En un mundo en el que las principales economías avanzadas agarran fuerza y que la confianza del sector privado está recomponiéndose, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó su Panorama Económico, llamando a acelerar las reformas estructurales para impulsar la productividad y crear empleos.
El reporte- que se da a conocer en la reunión anual del organismo en París- destaca que Chile afronta un crecimiento económico debilitado, pero reconoce que la política monetaria y la posición fiscal del país serán de gran ayuda, en un contexto en el que el comercio global se fortalecerá a ritmo moderado, en 2014 y 2015.
“El crecimiento económico de Chile se moderó en 2013 y se espera que se mantenga débil durante la primera mitad de 2014”, dijo la OCDE en su reporte individual sobre nuestro país, en el que redujo la proyección de aumento del PIB desde 4,5% en noviembre a 3,6% y para 2015 recortó de 4,9% a 4,2%.
“Está proyectado que el crecimiento del PIB se recupere gradualmente a fines de año y en 2015, gracias a la inversión y las exportaciones, que se verán beneficiadas por la depreciación del tipo de cambio”, acotó.
Dijo que la caída reciente en los precios mundiales del cobre, que reflejan parcialmente la menor demanda de China, puso presión a la baja al valor externo del peso y, a medida que las condiciones para el comercio se deterioraron, se espera que el déficit de cuenta corriente suba ligeramente. Agregó que la depreciación del tipo de cambio ha causado alzas en precios de energía y alimentos, con lo que la inflación general está más cerca del centro del rango meta del Banco Central (3%) y que mientras la inflación se mantenga baja y las expectativas inflacionarias estén bien ancladas, las políticas monetaria y fiscal servirán de ayuda.
El informe reconoce que tras parar el alza de la inversión en el sector privado en la segunda mitad de 2013, y a otros factores externos, existe un crecimiento más débil, pero destaca que el Banco Central ha respondido a la desaceleración en la actividad con recortes de tasa, con lo que la política monetaria debiera seguir ayudando a la demanda interna. Asimismo, espera que los ingresos tributarios sean menores que lo inicialmente proyectado en el presupuesto 2014, sin embargo “la posición financiera del gobierno se mantiene fuerte”. La OCDE apunta a que con un gasto menor a lo presupuestado, las autoridades tendrían espacio para expandir el gasto público para apoyar la demanda, de haber un crecimiento menor al esperado.
“La recuperación de la inversión pública, la mayor inversión privada en construcción planeada para 2015, y mejores expectativas empresariales tras el anuncio de la reforma tributaria, también debieran respaldar la actividad”, señaló el reporte (ver iPad), añadiendo que, no obstante, un crecimiento sostenido a largo plazo requerirá reformas adicionales para abordar cuellos de botella estructurales, en particular, brechas en infraestructura energética, y mejorar productividad laboral”.
Por último, advierte que siguen habiendo riesgos a la baja, relacionados con la evolución de las economías emergentes, particularmente China. “Un deterioro de la economía china reduciría aún más la demanda global y los precios del cobre. También reduciría el crecimiento en Chile y otros grandes socios comerciales, particularmente países latinoamericanos”.
Recuperación global
La OCDE cree que la recuperación global se fortalecerá a un ritmo moderado, a pesar de algunas debilidades a corto plazo y a riesgos y vulnerabilidades que siguen siendo significativos. Proyecta un crecimiento global un poco menor de lo esperado en el Panorama Económico de noviembre, en 3,4%, lo que refleja una actividad moderada en las mayores economías emergentes, especialmente China, antes de recuperarse a casi 4% para el próximo año (ver tabla).
“Las políticas monetarias todavía expansivas, la aplicación de mejoras pasadas en las condiciones financieras y la reducida consolidación fiscal, respaldarán la actividad en las economías OCDE, con un crecimiento en EEUU más fuerte que en Japón y la eurozona”, señaló, subrayando que con un ritmo moderado de la recuperación, la tasa de desempleo a lo largo de la OCDE podría caer en medio punto porcentual en 2014-15 hasta 7,1% a fines de 2015, dejando a 11,25 millones de desempleados más que a fines de 2008.
La OCDE ha reducido sus previsiones de Chile tanto de este año como del próximo para tener en cuenta la ralentización que viene experimentando su economía desde la segunda parte de 2013, en gran medida por la caída de los precios del cobre ante la menor demanda de China.
En su informe semestral de Perspectivas publicado hoy, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calcula que Chile crecerá un 3,6% en 2014, nueve décimas menos de lo que había indicado en noviembre, y un 4,2% en 2015, frente al 4,9% que había anticipado anteriormente.
Aun así, Chile será en esos dos ejercicios el segundo país de los 34 miembros de la organización con mayor progresión de su producto interior bruto (PIB), sólo por detrás de Corea del Sur (4% y 4,2% respectivamente), después de haber sido el primero tanto en 2012 como en 2013.
Los autores del estudio constatan que el reciente descenso del precio del cobre ha tenido como una de sus consecuencias la devaluación del peso que ha contribuido al encarecimiento de la energía y los alimentos.
No obstante, y tras recordar que el banco central chileno ha respondido a la nueva situación económica rebajando sus tipos de interés del 4,5% al 4%, hacen hincapié en que las presiones inflacionistas "no son una preocupación", y que la política monetaria debe así seguir alentando la demanda doméstica.
En concreto, estima que el índice de precios al consumo, que había sido de media del 1,8% en 2013, pasará al 3,1% este ejercicio y al 3% el próximo, por tanto en el entorno del 3% que tiene como objetivo el banco central.
La OCDE admite que la ralentización económica supone una menor recaudación fiscal, pero pese a todo gracias a la fuerte posición financiera que conserva, el Gobierno tiene margen para incrementar el gasto público, que prevé que subirá un 4,1% este año y un 3,8% el que viene.
Ese será uno de los factores del gradual incremento del ritmo de ascenso del PIB, al igual que la depreciación del tipo de cambio del peso, que favorecerá las exportaciones, para las que se augura que aumentarán un 3,6% en 2014 y un 5,3% en 2015.
También lo será la mejora de las expectativas de las empresas tras el anuncio de la reforma fiscal del Ejecutivo, según la organización, que sin embargo aconseja una serie de reformas para hacer el crecimiento sostenible a largo plazo
Se trata, sobre todo, de resolver los "cuellos de botella estructurales" en las infraestructuras energéticas y mejorar la productividad laboral.