El Gobierno volvió a emitir deuda en dólares, por US$ 6.150 millones. El detalle es que todos esos papeles fueron a una misma mano: la petrolera Repsol. Así se formalizó el pago por la expropiación del 51% de YPF. Ahora la expectativa de los analistas esta puesta en el Bonar 2024, el nuevo título soberano con el que la Argentina vuelve indirectamente al mercado financiero internacional y que, al precio de mercado, rendirá cerca del 14%, tres veces más que sus pares de la región.
La emisión consta, según se publicó ayer en el Boletín Nacional, a través de la resolución 26/2014, contempla la ampliación de la emisión del Bonar X por un monto US$ 800 millones; Discount 33 por US$ 1.250 millones,Boden 2015 por US$ 400 millones y el nuevo Bonar 2024 por US$ 3.550 millones. Además, se emitió una garantía otorgada por el Banco Nación por US$ 150 millones.
Repsol, por su parte, dio por cerrado el acuerdo por YPF con una nota enviada a la Bolsa donde notifica haber recibido los bonos. El valor de referencia tomado para la entrega de los títulos es correspondiente al precio de mercado que los mismos registraron en promedio durante 90 días.
Aunque el nuevo título en dólares se canjeó directamente a la empresa, Antonio Brufau ya confirmó que se desprenderá de los mismo lo antes posible. De hecho contrató a bancos de inversión que comenzaron a ofrecerlo entre bancos de inversión. Anoche, con mucha demanda, se estimaba que el bono saldrá al mercado al 86 dólares, lo que supone una tasa de retorno del 11%. Hay dos características que lo hacen atractivos a los ojos de los grandes inversores: es en dólares y no hay otro título en el mercado con un plazo similar. El cupón que paga es del 8,75% y su rendimiento casi triplica el de papeles similares de Uruguay, Bolivia o Paraguay. La última vez que Argentina colocó deuda en la plaza internacional fue en 2007 cuando canjeó bonos con Venezuela.
“Será cuestión de estar atentos a cuando aparezcan estos títulos por primera vez cotizando en Bolsa porque su precio es probable que empiece a crecer rápidamente porque todo el mercado está concentrado en buscar títulos de plazos como presenta este”, explicó a este diario el ex secretario de Finanzas Miguel Kiguel quien a su vez recordó que los títulos argentinos “son atractivos porque rinden tres veces más que sus pares de la región”.
El riesgo país de argentina, según JP Morgan, se ubicó ayer en 752 puntos, mientras que el de Brasil es de 204 puntos y Uruguay 174.
Repsol juega al misterio sobre qué hará con el paquete de US$ 5817 millones de deuda argentina que cobró ayer por la estatización de YPF. Pero el mercado lo tiene claro: los analistas financieros europeos dan por sentado que la petrolera española monetizará los bonos en el cortísimo plazo.
Ayer, el Ministerio de Economía confirmó que entró en vigor el acuerdo con Repsol por la expropiación del 51% de YPF, mediante el cual el Gobierno recibió documentos para transferir las acciones y entregó títulos de deuda pública por aquel valor.
El Gobierno sigue con atención los movimientos de la empresa con el temor de que una venta en bloque provoque una sobreoferta de deuda y derrumbe el precio de los títulos, que se había recuperado de manera notable a partir del acuerdo que cerró el conflicto por YPF.
"Queremos maximizar el valor y encontrar una forma razonable de monetizar los bonos, pero no somos un fondo de pensiones y no vamos a quedárnoslos para siempre", argumentó ayer el director financiero de Repsol, Miguel Martínez, en una conferencia con analistas.
Añadió que la opción no es "cuanto antes mejor", sino "a mayor precio mejor". Según explicó, "si aparece una ventana de oportunidades" se ejecutarán ventas parciales. En todo caso, la compañía aspira a tener todo el dinero en caja en un año.
Repsol se movió con el mismo sigilo a la hora de ubicar sus acciones restantes de YPF -un 12%-. Dijo que estaba estudiando cómo desprenderse de ellas, se habló de un plan gradual, pero finalmente anunció esta semana una salida casi total con una venta a Morgan Stanley por 1255 millones de dólares.
Analistas de Ahorro Corporación Financiera (ACF) opinaron que la monetización de los bonos podría hacerse en el corto plazo para aprovechar "el relativamente bajo nivel de descuento" que se aplica en estos días a la deuda argentina. Eso le permitiría a Repsol obtener una cifra muy cercana a los US$ 5000 millones en que se tasó su participación expropiada en YPF.
