La compañía española Abengoa, que aplica soluciones tecnológicas para el desarrollo sostenible en los sectores de energía y medioambiente, ha obtenido la calificación medioambiental favorable para desarrollar la mayor planta termosolar de Sudamérica. El proyecto, que ha recibido el consentimiento de las autoridades del Servicio de Medio Ambiente de Chile, evitará la emisión a la atmósfera de aproximadamente 643.000 t CO2 al año.
La construcción de esta planta supone 700 puestos de trabajo directos y otros indirectos. Posteriormente, una vez que el proyecto pase a operación comercial, se crearán unos 50 puestos de trabajo estables. Mañana se realizará una ceremonia de inicio del proyecto, aunque el comienzo de la construcción está previsto durante el segundo trimestre de 2014. Será entonces cuando Cerro Dominador se convertirá en la primera planta termosolar para producción directa de electricidad de Sudamérica, con 110 MW de potencia instalada. También se trata de la primera planta de energía renovable no convencional que servirá como central de carga base gracias a la estabilidad y fiabilidad de su producción. Además, contará con un sistema de almacenamiento térmico diseñado y desarrollado por Abengoa, que permite producir electricidad sin necesidad de recurso solar durante 18 horas aproximadamente. Esto permite suministrar electricidad de forma estable 24 horas al día y responder a todos los periodos de demanda de consumo energético.
El proyecto, ubicado en el desierto de Atacama, la zona con mayor nivel de radiación solar en todo el mundo, según informa la compañía, ha recibido visitas periódicas de las autoridades del Servicio de Medio Ambiente de Chile y los servicios regionales con el objetivo de realizar distintos tipos de evaluaciones, como el uso del suelo, el agua, el aire, emisiones y residuos, para poder dar su aprobación. De esta manera, el proyecto se integra dentro del programa nacional chileno para el desarrollo de energías renovables del Gobierno de Chile, que tiene como objetivo proporcionar un futuro energético limpio, reduciendo así su dependencia del carbón y del gas natural, impulsando a su vez el desarrollo económico.