modelo, decidieron no presentarse, pese a que, como correspondía, YPF había adquirido los pliegos y cumplido con todo el proceso previo. Pérez, en medio de las tensiones de esos minutos, ordenó seguir adelante y sumarse, en concreto, a la resistencia que está haciendo Neuquén, la principal provincia petrolera del país, la que se ha negado a sacar de escena a su poderosa empresa provincial Gas y Petróleo del Neuquén, conocida como GyP.
Se sospechaba, aunque nadie podía llegar a afirmarlo con seguridad hasta el momento de la apertura de sobres, que YPF, con EMESA como protagonista del proceso, no se presentaría. Es que la petrolera dirigida por Galuccio no podía dejar un precedente contradictorio a la lucha que tiene con Neuquén. Aunque en Mendoza los efectos negativos que ve la petrolera estatal en su contra son más leves que a los que se enfrenta en Neuquén y que por eso resiste. Pero Galuccio entiende que las provincias petroleras, con las que ha comenzado a tener enfrentamientos para nada disimulables, van camino a copiar el modelo exitoso de Neuquén. Esta provincia, con GyP, no sólo controla a las petroleras que invierten en su territorio, sino que asociada a ellas comparte las ganancias que genera la explotación. Y su inversión es de prácticamente de cero pesos, porque comienza a pagar su participación en los yacimientos con los dividendos que recibe de las propias petroleras con las que está asociada.
La aparición en escena del mega yacimiento de petróleo no convencional, Vaca Muerta, cambió el escenario y también las reglas. Así como Neuquén comenzó a blindarse para sacar el máximo provecho de su potencial hidrocarburífero empoderando a su GyP y marcando las condiciones del negocio, el gobierno de Cristina Fernández comenzó una embestida contra las provincias petroleras para quedarse con el control y el dominio de los yacimientos.
La famosa Ley Corta, aquella que en sólo dos párrafos le ratificó a las provincias su potestad sobre el recurso no renovable, pareciera ser la presa a deglutir por YPF y la nación, aunque funcionarios de Cristina, entre ellos el ministro de Planificación Julio de Vido desmintieran en conferencia de prensa el objetivo oculto. En ese contexto, las empresas de energía provinciales, como EMESA, son un obstáculo más para YPF y de ahí la intención no admitida de sacarlas de todos estos procesos.
Ayer, YPF, en un comunicado público, explicó su decisión de no participar en la licitación por las áreas mendocinas. Entre otras cosas dejó en claro su política de seguir participando en procesos futuros, pero admitió que intentó –sin éxito– modificar el modelo de licitación y concesión ofreciendo “alternativas” que a su criterio mejorarían las chances para que inversores extranjeros, de la mano de YPF, se interesaran aún más por llegar a la Argentina a probar suerte con las gigantescas reservas de petróleo que sacó a la luz el descubrimiento de Vaca Muerta.
“Cuando a las petroleras de afuera se les muestra el futuro que hay en Argentina muestran un interés enorme, pero cuando se les dice que las condiciones de las licitaciones son puestas por estas empresas provinciales se van, porque no entienden que ellos deban negociar con la principal petrolera estatal, con los gobiernos provincial y además con este tipo de empresas”, expresó un directivo de YPF, ayer, al ser consultado por el abandono de la licitación en Mendoza. Y agregó: “La aparición de una empresa provincial en el proceso significa duplicar el esfuerzo en las negociaciones y además, lo que no es menor, no ponen un peso”.
Mientras tanto, la provincia ha seguido adelante en este nuevo intento por encontrar interesados en explorar en áreas muy complejas y difíciles de explotar, con un riesgo considerado alto por ser parte de áreas marginales. Pérez quedó satisfecho con el resultado, pero sabe bien que por primera vez desde que está al frente del gobierno provincial se interpuso en intereses económicos y políticos considerados clave para el gobierno de Cristina Fernández, con el que comulga. Con lo que no se sabe a ciencia cierta, hoy, cuál será la consecuencia para su gobierno. Pero tiene a Neuquén como aliada.
Ocho fueron las áreas que salieron a licitación este jueves: Lindero de Piedra, Agua Botada, Sierra Azul sur-Calmuco, Puelén, Sierra del Nevado, Cerro Manzano C, Cerro Manzano D y Cierro Manzano F. Se vendieron 14 pliegos, cuatro petroleras que habían comprado no retiraron la documentación y dos no se presentaron al proceso, entre ellas YPF. La otra firma fue Petrolera El Trébol SA.
