Los accidentes en la mina de Santander de Quilichao, el pasado jueves, y en Buriticá, el 25 de abril, se suman a los 25 accidentes registrados en lo corrido de 2014, de los cuales 50% corresponde a extracción ilícita de oro.

El mercado nacional de este mineral produjo 55,7 toneladas en 2013, de los cuales “hay 12% que producen formalmente dos empresas” que hacen parte del Sector de la Minería a Gran Escala (Smge), explicó Eduardo Chaparro, presidente de Asomineros, de la Andi.

“Uno podría decir que en minería pequeña o mediana legal hay 15%, según el Estado. Y otro 15% es de las comercializadoras que compran el oro de donde venga, porque aún no está funcionando el Rucom, que es el que marcará la trazabilidad”, agregó Claudia Jiménez, presidenta del gremio.

Esto se traduce en que se desconoce el origen de 32,3 toneladas que se comercializaron en 2013.

En cuanto al carbón la situación no es tan alarmante, pero también hay un mercado que pasa por la ilegalidad. “Alrededor de 5 y 6 millones de toneladas de carbón pueden ser ilegales, pero también es difícil de comprender, porque hay una minería que es tradicional”, agregó Chaparro.

Panorama nacional
Los datos más claros que tiene el Gobierno sobre la informalidad en la minería son los del censo minero que el Ministerio de Minas publicó en 2012. Allí se identificaron 14.357 unidades productivas mineras (UPM), a lo largo de 23 municipios con vocación para la actividad.

Entre este grupo, 63% no posee título minero; 65% no paga regalías; 66,5% no lleva contabilidad o reportes financieros; 72% no implementa acciones de seguridad y otro 75,7% no cuenta con autorización y/o permiso.

Hay un proceso de formalización que el Ministerio viene trabajando, pero que no ha llegado a minas que se han desplomado en lo que va del año.