Los técnicos de YPF involucrados en el desarrollo de Vaca Muerta creen que la formación será capaz de producir shale oil de niveles superiores a los registrados en ciertos puntos del territorio estadounidense con pocas fracturas.
Según un informe de la consultora IHS, la formación neuquina no sólo se destaca por su potencial gasífero, sino que también se posiciona como uno de los mayores reservorios de petróleo no convencional a escala planetaria.
Vaca Muerta está entre los 23 grandes plays de shale oil existentes fuera de Norteamérica. “Las reservas comercialmente recuperables en el resto del mundo podrían ser el doble o más de las que posee la región. De hecho, la geología de las 23 mejores oportunidades es en algunos casos superior, como sucede con Vaca Muerta”, indica el estudio.
La información fue suministrada por el sitio Revista Petroquímica. De acuerdo con IHS, más de la mitad de las reservas técnicamente recuperables fuera del territorio norteamericano (unos 300.000 millones de barriles) se concentra en apenas 23 de las 148 zonas potenciales de desarrollo globalmente analizadas. Y mientras que Norteamérica dispone de recursos por 43.000 millones de barriles, estos 23 plays acumulan alrededor de 175.000 millones.
“A pesar de que la medida final de los recursos de shale oil técnica o comercialmente recuperables no pueda ser conocida con certeza hasta que se disponga de los datos de los pozos, las expectativas son enormes”, precisó Jan Roelofson, director de Investigaciones y asesor del área de Hidrocarburos No Convencionales de IHS.
Según sus palabras, la importancia del relevamiento radica en que por primera vez se ha calculado la verdadera dimensión del potencial del petróleo no convencional fuera de Estados Unidos y Canadá. “Y sólo se trata de una estimación conservadora”, admitió.
Por otra parte, el estudio de IHS evaluó cada play a partir de sus características geológicas y geoquímicas clave. Además de zonas cada vez más estudiadas, como la formación Vaca Muerta, el trabajo resaltó el potencial de los recursos no convencionales silurianos en África del Norte, el “Bazhenov Shale” de Siberia occidental y algunos campos poco conocidos en Europa, Medio Oriente, Asia y Australia.
Más allá de cualquier proyección geológica auspiciosa, el informe advirtió que el desarrollo del segmento seguramente será más lento que el registrado en Estados Unidos debido a razones locales, vinculadas con las políticas y las regulaciones gubernamentales, la falta de equipos especializados y de mano de obra capacitada, y las restricciones de acceso terrestre.
A mediados del año 2013, la Administración de Información Energética (EIA, según sus siglas en inglés) del Departamento de Energía estadounidense amplió y actualizó los datos mundiales sobre recursos hidrocarburíferos no convencionales que había dado a conocer en abril de 2011.
La revisión –que, además de reevaluar los reservorios de shale gas, ajusta la mira sobre los de shale oil– confirmó a la Argentina como el líder regional y uno de los cuatro principales jugadores del negocio, junto con China, Estados Unidos y Rusia.
Según la EIA, hay unos 7.299 trillones de pies cúbicos (TCF) recuperables de gas de esquisto (un 32% de las reservas gasíferas totales) y alrededor de 345.000 millones de barriles de crudo no convencional (un 10% de las reservas petroleras) a lo largo y ancho del planeta.
En el plano del shale oil, Argentina se ubica en un meritorio cuarto puesto, con 27.000 millones de barriles, únicamente por debajo de Rusia (75.000 millones), Estados Unidos (58.000 millones) y China (32.000 millones).
Los técnicos de YPF involucrados en el desarrollo de Vaca Muerta creen que la formación será capaz de producir shale oil de niveles superiores a los registrados en ciertos puntos del territorio estadounidense con pocas fracturas. “Hasta el momento hemos obtenido un crudo de excelente calidad, de entre 40 y 45 grados API, con un gas asociado muy rico (metano, propano y butano), que le otorga un gran valor adicional”, detalló uno de ellos.