Normalmente, que grandes nombres salgan disparando del registro de accionistas es una señal de peligro. Para Repsol, el gigante petrolero español que hace tiempo atraviesa problemas políticos y corporativos, significa un dulce alivio.
Algunos de los dueños de Repsol se comportaron bastante extraño todo el tiempo. Y se muestran más raros aún ahora que Repsol finalmente resolvió la expropiación de la mayor parte de su participación accionaria en YPF, un gran activo hasta que el gobierno argentino se lo sacó.
Piense quién tiene más probabilidades en el futuro cercano de vender acciones de Repsol (que están cerca de su nivel más alto en 52 semanas). Pemex está avanzando cada vez menos sutilmente hacia una venta de su participación accionaria de 9%. La petrolera estatal de México no se quiere quedar afuera del movimiento de accionistas.
También, la compañía constructora española Sacyr. Pronto podría vender su 3% o 4% de Repsol. Sacyr tenía en total una décima parte, el remanente de una quinta parte adquirida en la cima del mercado en 2006 un tonto intento de diversificación. La participación terminó siendo garantía de la reestructuración que hizo Sacyr de su negocio cuando se alejó de la construcción de viviendas en España. Cualquier venta al precio actual de las acciones de Repsol sería por encima del valor que tienen las acciones en las cuentas de Sacyr.
Es cada vez más probable que haya una venta porque la lista de accionistas de Sacyr es en sí misma muy diferente a la de años atrás: una compañía cuasi-privada con un 20% con cotización bursátil pasó a pertenecer en dos terceras partes a inversores extranjeros. Tales dueños quizás estén concentrados en el corto plazo, pero sus intenciones son al menos transparentes.
Repsol mismo tiene una estrategia de corto plazo hacia los activos argentinos. El 12% de YPF que no fue expropiado acaba de ser vendido a Morgan Stanley. JPMorgan se quedó con u$s 2.800 millones en bonos argentinos recibidos a cambio de YPF, a pocos días de que recibidos.
Repsol podría usar ese dinero para invertir en activos de exploración y producción de petróleo en lugares más seguros que Argentina. No se compliquen a partir de ahora, por favor.