El Perú es el segundo país de la región con mayor número de hidroeléctricas en operación, en construcción o inventariadas, de acuerdo a la publicación “Megaproyectos en la Amazonía”, elaborado por el consultor internacional en temas amazónicos, Paul Little.
En la región, Brasil encabeza la lista de países con más hidroeléctricas al tener 256 proyectos, seguido de Perú con 77, Ecuador con 55, Colombia con 31, Bolivia con 14, Venezuela con seis, Guyana con dos, y Guyana Francesa y Surinam con una hidroeléctrica cada uno.
Asimismo, existen 151 propuestas de construcción de hidroeléctricas en países andino-amazónicos que se harán en cinco de los seis principales ríos andinos de la Amazonía (Caquetá, Madeira, Napo, Marañón, Putumayo y Ucayali).
Así, a nivel de Sudamérica, existen 412 hidroeléctricas planificadas en operación, en construcción o inventariadas. Como consecuencia de estos megaproyectos, 240 mil kilómetros cuadrados de bosques han sido deforestados, entre los años 2000 y 2010, de acuerdo a la publicación.
El estudio señala que la cuenca amazónica abarca el 45% del territorio sudamericano, con una extensión de ocho millones de kilómetros cuadrados y comprende parte de Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
También señala que en la Amazonía se realizan dos tipos de megaproyectos, entre ellos de infraestructura (transporte e hidroeléctricas) y actividades extractivas (hidrocarburos y minería).
En el caso de infraestructura, específicamente en transporte, el 32% de los proyectos priorizados por la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) se encuentran en la Amazonía.
La investigación concluye que la construcción de la Interoceánica Sur, que comprende 5,404 kilómetros, debe proponer una oportunidad para estudiar sus impactos socio-ambientales, directos e indirectos.
La publicación fue presentada el último viernes 25 de abril durante el diálogo regional “Tendencias de las inversiones de infraestructura en la región: Cambio climático y gobernanza. Una participación articulada de la sociedad civil”.
El evento fue realizado por la organización Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR) y demás entidades ambientales de la región.