El presidente de YPF, Miguel Galuccio, cerró ayer su mejor semana al frente de la mayor empresa del país. Las buenas noticias para él comenzaron el miércoles, con la venta por parte de Repsol de casi un 12% de participación en la compañía local que le quedó tras la expropiación de su 51%, continuó con la emisión de deuda por parte del Gobierno para saldar las cuentas con la española y alcanzó su punto más alto anteayer, cuando comunicó los resultados de la compañía durante el primer trimestre del año, con un aumento del 18,5% en la producción de gas, 6,8% en la de crudo y ganancias por $ 2881 millones, 129% más que en el mismo período del año pasado.
En varias ocasiones, el titular de YPF le transmitió a su equipo que el conflicto con Repsol no dañó comercialmente a la petrolera, pero impedía mantener el "foco" en la gestión cotidiana. Con ese escollo en el pasado, Galuccio trazó los lineamientos para el mediano plazo. Contempla mantener el incremento de la producción como hasta ahora y avanzar hacia un conocimiento más detallado de la formación Vaca Muerta, que se estudia en paralelo en la Argentina y en Houston. Pero la lista de tareas también encierra una novedad: por primera vez en meses, YPF puso en marcha contactos para reactivar la exploración en el mar Argentino, una iniciativa que había quedado en suspenso incluso antes de la expropiación de la empresa. El último intento de la compañía en esa área había sido bajo la gestión de la familia Eskenazi, con escaso éxito.
CONTACTO NORTEAMERICANO
Galuccio se vio las caras hace tres meses en Nueva York con Rex Tillerson, CEO de la norteamericana ExxonMobil, la mayor petrolera privada del planeta. Hablaron de estudiar alternativas en conjunto en el mar que llega a las costas de Buenos Aires. El equipo de Galuccio continuó las discusiones con el equipo local de ExxonMobil, que tiene proyectos incipientes para producir petróleo en Neuquén.
En el mismo movimiento, YPF sumó a Total a la discusión. La francesa es la única especialista en el mar Argentino. Desarrolló los yacimientos Carina y Aries a fines de la década pasada y ahora tiene en marcha Vega Pléyade, todos en la provincia de Tierra del Fuego. Se trata de una de las pocas iniciativas multimillonarias de inversión en la Argentina.
Galuccio ocupa un sillón especial: como presidente de YPF está en contacto con el resto del sector, pero además tiene acceso directo a la presidenta Cristina Kirchner y al resto de los funcionarios. En ocasiones, emplea esa característica para destrabar algunas cuestiones en el sector petrolero. Total, por caso, tuvo problemas con el Banco Central para girar los dólares necesarios para pagar algunos servicios. Desde YPF, interesada en que el resto de las empresas aumenten la producción, levantaron el teléfono para advertir sobre esa situación.
Si bien se trata de un proyecto en estudio, los equipos de la empresa local, Total y ExxonMobil trabajan para estudiar en conjunto alternativas de inversión en diversos bloques de la denominada Cuenca Colorado Marina en búsqueda de la continuación de la estructura geológica que encontraron en Uruguay. El resultado es todavía incierto, pero el primer pasó está dado.
Galuccio no intentó ocultar ayer su optimismo en diálogo con los inversores. "La semana pasada comenzaron a trabajar walking rigs [equipos de perforación que se trasladan sin desmontar] que hacen en un promedio de entre dos y cuatro horas el trabajo que antes demoraba hasta seis días", sostuvo.
Hacia fin de año, además, espera cerrar otro acuerdo de inversión millonario con una empresa extranjera, similar al que alcanzó con Chevron. Será la malaya Petronas, con interés en comprar una porción del área La Amarga Chica, con la intención de producir hidrocarburos de Vaca Muerta.
Galuccio también está convencido de que el conflicto con la española Repsol friccionó la relación con las compañías europeas, a diferencia de lo que ocurrió con las norteamericanas. Por eso no descarta que, con ese capítulo cerrado, se renueve el diálogo con las empresas del otro lado del Atlántico.
Los contactos con algunas de ellas, como la gigante italiana Eni, ya están en marcha.
MIGUEL GALUCCIO
Presidente de YPF
"La semana pasada comenzaron a trabajar walking rigs [equipos de perforación] que hacen en un promedio de entre dos y cuatro horas el trabajo que antes demoraba seis días"
Con un salto de más del doble en las ganancias de YPF y el fin de la pelea con Repsol, Miguel Galuccio ahora se puso como meta cerrar antes de fin de año un acuerdo con la malasia Petronas, tentar a alguna compañía europea y que el 10% de la producción de crudo provenga de yacimientos no convencionales, casi dos veces más que en la actualidad. El CEO de YPF apuesta a cerrar diciembre con un alza total de 5% en la producción de petróleo y 18% en gas.
La salida de Repsol del paquete accionario y el ingreso de fondos de inversión de peso –en el mercado se habla de Fidelity, GSO (una afiliada de Blackstone) y grupos brasileños– también alivian la gestión de Galuccio y se convierten en una buena carta de presentación al momento de buscar financiamiento. De hecho, el directorio ya aprobó una emisión de US$ 500 millones, aunque la mayor parte se colocaría en el país, en un plazo de 4 a 6 semanas, según dijo ayer a los inversores Daniel González, director financiero de la empresa.