En carrera han quedado ocho firmas: Geo Park Ltd, Medanito SA, Roch SA, Pluspetrol SA, Crown Point Oil & Gas SA, Grecoil & Cía SA, Energía Mendocina SA con Petroap y Kilwer SA. El 13 de junio se abrirá el Sobre A, el de la oferta económica, el 22 de julio será el Directorio de EMESA el encargado de analizar las ofertas que califiquen y el 1 de agosto próximo una asamblea de accionistas ratificará las adjudicaciones y ese día entrarán en vigencia los contratos.
Ayer, durante el proceso de apertura de los sobres A, no pasó desapercibida la presentación sorpresiva de la senadora nacional de la UCR, Laura Montero que junto a un escribano pidió que se registrara que en el proceso no estaba interviniendo la Fiscalía de Estado, como el órgano de contralor de los intereses de los mendocinos quien debería velar por la transparencia del proceso. Fue el titular de EMESA, Alejandro Neme, el encargado de desestimar la presentación de Montero.
“La legisladora seguramente fue mal asesorado y le hicieron meter la pata”, sostuvo Neme. Argumentó que por su naturaleza, EMESA es una firma estatal de derecho privado con lo que no está alcanzada por las facultades de control de la Fiscalía de Estado ni por el Tribunal de Cuentas. “Fiscalía debe controlar a los socios de EMESA, como a los municipios, pero no propiamente a EMESA”, dijo el presidente de la empresa de energía. Y agregó: “Recién cuando se firmen los contratos, seguramente el gobernador enviará todos los expedientes a Fiscalía de Estado y al Tribunal de Cuentas para que sean vistos como corresponde”.
Muchos millones de pesos están en juego en todo el proceso que se disparó ayer. Los riesgos parecen ser descomunales, pero el horizonte que se abre si en algunas de las áreas se logra dar con parte de las reservas que contiene, en esas zonas marginales, Vaca Muerta sería insospechado para la provincia. Al igual que todo se mide en términos monetarios y en crecimiento económica para Mendoza, en clave política sucede lo mismo y en eso, Pérez ha jugado una carta tan peligrosa como ganadora. Se sabrá más adelante.
Sin la presencia de Francisco Pérez, en el Cuarto Piso de Casa de Gobierno se abrieron las ofertas para explorar y explotar ocho áreas petroleras.
Se trata de la primera instancia de la licitación para que EMESA se asocie a operadores y empresas para avanzar en el desarrollo hidrocarburífero en el sur provincial. Los pliegos fueron adquiridos por 14 empresas.
En ese contexto, se presentaron los antecedentes de algunas de esas firmas, con la ausencia de YPF. Andes Energía, Kilwer, Roch, Grec oil, Energía Mendocina, Alianza Petrolera Argentina y Crown point, son algunas de ellas.
Quienes presiden la apertura son el subsecretario de Energía y Minería de Mendoza, Pedro Sánchez; el ministro de Infraestructura, Rolando Baldasso; el titular de la Empresa Provincial de Energía, Alejandro Neme, y el secretario Legal y Técnico, Francisco García.
Al tiempo que esto ocurre, el abogado de los regantes del Valle de Uco, Marcelo Romano, intervino en el proceso en representación de Laura Montero pidiendo la intervención de la Fiscalía de Estado por el proceso licitatorio, Ello, basándose en los artículos 8.423 y 8.513 de la Ley de Creación de la empresa de energía.
Neme habló con MDZ acerca de esto último y dijo que se trata de "una cuestión política, no técnica".
A su vez, Pedro Sánchez evaluó como "positivo" la gran cantidad de propuestas que hubo.
Lindero de Piedra, Agua Botada, Sierra Azul-Calmuco, Medanito y Puelén fueron algunas de las áreas requeridas. Dos quedaron desiertas.
Qué se trata hoy
La apertura de sobres “A” del Concurso Público Nacional e Internacional que realiza el Ejecutivo es la primera instancia para la asociación de la Empresa Mendocina de Energía (EMESA) con operadores y compañías de la industria petrolera para explorar y explotar puntuales áreas de Mendoza.
En esta fase, las empresas participantes deben brindar información relacionada con su experiencia en el sector del petróleo, el desempeño como operadores de áreas hidrocarburíferas tanto en la exploración como en la explotación, la experiencia e idoneidad de su directorio y de su personal técnico, la certificación de producción y reservas, y el patrimonio neto de la empresa o grupo oferente, que no podrá ser inferior a los $85 millones.
