La desaceleración llegó al mercado laboral. Tras completar casi tres años a la baja, el desempleo registró un alza en el primer trimestre de 2014 y alcanzó su mayor nivel desde mediados de 2012, con una tasa de 6,5%, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Si bien el indicador aún se ubica bajo el 7%, comienzan a aparecer los signos de un cambio de tendencia, más allá del incremento de 0,4 puntos porcentuales (pp) respecto del trimestre móvil anterior y de 0,3 pp en 12 meses. Entre estas señales están la menor calidad del empleo y una moderación en el crecimiento de las remuneraciones reales.
Puntualmente, en el primer trimestre, la fuerza de trabajo -quienes están en el mercado laboral- se expandió 2,4%, mientras que los ocupados aumentaron 2,1%.
“Las cifras ratifican la desaceleración de la economía que el gobierno heredó”, dijo la ministra del Trabajo, Javiera Blanco.
Durante el último trimestre también tomó fuerza el empleo por cuenta propia. De hecho, de los 165.270 puestos de trabajo creados en el año, el 65% correspondió a empleo independiente. Esta categoría fue la que mostró mayor crecimiento, con un alza anual de 7,4%, mientras que el trabajo asalariado -o con contrato- creció solo 0,9%, anotando su menor ritmo desde que se realiza la medición (2010). Según el INE, este comportamiento se comenzó a observar en 2013, “pero se ha acentuado en los períodos más recientes”. El subsecretario del Trabajo, Francisco Javier Díaz, admitió que “el trabajo por cuenta propia es un empleo más precario”.
“Se aprecia un deterioro en la calidad de los empleos generados, que están liderados por cuenta propia y familiares no remunerados”, precisó Alejandro Fernández, gerente de estudios de Gemines.
Menos dinámicos
El empleo a nivel sectorial ha perdido fuerza. El comercio, que ha liderado durante los últimos años las plazas creadas, esta vez lo hizo a un menor ritmo. En paralelo, y en comparación con el trimestre previo, se perdieron empleos en pesca (11.760), industria (24.650), construcción (8.060), actividades inmobiliarias (10.920), administración pública (10.220), enseñanza (9.820) y organizaciones (2.280).
Francisco Klapp, investigador de Libertad y Desarrollo, acotó que “la economía aún se encontraría en torno al pleno empleo, aunque con niveles de participación demasiado bajos”. De todas formas, reconoció que aunque “son aún bastante incipientes”, se aprecian “las primeras señales de un mercado laboral menos dinámico, producto del menor crecimiento de los últimos meses”. Estos síntomas se estarían reflejando en el menor dinamismo que han mostrado la creación de empleo asalariado y el crecimiento real de las remuneraciones.
En efecto, en abril de 2013, las remuneraciones reales alcanzaron un peak de 5,1%, medidas en 12 meses, y en febrero recién pasado bajaron a 2,5%.
De todas formas, Klapp destacó que “las cifras siguen exhibiendo un relativo buen dinamismo para las mujeres”, cuya ocupación creció 3,8% en 12 meses. Ellas ocuparon el 71% de los empleos creados.
Regiones
En el último año, la tasa de desocupación aumentó en 12 regiones, disminuyó en dos y se mantuvo solo en el Maule. Los mayores incrementos se dieron en Atacama (2,4 pp), Antofagasta (1,9 pp) y O’Higgins (1,3 pp). Tanto en Atacama como en O’Higgins, detalla el INE, el repunte respondió a un aumento en la fuerza de trabajo proporcionalmente mayor al de la ocupación.
Las únicas regiones donde cayó la desocupación en términos anuales fueron La Araucanía (2,1 pp) y Magallanes (1,0 pp). En la primera de ellas, el aumento de ocupados fue proporcionalmente mayor al de la fuerza de trabajo, mientras que en el segundo caso, la ocupación consignó un incremento y la fuerza de trabajo disminuyó.
En el alza total de ocupados incidieron positivamente las regiones Metropolitana, Valparaíso y La Araucanía.
Los ocupados a tiempo parcial involuntario registraron la cuarta alza consecutiva en 12 meses (1,4%), puntualizó el INE. Eso sí, el incremento fue menor al ob- servado en la medición anterior. Las mujeres en esta condición aumentaron 3,5%, mientras que los hombres disminuyeron 1,2%.
En paralelo, los trabajadores a tiempo parcial voluntario -que representan el 50,9% del total de ocupados a tiempo parcial- anotaron el mayor incremento de los últimos dos años (16,1%), debido a alzas en mujeres (17,2%) y en hombres (14,4%) en el mismo período. Esta modalidad se concentró principalmente en asalariados del sector privado y trabajadores por cuenta propia, pertenecientes a los sectores de comercio, agricultura y hogares privados.
De acuerdo con el INE, el 34,8% de los ocupados trabaja menos de 45 horas a la semana, mientras que 28% supera ese límite horario.
Modificaciones al proyecto que regula la jornada de trabajadoras de casa particular envió esta semana el gobierno al Congreso.
La indicación del Ejecutivo estipula que los contratos de trabajo deberán contener las tareas a realizar y el domicilio específico donde deberán prestarse los servicios. Junto a ello, se deberá establecer expresamente la obligación de asistencia a personas enfermas o de niños.
El empleador quedará obligado a registrar el contrato en la Inspección del Trabajo, dentro de los 10 días siguientes a su celebración.
Además, se incorporará al proyecto de ley que la habitación y la alimentación no pueden ser considerados como parte de la remuneración del trabajador o trabajadora de casa particular. En cuanto al descanso mensual de los trabajadores de casa particular que viven en el domicilio del empleador, se establece un derecho a descanso dominical -obligatorio, completo y no fraccionable- y a cuatro días adicionales en cada mes calendario.
Las indicaciones fueron firmadas por la Presidenta Bachelet, quien anunció el inicio del proceso de ratificación del Convenio Nº 189 de la Organización Internacional del Trabajo, sobre trabajo decente para trabajadores y trabajadoras domésticas.
Según el INE, 488.180 personas se desempeñan en el sector de hogares privados con servicio doméstico.