“No cerrar un acuerdo con Repsol dañaba la posibilidad de captar socios en Europa, que también es una puerta para Asia y Medio Oriente”, sostuvo Miguel Galuccio, en el marco de la presentación de resultados. Hasta ahora, YPF consiguió socios en Estados Unidos –como Chevron (shale oil) y Dow (shale gas)– y también se unió a la argentina Pampa. Galuccio mira a la italiana ENI o a la noruega Statoil como prospectos. “Pero el próximo acuerdo que me gustaría hacer para Vaca Muerta, antes de fin de año, es con Petronas, que es una compañía moderna y activa. Diversificaría nuestro portfolio”, sostuvo Galuccio, que vivió en Asia y conoce el idioma.
En el camino quedaron las posibles asociaciones con Bulgheroni y Eurnekian. Y, aunque al CEO de YPF le interesa Pemex, admitió que en estos momentos un acuerdo con la mexicana no es una prioridad para ninguna de las partes, aunque resaltó la mano que dio la compañía en el acuerdo con Repsol.
También hacia adelante está la consolidación de los activos de Apache que YPF compró en febrero (que pasaron a llamarse YSur), en los que invertirán US$ 250 millones este año. Ya están poniendo más equipos de perforación. Sin la compra de Apache, la inversión de YPF en el tercer trimestre fue de casi $ 10.000 millones, 127% más que en 2013. La empresa ganó $ 2.900 millones, un 127% más. En dólares, la ganancia operativa aumentó 14%, a US$ 578 millones.
La buena performance en dólares se debe, en parte, al acuerdo de las petroleras y el Gobierno para actualizar el precio de las naftas tras la devaluación. El último aumento, de 3,8%, fue este mes (las subas ya superan el 30% en el año) y en la empresa creen que, en el corto plazo, no habrá nuevos incrementos, siempre que el dólar se quede en $ 8. González le dijo a los inversores que confían en que se podrán ir manteniendo los precios al nivel del dólar. No esperan otro cimbronazo como el de enero, pero prevén ajustes si hay movimientos. “Si no se ajustan los precios este negocio no es viable”, opinan.
Aunque las gestiones realizadas durante la segunda mitad del año pasado se desvanecieron sin resultados en concreto, la compra de los yacimientos de Petrobras en Neuquén sigue en el radar de YPF.
Es lógico: la petrolera brasileña –que está encarando un programa de desinversión a nivel mundial por US$ 11 mil millones– controla más de veinte campos hidrocarburíferos en esa provincia y es la segunda con mayor acreaje en la cuenca, detrás de YPF.
La dilación de Petrobras Brasil, que preside Graça Foster, para continuar con su plan de achicamiento en la Argentina tras la fallida venta, a mediados de 2013, del 51% del paquete accionario de su filial local a Oil, la petrolera de Cristóbal López, atentó contra los intereses de la compañía que preside Miguel Galuccio.
Tampoco ayudó el enfriamiento de la relación entre los gobiernos de Cristina Kirchner y Dilma Rousseff por los desbarajustes de la economía argentina provocados por el cepo cambiario, las trabas comerciales y la inflación.
Hoy, en cambio, el escenario parece haber cambiado. Según confirmaron a PERFIL fuentes del mercado hidrocarburífero, las petroleras están negociando una inversión conjunta en un área de Neuquén concesionada a Petrobras. Se trata de Río Neuquén, un bloque que, aunque permanece improductivo, cuenta con un importante potencial gasífero.
De hecho, en los últimos dos años varias petroleras intentaron quedarse con el yacimiento. La que más cerca estuvo fue Pan American Energy (PAE), la segunda petrolera del país, controlada por los hermanos Bulgheroni, que avanzó hasta instancias definitorias en la redacción de un contrato de farm in, pero finalmente no logró cerrar la operación. También la local Pluspetrol, la cuarta productora de crudo y gas, tuvo contactos con Petrobras por el yacimiento.
El interés de YPF reside en la necesidad de incrementar la producción de gas, el principal insumo de la matriz energética, que a nivel nacional descendió el 17% desde 2005 y obligó al Gobierno a gastar más de US$ 5 mil millones anuales para importar el fluido desde Bolivia y por barco Gas Natural Licuado.
Petrobras licitó el año pasado un equipo para extraer tight gas –un tipo de explotación convencional del fluido pero en formaciones menos permeables– en Río Neuquén, pero la compulsa terminó desierta. “Por eso, se iniciaron gestiones con YPF para explotar el yacimiento en conjunto”, precisó a este diario una fuente involucrada de manera directa en la operación. El viernes, la calificadora Standard & Poor’s matuvo su nota negativa de CCC+ de Petrobras Argentina por sus dudas sobre si la empresa podrá cumplir sus obligaciones en moneda extranjera por las restricciones para obtener y girar divisas.