En marzo la distribución de este combustible a las estaciones de servicio se redujo a 26.000 litros, un volumen imperceptible dentro de los 727 millones de litros de naftas que se despacharon ese mes. Sólo la produce Shell, pero lo destina a otros canales
Tres años atrás YPF dio el primer paso: dejó de despachar oficialmente nafta común en todas sus estaciones del país. La decisión de la petrolera correspondía a una estrategia de mercado pergeñada por la entonces gestión privada, que promovía los combustibles Premium por sobre los tradicionales.
Las modernas tecnologías motrices acompañaron esta tendencia. La mayoría de las terminales desalentaba su uso por su escaso número de octanos, una condición casi indispensable para garantizar el correcto funcionamiento de los vehículos.
El resto de las petroleras fue de a poco imitando a la ahora estatal. Primero fue Petrobras y luego AXION, más tarde PDVSA y por último Refinor; sólo Shell aun sostiene la distribución de este producto aunque con un volumen imperceptible: en marzo las estaciones de esa marca despacharon 26.000 litros, una cantidad minúscula dentro de los 727 millones de litros de naftas que se despacharon ese mes.
Su producción también tiene fecha de vencimiento. Actualmente la angloholandesa procesa casi dos millones de litros, la mitad que hace un año y progresivamente va disminuyendo su refinación hasta decretar su final definitivo, un desenlace que seguramente no excederá el 2014.
De este modo las estaciones de servicio dejarán de contar con una variedad económica entre su oferta de naftas. Si bien la diferencia de precio era ínfima, a los actuales valores de los combustibles unas pocas monedas hubieran justificado su aceptación entre los automovilistas que aun estaban en condiciones de demandarla.
Como ejemplo basta buscar en los países de la región: se sigue ofreciendo regularmente en los surtidores de Brasil, Paraguay, Chile, Perú y Bolivia. La prefiere una nutrida legión de adeptos motivados por pagar un costo menor -del 10 por ciento respecto a la súper- para poder seguir circulando.