La calificadora Fitch también auguró un proceso rápido de venta de los bonos, lo que podría redundar en una mejora del rating de Repsol. Eso ocurriría cuando la monetización alcance al menos los 3000 millones de dólares (una cifra que en el mercado dan por hecho que la empresa querrá conseguir cuanto antes).
El Banco Sabadell consideró en una nota a sus clientes que la venta de las acciones de YPF fue "una buena noticia" para los inversores en Repsol y que avanzar ahora con la colocación de los títulos de la indemnización sería un paso lógico que repercutiría positivamente en el valor de la empresa.
Una señal a favor de una operación de monetización exprés es que los bonos argentinos podrían empezar a perder valor ante la incertidumbre que rige la economía del país, después del impulso favorable que generó el giro ortodoxo dispuesto por el gobierno kirchnerista a partir de febrero.
Tener en su poder los bonos será el último hilo que une a Repsol con la Argentina, después de haber manejado durante 13 años la principal empresa energética del país. El contrato firmado ayer dispone que la deuda del Estado con los españoles sólo se extinguirá cuando la petrolera ingrese en caja un mínimo de 4670 millones de dólares como resultado de la venta o el vencimiento de los títulos. Si la operación le permitiera cobrar más de 5000 millones deberá devolver el excedente de esa cifra.
FUERTE SUBA DE LA PRODUCCIÓN DE YPF
Tras el acuerdo con Repsol, YPF mostró ayer los mejores balances trimestrales en años. Según la información difundida por la empresa, las ganancias del primer trimestre sumaron $ 2881 millones, 129% más que en el mismo período de 2013. Además aumentó 18,5% la producción de gas y 6,8% la de petróleo crudo.
Hasta marzo, YPF invirtió $ 9722 millones, 127% más que el año pasado, sin incluir sus adquisiciones. Eso incluyó, entre otras cosas, la realización de 50 pozos en la formación Vaca Muerta, de donde se extrajeron 18.600 barriles diarios.
La compañía estatal aportó $ 1904 millones a las provincias en concepto de regalías, 58% más que en el mismo lapso de 2013..
“En el día de hoy, Repsol y la República Argentina han verificado el cumplimiento de las condiciones suspensivas previstas en el Convenio y la realización de las demás actuaciones a las que quedaba sujeta su eficacia y entrada en vigor (el "Cierre").”
Así comienza la carta que la petrolera Repsol envió hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España, con el detalle de los títulos de deuda pública recibidos por la expropiación de YPF: Bonar X, por US$ 500 millones; Discount 33, por US$ 1.250 millones; Bonar 24, por US$ 3.250 millones; y Boden 2014, por US$ 317 millones.
En la comunicación al regulador bursátil español, la petrolera explica que los US$ 317 millones que sobrepasan de los US$ 5.000 millones se entregaron para llegar al mínimo de US$ 4.670 millones de valor de mercado previsto en el convenio de compensación: “Se ha tomado en cuenta el valor de mercado de los Bonos a 30 de abril de 2014 – calculado por referencia al valor promedio de los mismos durante los 90 días anteriores en función de cotizaciones proporcionadas por cinco bancos internacionales de primer orden”.
El Gobierno también entregó a la petrolera de origen español una garantía otorgada por el Banco de la Nación para garantizar el pago de los intereses del Bonar 24, con un importe máximo de US$ 150 millones de dólares y una vigencia de 18 meses.
A cambio, el Gobierno recibió “los documentos necesarios para la transferencia a favor de ésta de 200.589.525 acciones Clase D de YPF, S.A. y de 89.755.383 acciones Clase A de YPF Gas, S.A., objeto de la expropiación, así como los escritos de desistimiento de las acciones judiciales, administrativas y arbitrales”.
El convenio por la compensación a Repsol debido a la expropiación del 51% de las acciones que tenía en YPF entró en vigencia ayer, con la entrega de parte del Gobierno de los títulos públicos convenidos por un valor nominal de u$s 5.317 millones. La española ya está tanteando la posibilidad de colocar esos bonos en el mercado, en especial el Bonar 2024, del que recibió u$s 3.250 millones a valor nominal. La empresa informó haber recibido títulos de la deuda pública argentina por un valor de mercado de u$s 4.670 millones considerando el promedio de los 90 días anteriores al 30 de abril.
