La probabilidad de que se forme el fenómeno climático de El Niño en las costas del Océano Pacífico creció a más del 60 por ciento, dijo a Reuters la agencia estatal chilena de meteorología, lo que podría provocar lluvias que pongan fin a cinco años de sequía en el país sudamericano.
El Niño, un aumento de la temperatura del mar en el Pacífico, podría desencadenar a partir del próximo mes precipitaciones en el centro y sur de Chile, ayudando a aliviar el déficit en los embalses de las centrales hidroeléctricas del país, que sufre de una estrechez energética.
"La temperatura del agua de mar superficial del Pacífico Ecuatorial sigue aumentando", dijo en una entrevista Claudia Villarroel, especialista en el fenómeno de El Niño de la Dirección Meteorológica de Chile.
"La probabilidad aumenta en el trimestre de junio a agosto en que se desarrolle un Niño a un 61 por ciento", agregó.
En marzo, la agencia había estimado en un 50 por ciento la posibilidad de que se forme el fenómeno climático.
En los últimos años, las empresas eléctricas en Chile se han visto obligadas a producir energía en base a combustibles fósiles más caros y contaminantes ante la falta de reservas en sus embalses por las escasas lluvias.
No obstante, este panorama para el sector comenzaría a cambiar desde junio.
"Hay una relación positiva entre los eventos del Niño y la precipitación de invierno en Chile central y sur, es decir, cuando ocurre un Niño hay más posibilidades de que el invierno sea más lluvioso", dijo Villarroel.
"Esta relación es más fuerte cuando los Niños son intensos, por lo tanto, de mantenerse el escenario actual, las perspectivas para fines de otoño y comienzos de invierno (austral) es que sea de normal a lluvioso en la zona central del país y normal para el sector sur del país", pronosticó.
Igualmente, sobre la duración e intensidad del fenómeno, la experta dijo que aún hay incertidumbre.
De concretarse la formación de El Niño, las principales beneficiadas serían Endesa Chile, AES Gener y Colbún, que poseen embalses clave en la zona central y sur del país.
Además, los sectores agroindustrial y vitivinícola también aguardan expectantes la intensidad del fenómeno.
Chile es uno de los mayores exportadores de vinos de América Latina, un negocio liderado por las viñas Concha y Toro y San Pedro.