Continuando con el proceso de erradicación de la minería ilegal, el Poder Ejecutivo asestó un nuevo golpe a la informalidad destruyendo ayer maquinaria utilizada en la extracción de oro, en la cuenca del río Inambari. La acción de interdicción se cumplió en el distrito selvático de San Gabán, provincia de Carabaya, y el valor de lo destrozado sobrepasa los 500 mil dólares.

La extracción ilegal inició hace cinco años en la jurisdicción. Desde entonces la minería ilícita creció de manera ostensible en la zona, produciendo un desastre ambiental por ser altamente contaminante. Además generaba un perjuicio al Estado por evasión de impuestos.

Por ello, ayer un grupo de 200 efectivos policiales de las regiones de Puno, Cusco y Madre de Dios, arribaron al lugar cerca a las 4.00 horas de la madrugada, a bordo de tres helicópteros. Además contaron con apoyo terrestre desde la localidad de Mazuko (Inambari, Tambopata, Madre de Dios), ubicada en la frontera con Puno.

Los agentes, divididos en dos grupos y acompañados de diez representantes de la Fiscalía Especializada en Medio Ambiente, interceptaron la maquinaria utilizada por la minería ilegal. Tras las diligencias preliminares, las autoridades dinamitaron lo hallado.

Daniel Urresti, alto comisionado para la Interdicción y Formalización de la Minería, quien dirigió el operativo, informó que se destruyó un cargador frontal y dos dragas pequeñas, además de varios instrumentos y herramientas que usaban los mineros ilegales. Al parecer advertidos de la presencia policial, los extractivos huyeron de la zona abandonando los campamentos mineros.

En el operativo, además se acabó con seis chutes (estructuras de fierro y troncos para procesar mineral), veinte motores y una cantidad de combustible aún por determinar.

Las autoridades informaron también que antes de la intervención se hizo un reconocimiento aéreo de la zona con apoyo de tres helicópteros del Ejército, la Policía y de la Marina de Guerra.

Gran operativo

Según declaró Urresti a medios de prensa, el operativo forma parte de un “gran operativo de control” que ejecuta el Gobierno desde hoy en la zona tripartita de las regiones de Puno, Cusco y Madre de Dios. En las cuencas de esas regiones la minería ilegal creció de forma peligrosa, así como el narcotráfico.