El presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre lanza duras críticas al actual presidente ejecutivo de la estatal, Thomas Keller.
Aunque las diferencias se arrastran hace meses, esta semana se hizo público el quiebre entre los sindicatos de Codelco respecto del futuro de las operaciones de la estatal en la Región de Antofagasta.
El conflicto tiene por un lado a los trabajadores de las minas Radomiro Tomic (RT), Ministro Hales (MH) y Gabriela Mistral, que se oponen tajantemente a la idea que -dicen- están difundiendo sus pares de Chuquicamata para que Codelco reunifique en una división a estas cuatro operaciones.
Los tres grupos que representan a los trabajadores de las operaciones más nuevas de la minera en el denominado distrito norte, hicieron notar su “absoluto rechazo” a estos es fuerzos a través de una vistosa inserción a página completa que el domingo circuló en un diario local.
En la publicación los sindicatos de las tres faenas, que actualmente tienen el estatus individual de divisiones, declaran que “la estructura de Codelco Norte no generó ningún tipo de beneficio para la corporación ni para sus trabajadores y solamente significó discriminación para los trabajadores de Radomiro Tomic y postergaciones para la otrora minera Gaby y la nueva división Ministro Hales”. Esta última actualmente está en fase de puesta en marcha para alcanzar su capacidad de diseño.
En 2002 las minas de Chuquicamata, que es el segundo yacimiento más antiguo de Codelco, y RT, que comenzó a producir en 1997, fueron unificadas en la división Codelco Norte lo que se mantuvo hasta 2011, cuando fueron separadas debido a sus distintos desafíos productivos.
Viejas rencillas
Conocedores del mundo sindical explicaron que los trabajadores de Chuqui y RT nunca han logrado superar las diferencias surgidas producto de la primera unificación.
En el inserto los sindicatos acusan a la dirigencia sindical de Chuquicamata de estar tratando de encubrir la realidad de su faena, que producto del envejecimiento y de la transición hacia la explotación subterránea, ha reducido sus niveles de producción.
Continúan los sindicatos diciendo que los dirigentes de Chuqui intentan apropiarse de los resultados de otras divisiones, “particularmente las de mayor productividad de los trabajadores y menores costos de las divisiones Ministro Hales, Gabriela Mistral y Radomiro Tomic”.
Justifican esta postura confrontacional “atendida la soberbia de los sindicatos de Chuquicamata, los que han llevado una campaña pública, basada exclusivamente en sus intereses particulares y sin consultar siquiera la opinión de los trabajadores de las mal llamadas divisiones pequeñas de la corporación”, dicen.
En vez de asumir su nueva realidad productiva, pretenden aprovechar las condiciones favorables de otras divisiones, intentando desconocer el mayor esfuerzo de los trabajadores de tres divisiones a las que nunca se les ha regalado nada”, plantean.
Añaden los sindicatos que a través de la publicación que sacó a la luz esta situación ellos persiguen “crear conciencia” en la opinión pública y transparentar el real aporte de las divisiones que representan y “la necesidad de afrontar las distintas realidades existentes al interior de la corporación y entender de una vez, que la verdadera encrucijada de Codelco está en obtener el financiamiento de sus proyectos estructurales, como la única forma de mantener su posición productiva a nivel mundial”, concluyen.
Desacuerdo anterior
A principios de este año y con motivo de la negociación colectiva en El Teniente, se registró otra discrepancia a nivel sindical.
En esa oportunidad, al momento de votar la propuesta, que la empresa realizó en el marco de un proceso de negociación adelantada, el rechazo se dio por un pequeño margen de los votos, lo que en dejó en evidencia las discrepancias entre los trabajadores que tienen menos años de contrato, respecto que aquellos con mayor antigüedad. Una de las razones del desencuentro es que el modelo planteado marcaba diferencias entre los beneficios otorgados a estos dos tipos de trabajadores.
De hecho, tras la negativa a la propuesta, tres de los sindicatos de esta división -que es la mina más antigua de la estatal y que también es parte de los proyectos estructurales y en 2013 aportó el 34% de los excedentes que ésta entregó al fisco- reestableció los contactos con la administración a fin de recuperar la oferta y firmar el nuevo contrato colectivo.
Esto dejó en evidencia otro desacuerdo a nivel de la organización sindical que en Codelco está organizada en torno a la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC).
Andina 244
A las 08:30 horas de hoy está previsto que el presidente ejecutivo de Codelco, Thomas Keller, se reúna con el alcalde de Lo Barnechea, Felipe Guevara. El proyecto Andina 244 será el tema del encuentro, que tendrá lugar en el municipio.
En cuestión de días se conocerán los nombres de los nuevos directores de Codelco. Una vez que se asiente la nueva mesa -de la que Raimundo Espinoza, histórico presidente sindical de Codelco, forma parte- partirán las definiciones y también una era en la que el gobierno de la presidenta Bachelet tomará el control total de la compañía.
Aunque la reforma al gobierno corporativo buscaba aislar la administración de la principal empresa pública del país de los ciclos políticos, Espinoza plantea que es imposible que esto se concrete, pues Codelco, al ser clave en la generación de recursos para los programas sociales, debe ser manejada con criterios políticos.