Una vez analizada la información requerida en el sobre “A”, cada oferente recibirá un puntaje denominado “factor de adjudicación”, que no deberá ser menor a 60 puntos. Las compañías que cumplan con este factor pasarán a la segunda instancia del Concurso Público Nacional e Internacional, con la apertura de sobres “B” que se realizará el 13 de junio.
En esa instancia, se evaluarán las ofertas económicas. El proceso de análisis incluirá: el monto de la inversión que llevará a cabo en el primer período exploratorio en un plazo de tres años; el porcentaje a compartir con EMESA no podrá ser superior al 50% del patrimonio neto acreditado, por encima del mínimo requerido del 10% y que puede elevarse hasta el 15%; y el monto ofrecido en concepto de canon voluntario único, que puede ir de 0 a 5 puntos porcentuales del monto ofrecido para exploración.
MDZ Online
Mendoza quedó en el medio de la pelea; la señal no podría haber sido más negativa. YPF no se presentó ayer para competir por las nuevas áreas petroleras que Mendoza licitó y eso abrió el juego a la especulación cierta de que Miguel Galuccio, el CEO de la empresa, efectivamente no está de acuerdo con las reglas de juego que manejan las provincias y que está dispuesto a cambiarlas.
Desde hace poco menos de un mes que (como consecuencia de una pelea política entre la provincia de Neuquén y Galuccio desatada por el intento del gobernador patagónico Jorge Sapag, de impulsar la reforma de su propia ley hidrocarburífera) se viene agitando el fantasma de que a nivel nacional se está impulsando un proyecto de ley para quitarle poder a las provincias en materia de hidrocarburos.
Francisco Pérez le preguntó personalmente a Galuccio este tema hace pocos días y éste le respondió que no hay ningún proyecto en marcha aunque sí le confirmó su disputa con Neuquén.
El lunes pasado, el gobernador mendocino se reunió con Sapag y con el mandatario chubutense Martín Buzzi en Buenos Aires y allí discutieron el tema.
Para los funcionarios mendocinos no había dudas: si YPF no ofertaba en esta etapa del proceso es porque le preocupaban dos cuestiones. Una era que consideraba que el riesgo exploratorio era muy alto, ya que en esa primera etapa la provincia no aporta inversión y todo corre por cuenta de la empresa.
Lo que se licitó fueron 8 áreas en Malargüe, preferentemente en dos yacimientos, Agrio y Vaca Muerta, en dónde potencialmente hay petróleo. Convencional en un caso y no convencional en el otro. Pero nadie sabe con certeza si existe la denominada “trampa de petróleo” de donde saldrán finalmente el oro negro.
Pero también eran conscientes de que el faltazo podía deberse a que Galuccio no compartía el modelo a implementar en Mendoza. Este es, la asociación con la empresa estatal, Emesa, que en definitiva es el corazón de las diferencias que Galuccio tiene con Neuquén porque no acepta compartir el negocio con las empresas provinciales de energía.
La pelea con Sapag se desató, precisamente, porque el patagónico, una vez vencidas las concesiones actuales, planea destinar las áreas que hoy están en explotación a la empresa Gas y Petróleo del Neuquén (G&P), la empresa estatal de energía neuquina, que pasará a ser la concesionaria y negociará contratos de servicio con las operadoras. Esto, según entiende Galuccio, sería un golpe letal para el crecimiento de YPF sobre todo pensando en la explotación del yacimiento de Vaca Muerta.
También fue un desplante político a Pérez
El gobierno sintió el impacto del faltazo y lo significativo fue que hasta último momento no supieron cuál iba a ser el movimiento de la empresa.
"La verdad es que nuestra aspiración era que YPF estuviera", reconocieron a nivel oficial y nadie tenía una explicación certera de lo que había pasado.
Unas horas después un comunicado de YPF aportaba algo de claridad ante un Gobierno que seguía desconcertado. La petrolera argentina argumentó que "defiende enfáticamente la potestad de las provincias sobre sus recursos hidrocarburíferos" y que propone "un modelo alternativo" para hacer más atractiva la inversión petrolera en Mendoza.
El titular de Emesa, Alejandro Neme, le pasó a Paco el resultado de la licitación y este tomó la decisión: "Seguimos adelante", le dijo.
La ausencia dejó además una sensación de desplante fuerte: el hecho de que YPF haya decidido bajarse de la licitación de las áreas, en dónde incluso está una porción de Vaca Muerta, ratifica en los papeles que, más allá del discurso de Francisco Pérez de los últimos dos años, la petrolera estatal no tiene a Mendoza entre sus prioridades de inversión.
