En un comunicado que publicó anoche a última hora, el Ministerio de Economía rechazó las recientes críticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la Argentina. Y cuestionó el “sesgo ideológico” del organismo, en alusión a los dichos de la jefa de estudios regionales del Departamento del Hemisferio Sur, Dora Iakova, que criticó los subsidios a la energía y recomendó recortarlos. Algo que el propio Gobierno comenzó a aplicar desde el mes pasado con las tarifas del gas y el agua.
“El FMI vuelve a mostrar su sesgo ideológico y su predisposición a criticar a determinados países cuando señala a Argentina, Bolivia, Haití, Ecuador y Venezuela, a pesar de que el gasto en subsidios constituye un fenómeno generalizado en toda América latina y el Caribe, pero también en el mundo”, señaló la cartera que encabeza Axel Kicillof.
El FMI “omite mencionar que los subsidios a la energía son una política que, en el caso particular de Argentina, se ha demostrado exitosa para incrementar el poder adquisitivo de los trabajadores, fomentar el consumo interno y para mejorar la competitividad de las empresas que operan en el país”, dice el comunicado.
“En este marco, Argentina ratifica su decisión de diseñar e instrumentar de manera soberana su política económica, cuyo objetivo es continuar con un proceso de crecimiento y desarrollo con inclusión social en el país”, añadió.
Y planteó que el FMI “debería explicar por qué las críticas hacia los subsidios se focalizan exclusivamente en aquellos destinados a la energía y no se mencionan los multimillonarios recursos que los países desarrollados destinan a sus sectores agrícolas. La Unión Europea emplea actualmente cerca de 480.000 millones de dólares en subsidios a su sector agrícola, que representa casi 10 años de exportaciones argentinas de productos primarios y manufacturas de origen agropecuario”, concluyó.
El Palacio de Hacienda salió ayer al cruce de las declaraciones de la jefa de estudios del Departamento del Hemisferio Sur del FMI, Dora Iakova, cuestionando los subsidios a la energía. En un comunicado, el Ministerio de Economía indicó que "el FMI vuelve a mostrar su sesgo ideológico y su predisposición a criticar a determinados países cuando señala a la Argentina, Bolivia, Haití, Ecuador y Venezuela, a pesar de que el gasto en subsidios constituye un fenómeno generalizado en toda América Latina y el Caribe, pero también en el mundo".
Remite, además, a un informe elaborado por el propio Fondo ("Reforma de los subsidios a la energía), en el que se revela que "la inversión pública en materia de subsidios realizada por la Argentina se encuentra en línea con el promedio mundial". "Para 2013, mientras que la Argentina destinó 2,88% del PBI a subsidios en energía, el promedio mundial se ubicó en un 2,7%, mientras otros países destinan a ese fin porciones aún mayores de su producto: EE.UU. un 3,3%; China un 6,8%; y Rusia un 6,3%", añadió.
Economía también afirmó que "medidos como porcentaje de los ingresos tributarios, los subsidios en la Argentina se encuentran muy por debajo de países como EE.UU. (10,6%), Rusia (16,4%) o China (16,9%)".
El comunicado oficial enfatizó que el FMI "debería explicar por qué las críticas hacia los subsidios se focalizan exclusivamente en aquellos destinados a la energía y no se menciona los multimillonarios recursos que los países desarrollados destinan a sus sectores agrícolas". Acotó que según la OCDE, la Unión Europea destina cerca de u$s 480.000 millones al sector agrícola y EE.UU. 390.000 millones.
Por último, el Palacio de Hacienda dijo que "la Argentina ratifica su decisión de diseñar e instrumentar de manera soberana su política económica, cuyo objetivo es continuar con un proceso de crecimiento y desarrollo con inclusión social en el país".