En ese contexto, una de sus últimas luchas es concretar la salida de Thomas Keller de la presidencia ejecutiva de la corporación. Asegura que para que esto ocurra ha hecho lobby a todo nivel. También busca que el Estado entregue recursos a la empresa, pero a su juicio eso requiere contar con una mesa ejecutiva que le dé confianza, lo que -a su juicio- no ocurre con Keller.
Ustedes han planteado con fuerza la necesidad de cambios en la presidencia ejecutiva de Codelco. ¿Cuál es el diagnóstico que hacen?
El planteamiento de todos los dirigentes sindicales es que debe haber un cambio en la plana ejecutiva de la empresa. Lo hemos planteado a todo nivel: a actores políticos y al gobierno. La empresa no se puede seguir manejando como se ha hecho hasta ahora. Hemos tenido dos paralizaciones en los últimos años; hemos llegado a firmar acuerdos, pero no se respetan.
Respecto de la gestión de Thomas Keller. ¿Han sido años malos para Codelco?
Creemos que sí.
¿Por qué?
Porque creemos que hay una profunda falta de liderazgo en esta empresa y ese es un problema que no es menor. Esa es la sensación que tiene el movimiento sindical en las distintas divisiones, no solamente en una.
Pero durante la gestión de Keller se han desarrollado los proyectos estructurales y se ha mantenido un buen nivel de excedentes.
Claro, pero es que hemos vivido un ciclo alto de precios. Y los proyectos tienen que hacerse, no hay marcha atrás. Pero hay críticas muy fuertes en ese sentido, sobre cómo se ha manejado la gestión en las distintas divisiones.
Sobre el tema de los proyectos: hay un problema de falta de liderazgo entre las operaciones y los proyectos para poder hacer mucho más eficientes los proyectos en Codelco. Y eso depende del presidente ejecutivo. Él tendrá que asumir su responsabilidad.
¿Cómo se entiende que ustedes pidan recursos adicionales para Codelco y, por otro lado, haya una crítica a la gestión?
Esa misma pregunta nos hacemos nosotros, y por eso estamos diciendo que deben haber ejecutivos que tengan capacidad de liderazgo y que den el ancho para poder manejar esta empresa, porque esta no es una empresa cualquiera. Uno no puede cambiar cuatro gerentes en una división en cuatro años como se ha hecho. Acá se produjo un error muy grande con el recambio generacional, se perdió el expertise y el know how que tenía la gente. Eso es un costo que se está pagando hoy día. Y eso es producto de la política que se implementó. Eso es gestión.
En el tema de Salvador no podemos decir que no hay un problema de gestión cuando se pierde el concentrado y nadie se da cuenta. Tenemos fallas de gestión que son importantes. Y lo tercero: esta es una empresa bastante jerárquica, y hay que tener un presidente ejecutivo que sea capaz de tener liderazgo, no actuando con arrogancia y prepotencia, sino que siendo capaz de construir equipos en distintas divisiones. Creo que eso no ha ocurrido. Esa es la sensación que tiene el movimiento sindical. ¿Por qué hemos hecho dos movilizaciones en los últimos cuatro años? Hemos tenido que llegar hasta La Moneda para poder entrar en un proceso de diálogo.
¿Cree que faltó liderazgo también a nivel político?
Pasa que hay muchos actores que no entienden que esta es una empresa del Estado y como tal tiene que manejarse con criterios técnicos y también con criterios políticos. Nadie puede desconocer eso. Esta no es la parcela de ningún ejecutivo de la empresa; esto no se administra como patrón de fundo. Esta es la empresa que entrega la mayor cantidad de recursos al Estado de Chile; los ahorros del cobre han salido de Codelco, por eso estamos planteando que hay que sacar recursos de ahí para financiar a Codelco.
Han salido muchos actores diciendo que esto no se puede hacer, pero las FFAA tienen US$6.000 millones ahorrados que también han salido de Codelco. Entonces tenemos que buscarle una salida política al financiamiento de Codelco, porque los proyectos tienen futuro, pero necesitamos plata. Y para eso se necesitan definiciones políticas.
Se supone que la reforma al gobierno corporativo de Codelco era precisamente para separar el tema político de la administración. Que Codelco fuera una empresa aislada de los ciclos políticos.
Pero ¿cuándo se manejó el directorio con más criterios políticos? Ahora. Antes, el presidente de la República nombraba siete directores; ahora se nombran dos y dos por Alta Dirección Pública. Entonces, ¿se maneja con criterio político? ¡Para qué escondemos la cabeza como el avestruz!. Esta es una empresa que debe manejarse con criterios políticos, porque de aquí salen los recursos para los más necesitados del país.
Pero la idea original era que fuera de otra forma.
Cada uno puede dar su opinión. Nosotros como dirigentes sindicales siempre hemos planteado lo mismo. Estoy hablando como presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre. No vengan a plantear el tema de que esta empresa no se maneja con criterios políticos: el directorio sí se maneja con criterios políticos y está bien que así sea. Pero también tiene que tener criterios técnicos, porque los proyectos tienen que ser viables. Estoy de acuerdo con que no se puede entregar plata a Codelco si no hay compromisos concretos con respecto al tema de productividad, eficiencia y desarrollo de los proyectos. Eso tiene que ser así. Y en eso estamos absolutamente de acuerdo. Pero tienen que hacer las cosas bien, sin responsabilizarnos a nosotros de los problemas que tienen ellos. Porque cuando hablamos de los contratos colectivos no los firmamos solos, llegamos a acuerdo. No los hacemos a la pinta nuestra.