El de ayer fue un eslabón más en la cadena de hechos negativos de la relación entre Mendoza y la Nación en términos de materia petrolera.
Desde 2004 a esta parte la provincia resignó alrededor de U$S 800 millones por las retenciones aplicadas a nivel nacional para sostener el precio de las naftas en todo el país y, de manera inexplicable, todavía no se concreta el traspaso de las acciones que corresponden luego de la reestatización.
Además ya se sabe que los gobernadores tendrán que ser solidarios en el pago del acuerdo con Repsol y que a nuestra provincia le significará un desembolso de U$S 500 millones.
Pero la falta de inversión se notó en un dato: mientras a nivel nacional YPF logró aumentar su producción en un 3% desde 2012, en la provincia la producción cayó un 14% en el mismo período.
El gobierno buscó minimizar el impacto de la noticia. “YPF es un jugador más”, fue lo que se escuchó ayer en el Cuarto Piso de la Casa de Gobierno mientras los sobres se abrían e YPF no aparecía entre los oferentes. Pero desde ya que esto no es así.
La empresa ostenta la explotación del 80% de las áreas petroleras de la Provincia y casi el 70% de la producción total de crudo. Y desde lo político habían bajado hace poco menos de una semana señales contundentes.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, buscó despejar todo tipo de rumores al respecto de un intento de YPF por cambiar las reglas con las provincias al sostener públicamente que "YPF tiene que estar perfectamente alineada con las empresas y gobiernos provinciales". Pero eso no pasó este jueves: con la decisión de YPF no quedó demasiado claro hacia dónde apunta Cristina Kirchner en materia petrolera. Pero se despejaron las dudas acerca de lo que realmente quiere hacer Galuccio.
Después de que en la mañana de este jueves se realizara la apertura de los pliegos para la licitación de 8 áreas petroleras, y se conociera que YPF no se presentara, la empresa envió un comunicado explicando el por qué de esta situación.
A continuación el texto completo:
"YPF pone en conocimiento de la opinión pública mendocina que producto del debate de distintas alternativas compartidas con el Gobierno de Mendoza, tomó la decisión de no participar en este último proceso licitatorio.
YPF defiende enfáticamente la potestad de las provincias sobre sus recursos hidrocarburíferos. Pero, al mismo tiempo, trabaja para que grandes inversiones de importantes petroleras internacionales lleguen al país y a cada territorio provincial. Esta es la única manera de lograr la recuperación energética y el autoabastecimiento: objetivos fundamentales por los que la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández Kirchner, decidió recuperar YPF.
Es por esto que pone a consideración del Gobierno de Mendoza un modelo alternativo para futuros concursos con el objetivo de crear condiciones más atractivas, que generen confianza y que hagan más previsible la operación petrolera en todo el territorio nacional para los principales actores mundiales de la industria. Contempla también esta propuesta un esquema de trabajo junto con la Empresa Mendocina de Energía
YPF no tiene ni quiere tener ningún privilegio por ser una sociedad con control estatal. Y está dispuesta a competir de igual a igual con el resto de los actores de la industria.
YPF tiene el firme interés en incrementar su desarrollo productivo en la Provincia y está convencida de que puede aportar su conocimiento e inversión en favor de los intereses de todos los mendocinos, para seguir contribuyendo a lograr el autoabastecimiento energético y el incremento de los ingresos públicos de la Provincia de Mendoza a través de regalías y tributos asociados.
Apostamos al éxito de Mendoza en la atracción de nuevas empresas a la industria hidrocarburífera local".
El Gobierno de Mendoza licitó 8 áreas petroleras secundarias en medio de una fuerte tensión con YPF, que a último momento pidió ofertas más atractivas y como no las tuvo optó por no presentarse, tras discusiones a los gritos entre sus directivos y Francisco “Paco” Pérez.
El gobernador terminó acusando a la compañía de querer perjudicar a la provincia, donde admiten que la tensión “es máxima”.
Así, la licitación para explirar y eventualmente explorar 8 áreas petroleras secundarias en el sur de Mendoza, quedó en manos de empresas menores, y donde fue más que evidente la ausencia de la mayor petrolera del país.
