Por unanimidad, pero con la posibilidad futura de nuevos ajustes, fue la determinación del Banco Central de mantener la tasa de interés en 4% en su reunión de política monetaria de abril.
Según las minutas de la reunión publicadas hoy por el emisor "el Consejo acordó, con los votos del Presidente señor Vergara, del Vicepresidente señor Marshall y de los Consejeros señores Claro, Vial y García, mantener la tasa de interés de política monetaria en 4%".
Sin embargo, como planteó un consejero, si bien lo más razonable era mantener la TPM, también era razonable "dejar abierta la posibilidad de que un nuevo ajuste pueda ser requerido, decisión que iría tomando según las condiciones macroeconómicas que se observaran".
Un Consejero destacó que el proceso de ajuste de la TPM no había concluido. Los datos de actividad reafirmaban la conveniencia de un ajuste adicional, similar al descrito en el IPoM, lo que era además coincidente con las expectativas de mercado. Sin embargo, en su opinión, no existía una excesiva premura para actuar en esta Reunión. La TPM se había ajustado en forma importante y los próximos pasos necesariamente tendrían un sello de prudencia o cautela.
Un Consejero también indicó que la opción de mantener era coherente con su nivel actual, que ya era expansivo; con una inflación algo mayor; con la tasa de desempleo que seguía baja; y con el crédito que fluía normalmente. Además, agregó, ello permitía analizar en más detalle los efectos de los movimientos de los últimos meses y evitar la toma de decisiones apresuradas. Por otro lado, prosiguió, bajar la TPM sería la continuación de lo que ya se había hecho, siendo coherente con un escenario de menor crecimiento y menores presiones sobre los precios.
Sin embargo, aunque las expectativas a mediano plazo seguían en 3%, los mayores registros recientes de inflación y proyecciones algo más elevadas en el corto plazo llamaban a tener cautela y hacían más conveniente desechar la opción de reducir la TPM en esta oportunidad. En todo caso, concluyó, para ser plenamente coherentes con el diagnóstico y comunicación, era necesario mantener abierta la puerta a nuevos recortes a futuro.