La presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo que el banco central no tiene prisa para decidir el tamaño apropiado de su balance y pidió al Congreso abordar los desafíos presupuestarios a largo plazo del país, tras advertir que el camino actual es insostenible.
En un testimonio ante una comisión del Senado, Yellen dijo que aún no se había tomado una decisión sobre la cartera de activos del banco central, que ha crecido a US$4,5 billones desde cerca de US$800 mil millones en el 2007.
Tres rondas de compras de activos destinadas a estimular la economía tras la crisis financiera 2007-2009 han abultado la hoja de balance al actual nivel récord. En tanto, la Fed, aún no satisfecha con la recuperación de la economía estadounidense, sigue comprando US$45 mil millones mensuales en bonos, aunque estas compras deberían terminar a fines de este año.
Yellen dijo que la cartera de activos del banco central podría comenzar a achicarse una vez que la Fed decida subir las tasas de interés desde sus niveles actuales de casi cero.
Además, aseguró que si finalmente la hoja de balance del banco central se reduce a los niveles anteriores a la crisis, el proceso tomaría buena parte de una década.
"No hemos decidido, y probablemente esperaremos hasta que estemos en el proceso de normalización de la política (monetaria) para decidir cuál será la hoja de balance a largo plazo", aseguró Yellen, agregando que sería "sustancialmente menor" de lo que es en la actualidad.
Si bien el banco central podría vender los bonos respaldados por hipotecas que ha acumulado, anteriormente ha enviado señales de que es más probable que deje de reinvertir los fondos de los activos que hayan vencido y luego, con el transcurso de los años, dejar que expiren los activos de su hoja de balance de manera natural.
"Si hacemos eso y nada más, probablemente tomaría de cinco a ocho años retornar (la hoja de balance) a los niveles precrisis", dijo Yellen sobre la suspensión de reinversiones.