Para este fin, la Secretaría de Finanzas dictó la Resolución 26 ampliando la emisión de Bonar X por u$s 800 millones, Discount 33 por u$s 1.250 millones, Boden 2015 por u$s 400 millones y Bonar 2024 por u$s 3.550 millones. En total, u$s 6.000 millones. La resolución aprobó la emisión de una Letra del Tesoro en garantía por u$s 150 millones al Banco Nación, por la fianza a ser otorgada por esa entidad a Repsol.
El final del proceso se concretó durante un acto en el Palacio de Hacienda, donde el ministro Axel Kicillof y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, firmaron la documentación. Por Repsol estuvieron el director general de la compañía, Nemesio Fernández Cuesta, y Luis Suárez de D'Lezo Mantilla, secretario del Consejo de Administración.
El Ministerio de Economía dijo que "luego de que se verificara el cumplimiento de las condiciones suspensivas acordadas por las partes, entró en vigencia el Convenio de Solución Amigable y Avenimiento de Expropiación". Repsol entregó a la Argentina los documentos necesarios para la transferencia a su favor de 200.589.525 acciones Clase D de YPF y 89.755.383 acciones Clase A de YPF Gas y los desistimientos de las acciones judiciales, administrativas y arbitrales .
El director financiero de Repsol, Miguel Martínez, afirmó: "Queremos maximizar el valor y encontrar una forma razonable de monetizar los bonos". Añadió: "Cuanto antes se vendan, mejor" y "cuanto mayor sea el precio, también mejor". En medios españoles se dedujo que Repsol buscará desprenderse de todos los bonos antes de fin de año.
Una de las condiciones sine que non del acuerdo consesuando entre Repsol y el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner que indemnizó ayer a la española (con bonos por u$s 5.000 millones) por el paquete accionario de 51% que tenía en YPF y que le fue expropiado en abril de 2012, exigía que las partes desistan de los juicios impulsados en distintos tribunales (locales e internacionales). Sin embargo, en el listado de litigios que se estableció en el anexo del arreglo, de las 28 causas mencionadas e iniciadas por Repsol y por terceros contra la Argentina y/o YPF, curiosamente no figura una que todavía sigue en curso y que le podría costar al Estado nacional millones de dólares.
Se trata de una demanda de un grupo de accionistas minoritarios de la petrolera que conduce Antonio Brufau (inversores agrupados en la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec), junto con otros particulares) que se inició en mayo de 2013. El Cronista había informado en su edición del 15 de agosto sobre este juicio que demanda al Estado argentino por daños y perjuicios, a raíz de la expropiación. El reclamo además del planteo inconstitucional apunta a compensar el uso que, según los demandantes, se hizo gratuitamente de los derechos accionarios durante todo el período en que el país confiscó sin pagar las acciones mientras usaron los derechos. En la demanda entienden que el pago que se efectuó es por la propiedad de las acciones.
Si bien en la demanda no está especificado un monto concreto de reclamo (porque se estableció que sería objeto de determinación mediante una pericia y en el momento en que se inició la demanda no había certeza en cuanto al valor de la compañía), le podría costar a la Argentina millones de dólares.
El Estado, en su momento, respondió a la demanda alegando que los argumentos no tenían legitimidad. Hoy el expediente se encuentra en la Cámara Contencioso Administrativo Federal para resolver en qué juzgado continuará el juicio. Consultados por este diario, los abogados apoderados de AEMEC se remitieron a explicar que: el expediente actualmente está en la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala IV, para resolver si nuestro juicio continúa su trámite en el Juzgado Contencioso Administrativo Nº 7 (que corresponde a la juez María Cristina Carrión de Lorenzo) junto con la causa Repsol YPF S.A. c/ Estado Nacional Dec. 530, 732/12 s/ Proceso de conocimiento o en el Juzgado Contencioso Administrativo Nº 5 (cuya juez subrogante es Alejandra Biotti) junto con la causa Brufau Niubo, Antonio y otros c/ EN PEN Ley 26741 DTO 530 532/2012 s/ Daños y perjuicios. A su vez, explicaron que, hasta el momento, no han recibido ningún llamado por parte de los representantes del Estado.
Las causas sujetas a desistimiento fue una de las exigencias inamovibles que planteó la Argentina durante las negociaciones con Madrid. La expectativa del Gobierno apuntó a que el levantamiento de los juicios ayudaría al ingreso de capitales al país. Vale recordar que dentro de los juicios que se habían impulsado, Repsol había demandado en tribunales internacionales como el Ciadi, a empresas como Chevron por haber invertido en proyectos con YPF.