El déficit tarifario en el sector eléctrico, que en el 2014 llegaría a su peak más alto de US$91 millones, así como el gasto en combustible para las centrales térmicas, que también en este año alcanzaría los US$1.016 millones, son factores que suben el costo del servicio eléctrico.
Así lo presentan los datos del Plan Maestro de Electrificación 2013-2022, publicado por el Consejo Nacional de Electrificación (Conelec).
En ese documento se sostiene que entre el 2013 y el 2022 habrá un déficit tarifario total de US$$525 millones, del cual el 40,78% se concentra en los tres primeros años (del 2013 al 2015), debido a los altos costos del servicio, principalmente por la generación.
También explica que con la entrada de las nuevas centrales de generación hidráulica, en operación a partir del 2015, se desplaza la generación térmica y con ello el consumo de combustibles. Dicho gasto llegaría a US$2.615 millones en los tres años, según el informe.
El Plan Maestro de Electrificación destacaba “la premisa de que las tarifas eléctricas aplicadas a los consumidores finales mantendrán los valores aprobados para el 2012”.
Pese a ello, el viernes pasado, el Conelec anunció el incremento de las tarifas eléctricas en un centavo para el sector residencial y en 2 centavos para el industrial por kilovatio hora.
La entidad informó ayer que las planillas de consumo eléctrico podrían subir entre US$1,90 y US$ 3,80 para los usuarios que consumen entre 150 y 300 kilovatios hora.
Eduardo Cadena, director del Centro de Estudios de la Cámara de Comercio de Quito, comentó que el incremento del costo de este bien imprescindible para la producción tendrá un efecto en la industria, pero dijo que de la experiencia que existe se conoce que ese costo siempre es trasladado al consumidor final.
Cadena agregó que esta medida contradice el ofrecimiento del Gobierno de bajar las tarifas. Lo que se nota es que cada vez más necesita eliminar subsidios tanto en la electricidad como en combustibles, señaló.