YPF intentó mediante un comunicado, echar paños fríos a la pelea, afirmando que respeta la autonomía de las provincias respecto a sus recursos hidrocarburíferos, pero al mismo tiempo reclamó “modificaciones” en los contratos de concesión para que sea más “atractivo” para empresas foráneas interesarse en invertir en el país y en las provincias petroleras puntualmente.
La historia detrás del insólito faltazo de YPF en la licitación de las áreas secundarias tiene que ver con la intención de Gallucio de modificar la ley nacional de hidrocarburos.
A grandes rasgos, el CEO ve con preocupación cómo las provincias petroleras, en distinto nivel, quieren ser parte del negocio petrolero, y crean empresas estatales de energía, o modifican impuestos, para quedarse con una mayor parte de la torta.
Tanto los gobernadores Martín Buzzi, de Chubut, como Jorge Sapag, de Neuquén, quieren justamente aumentar las ganancias de sus provincias a través de distintos mecanismos, más allá de las regalías. Justamente a una reunión con estos dos mandatarios acudió Pérez en Buenos Aires el lunes pasado, y la difundió. Se trató de un mensaje a YPF y a Gallucio.
La respuesta no se hizo esperar: tres días después, el mendocino sufrió un duro desplante por parte de la petrolera.
Según contaron fuentes oficiales, hasta el miércoles en la tarde, los técnicos de YPF estuvieron trabajando en los pliegos para pujar por las áreas mendocinas.
Pero en la mañana del jueves, a cambio de modificar los pliegos licitatorios para el futuro, altos ejecutivos de YPF se reunieron con Pérez en la Casa de Gobierno, poco antes de que se realizara el acto de apertura de sobres.
A Paco le parecieron “un atropello” las “sugerencias” de los directivos, por los que, muy ofuscado e incluso a los gritos, les hizo saber que sus pedidos era inaceptables. En ese momento, YPF decidió no presentar oferta por las áreas, y Pérez no estar presente en el acto, al que había ya comprometido su presencia.
La respuesta de YPF
A las pocas horas, cuando ya las preguntas de por qué no se había interesado YPF en las 8 áreas secundarias que licitó Mendoza fueron cada vez más insistentes, desde la oficina de Prensa de la petrolera en Mendoza, se envió un comunicado a los medios.
En sus párrafos más interesantes, la petrolera afirma: “YPF pone en conocimiento de la opinión pública mendocina que producto del debate de distintas alternativas compartidas con el Gobierno de Mendoza, tomó la decisión de no participar en este último proceso licitatorio. YPF defiende enfáticamente la potestad de las provincias sobre sus recursos hidrocarburíferos.
Pero, al mismo tiempo, trabaja para que grandes inversiones de importantes petroleras internacionales lleguen al país y a cada territorio provincial. Esta es la única manera de lograr la recuperación energética y el autoabastecimiento: objetivos fundamentales por los que la presidenta de la Nación, Cristina Fernández Kirchner, decidió recuperar YPF”.
Inmediatamente, la empresa plantea la necesidad de modificar los procesos licitatorios, en este caso, de Mendoza: “Es por esto que pone a consideración del Gobierno de Mendoza un modelo alternativo para futuros concursos con el objetivo de crear condiciones más atractivas, que generen confianza y que hagan más previsible la operación petrolera en todo el territorio nacional para los principales actores mundiales de la industria".
"Contempla también esta propuesta un esquema de trabajo junto con la Empresa Mendocina de Energía.YPF no tiene ni quiere tener ningún privilegio por ser una sociedad con control estatal. Y está dispuesta a competir de igual a igual con el resto de los actores de la industria”.
Es llamativo cómo YPF blanqueó las diferencias con Paco Pérez, obviando no obstante los fuertes cruces del gobernador con los directivos de la empresa.
Asimismo, hay otro aspecto que le desagrada a la petrolera y que tiene que ver con el pago chico. En Mendoza, dos empresarios mediáticos de mucho poder de fuego, armaron empresas petroleras para poder ser parte del negocio.
Es el caso de Daniel Vila y Omar Álvarez. Esto molesta a YPF, ya que no son pocos los que interpretan que las licitaciones pueden ser utilizadas para “devolver favores” a los empresarios de medios, quienes, a su vez, a través de sus empresas no tienen ni la capacidad y el conocimiento con el que sí cuenta YPF.
Con todo, el episodio en Mendoza reveló la sorda pelea que viene manteniendo Gallucio con los gobernadores petroleros, quienes a su vez ven una posibilidad de recursos en el corto plazo que, para el CEO de YPF lo único que hará será “espantar inversores internacionales”.