China, el mayor comprador mundial de metales, vuelve a la búsqueda de adquisiciones como consecuencia de la declinación de los precios y de un cambio de la política gubernamental.
La demanda china de activos podría contribuir a impulsar este año una duplicación de la cantidad de negocios mineros en el mundo, según Jay Leary, socio global conjunto de la firma legal Herbert Smith Freehills para la relación con BHP Billiton Ltd., la compañía minera más grande del mundo.
Los principales objetivos son cobre, mineral de hierro y carbón, dijo Leary en un correo electrónico.
“En las últimas seis semanas hemos observado un cambio importante en la actividad de fusiones y adquisiciones en el sector minero. En el transcurso del próximo año, estimamos que los inversionistas chinos representarán un porcentaje considerable de las transacciones mineras globales, tal vez hasta el 30% de las operaciones” agregó.
Las adquisiciones mineras por parte de compañías chinas aumentaron 63% en los primeros cuatro meses del año y se pronostica que se acelerarán debido a que nuevas reglas que rigen a partir de hoy hacen que la mayor parte de las transacciones internacionales inferiores a los US$ 1,000 millones no necesiten aprobación gubernamental.
La declinación de los precios –los metales desde el cobre hasta el mineral de hierro han pasado a ser mercados bajistas desde abril del año pasado- ha fomentado el interés.
“El mandato estratégico de China no ha cambiado, pero lo ha hecho su abordaje”, dijo David Wood, jefe de banca de inversión para Australia Bank of America Corp. “Habrá más ofertas conjuntas, más participación minoritaria y más asociaciones en etapas avanzadas de proyectos en las materias primas adecuadas”.
Fin del superciclo, reimpulso de las compras chinas. Esa parece ser la ecuación. Si bien China se ha convertido en el «gran comprador» de materias primas, y en el «gran inversor» en empresas financieras y de recursos naturales, la ola de compras asiática se había ralentizado con el alza de los commodities y la recesión en EE.UU. y Europa. Pero ahora salieron otra vez a comprar.
Es que si bien hace algunos años el 47% de la inversión china iba a energía, y el 19% a minería, las mayores compras de ese país hoy se fijan en el sector minero, aprovechando la caída de los precios de los commodities.
Por ejemplo, para llegar al precio que el consorcio liderado por Chinalco pagó por la última gran compra de ese país, Las Bambas en Perú, uno de los criterios fue contabilizar la cantidad de reservas del proyecto y ponerles un precio: US$ 0,2. Así se llegó a los US$ 5.200 millones con los que finalmente cerraron el trato.
Pero esta no es la única empresa que estaría en la vista de las compañías chinas. Y una prueba de ello es que en julio llegará a Latinoamérica, en una inédita visita, el presidente de China, Xi Jinping, que aprovechará la visita a la Copa del Mundo de Brasil para establecer un fondo para canalizar la inversión en infraestructura que se necesita en Latinoamérica.
Casi un cuarto de la inversión internacional de China está en el Hemisferio Occidental: EE.UU., Brasil y Canadá son los principales receptores