La caída de petróleo de la variedad Medanito –el crudo liviano que produce la Cuenca Neuquina– provocó un cuello de botella en el sector de refino. La creciente demanda de combustible atada al boom de venta de autos terminó por complicar todo.
Para salvar estas diferencias entre oferta y demanda, el gobierno nacional autorizó a las refinadoras a que importen combustible. Sin embargo, ahora tiene nuevos planes y promovió la compra de petróleo liviano, con la intención de que se refine a nivel local. Esto bajará los costos y además permitirá agregar algo de valor en origen.
Según publicó esta semana el portal El Inversor Online, el primer barco con crudo importado llegará en los próximos diez o veinte días a Puerto Rosales. Serán un millón de barriles de la variedad Bonny Light, que se produce en Nigeria.
La importación estará a cargo YPF pero por cuenta y orden de Enarsa. Se pagará por cada barril de crudo alrededor de 115 dólares (incluido los costos de flete) y se revenderá a las petroleras locales a 82. La diferencia la afrontará el Estado a través de un subsidio. El gobierno calcula, sin embargo, que podrá ahorrar divisas porque el crudo es a la larga más barato que el combustible ya refinado.
Según consignó El Inversor, "cerca de un 60% de ese crudo se destinará a través de los ductos de Oldelval (Oleoductos del Valle) hasta la refinería de YPF en Ensenada (La Plata). Un 15% se transportará por la misma vía hasta la planta de Axion Energy (ex-Esso) en Campana y el 25% restante viajará por vía marítima hasta San Lorenzo, a la refinería de Oil".
Petrobras decidió quedarse afuera porque su refinería ubicada en Bahía Blanca, la más pequeña del parque local, no cuenta con capacidad ociosa. Tampoco Shell será de la partida.