La presidenta de la Reserva Federal Janet Yellen y sus colegas han rebajado sus expectativas sobre la velocidad con que la economíanecesita expandirse para cumplir con su meta de reducir el desempleo.
Ya no dicen que el crecimiento debe acelerarse del ritmo de 2 por ciento al de 2.5 por ciento que en general promedió desde que terminó la recesión. En cambio, destacan la importancia de impedir que la expansión se tambalee.
Prueba número uno: la misma jefa de la Fed. Yellen dijo el 16 de abril que una pregunta clave para el banco central es “qué podría estar descarrilando la recuperación”. Contrástese esto con los comentarios que realizó el 4 de marzo de 2013 sobre la importancia de ver “un repunte convincente del crecimiento”.
El 30 de abril el banco central avanzó en su plan de reducir gradualmente el programa de compra de activos pese a las noticias que se conocieron horas antes de que el crecimiento prácticamente se detuviera en el primer trimestre. Diciendo que la economía se está recuperando, la Comisión Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) votó en forma unánime para reducir la compra de bonos en otros 10 mil millones de dólares mensuales a 45 mil millones.
“La política monetaria se ha vuelto muy pasiva en comparación a cómo era”, dijo Neal Soss, economista jefe de Credit Suisse Group AG en Nueva York y antiguo asistente del ex presidente de la Fed Paul Volcker.
La mayoría de los participantes de la FOMC pronostican un crecimiento del Producto Interno Bruto de 2.8 por ciento a 3 por ciento este año y de 3 por ciento a 3.2 por ciento en 2015, según las proyecciones dadas a conocer el 19 de marzo.
Reducción
Lo que cambió es la forma en que reaccionarán si esto no ocurre. En lugar de proporcionar más estímulo si la economía de algún modo no llega a lo pronosticado, los funcionarios probablemente continúen con los recortes de las compras de activos, dijo Michael Feroli, economista estadounidense jefe de JPMorgan Chase Co en Nueva York. “Para que la reducción del estímulo se aparte de la trayectoria marcada, tendríamos que ver que las cosas estén bastante mal”, escribió en un correo electrónico.
Las expectativas más bajas sobre la economía también significan que la Fed será más proclive a elevar su tasa de interés de referencia si el crecimiento se fortalece más de lo que pronostica el banco central, opinó Roberto Perli, socio de Cornerstone Macro LP en Washington.
Los inversores están esperando que los funcionarios comiencen a elevar las tasas en la segunda mitad del año que viene, de acuerdo con la negociación en el mercado de futuros de fondos federales en Chicago. Perli agregó que el aumento podría producirse antes si la economía tiene un desempeño mejor que el que actualmente espera la Fed.
Detrás del cambio en el patrón de respuesta de la Fed está la caída continua del desempleo y el crecimiento de las plantillas de personal durante lo que Yellen antes había calificado de “recuperación decepcionantemente lenta”. La tasa de desempleo cayó del nivel más alto en 26 años, de 10 por ciento en octubre de 2009, a 6.3 por ciento en abril, mientras que las plantillas se incrementaron un promedio de 169 mil plazas mensuales durante los últimos cuatro años.