Esta situación también se podría ver favorecida por la estabilidad del precio del cobre y los mayores niveles de producción observados, según manifestaron expertos en el rubro de la minería.
En los últimos años, uno de los principales problemas de las empresas mineras ha sido el alza en sus costos de producción. Sin embargo, el año pasado la situación cambió para algunas firmas. Una de ellas fue Anglo American, que en 2013 registró un cash cost (C1) -que calcula los gastos de operación en la producción de cobre e incorpora los beneficios por subproductos- de US$ 1,62 por libra.
Esta cifra representó una baja de 9,5% respecto de 2012, cuando el C1 alcanzó US$ 1,79. Además, este descenso es el primero que registra la firma desde 2005, cuando el gasto se elevaba a US$ 0,59 por libra.
Felipe Purcell, vicepresidente de Asuntos Corporativos de la empresa, explicó que la reducción se debió principalmente a la mayor producción de Los Bronces y Collahuasi, además de una revisión realizada de los costos de los servicios contratados.
El yacimiento de esta compañía con el mayor C1 fue Mantos Blancos, con US$ 2,79 por libra. Le siguieron El Soldado (US$ 2,42), Mantoverde (US$ 2,05) y Los Bronces (US$ 1,41).
El ejecutivo explicó que la compañía, a nivel global, implementó un programa denominado “DrivingValue”, que, entre otros factores, incluye una revisión de la estrategia de negocios y los criterios de asignación de capital, con el foco puesto en la generación de valor. “Con este programa, identificamos una serie de iniciativas que nos permitirán generar más rentabilidad con mejoras en los proyectos y operaciones existentes. Junto con ello, hemos identificado iniciativas de reducción de costos”, manifestó.
“En el caso específico del cobre, estamos trabajando en cada una de nuestras operaciones para implementar iniciativas que mejoren la productividad y permitan reducir los costos de producción. En este contexto, nos preocupa el alza en los costos de insumos claves como la energía y los servicios contratados, y la escasez de agua”, dijo Purcell.
Codelco también registró en 2013 una baja en sus costos, la primera desde el año 2005. Según datos de la compañía, su C1 en el ejercicio pasado fue de 163,1 centavos de dólar, comparados con los 163,5 de 2012.
La firma agregó que las medidas que implementaron el año pasado para generar este descenso tuvieron relación con el aumento de rendimientos de equipos, optimización del presupuesto en materias de servicios de terceros e insumos, materiales y repuestos, y con mejoras de productividad de sus servicios con la revisión de actividades de bajo valor agregado.
En la cuprera agregaron que para 2014 y siguientes años proyectan continuar en la senda de disminución de costos.
Expertos en el área coincidieron en que en el presente ejercicio los costos podrían profundizar esta tendencia. Gustavo Lagos, profesor del Departamento de Ingeniería y Minería de la Universidad Católica, explicó que hay dos factores que influyen en ello. Por un lado, la economía mundial, que está “plana. El precio del cobre se va a mantener en torno a los US$ 3, y es un buen barómetro de la economía global”, dijo.
Por otra parte, también señaló que influiría el alza del tipo de cambio sobre los costos de operación. De hecho, dijo que el impacto de este factor sobre los costos en la industria minera es de un 50%. Al respecto, explicó que como la mitad de los costos se pagan en pesos, y los ingresos de las mineras son un 100% en dólares, si la divisa estadounidense sube un 10%, los costos deberían reducirse en un 5%.
Coincidió con ello el presidente de la Federación Minera, Gustavo Tapia, quien añadió que no se advierte una disminución en la producción. “Vemos que las empresas están en proceso de expansión. Sobre la base de ello, y a la estabilidad del precio del cobre, creemos que por lo menos debiera haber una estabilización del costo”, finalizó.
Impacto del precio de la energía
Si bien existen varios factores que podrían afianzar una tendencia de baja de costos de producción minera, Gustavo Lagos, profesor del Departamento de Ingeniería y Minería de la Universidad Católica, aseguró que el desafío es complejo por el alto precio de la energía. “Creo que el aumento del precio del dólar va a hacer que posiblemente este año haya una leve reducción de costos, pero no hay que cantar victoria temprano porque están jugando en contra varios factores, que son la energía y el costo laboral”. Aunque en este último punto manifestó que el alza de los sueldos va a ser más moderada que hace dos o tres años, y que se deberían producir racionalizaciones en empresas contratistas. En tanto, un ejemplo del impacto de los altos precios de la energía es Antofagasta Minerals. Según su reporte 2013, “los costos en efectivo del grupo antes de los créditos por subproductos aumentaron 9,8% a US$ 1,79 por libra, debido a mayores costos de energía en Los Pelambres”.