Hombres y mujeres de todas las edades levantan con febrilidad barricadas en las calles de Slaviansk, donde este viernes se han despertado sobresaltados por detonaciones tras el comienzo de una operación del ejército ucraniano contra este bastión prorruso.
Las campanas de la iglesia del Espíritu Santo, cerca del ayuntamiento, sonaron para alertar a la población del ataque en curso.
Dos blindados ligeros, incautados por los prorrusos el mes pasado, tomaron posiciones a primera hora de la mañana cerca de estos edificios, donde se desplegaron miembros de los grupos de "autodefensa" vestidos de camuflaje.
En un puesto de control incendiado, a cinco kilómetros al norte de Slaviansk, los rebeldes prorrusos cuentan que prendieron fuego a los neumáticos alineados en la calzada para intentar retrasar el avance de un helicóptero ucraniano desplegado durante la noche en apoyo de sus tropas.
En Andriivka, cinco kilómetros al sur de la ciudad, ocho blindados ucranianos destruyeron un puesto de control de las fuerzas prorrusas, donde un destacamento formado por decenas de paracaidistas fieles a Kiev se instalaron. A lo lejos, un lugareño desciende de su bicicleta para hacer un corte de manga a los soldados, que amenazan con disparar a cualquiera que intente aproximarse a ellos, entre ellos, periodistas de la AFP.
De repente, un miliciano prorruso sale de un coche, ajusta una especie de catalejo, observa brevemente a sus "enemigos" y se marcha. En total, dos militares ucranianos murieron y otro resultó herido y capturado por los sublevados prorrusos en la operación lanzada alrededor de Slaviansk, en la que Ucrania perdió dos helicópteros por disparos de lanzacohetes.
Además, el autoproclamado alcalde de la ciudad de Slaviansk, Viacheslav Ponomariov, dijo que la operación de las fuerzas militares ucranianas en esta ciudad del sureste ha causado la muerte de tres milicianos prorrusos, así como de dos civiles.
Las autoridades ucranianas exigen a los "terroristas", en referencia a los separatistas, que "liberen a los rehenes, entreguen sus armas y desalojen los edificios" y afirman que la "fase activa" de esta ofensiva comenzó a las 4.30. "Es un ataque total", declaró a la AFP la portavoz de los rebeldes, quienes retienen en Slaviansk desde hace una semana a once observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
A 500 metros del ayuntamiento, cinco camiones bloquean la calle Shevchenko. En las calles adyacentes, los habitantes intentan bloquear los accesos apilando muebles o incluso ramas de árboles.
Numerosas amas de casas se quejan de que no pueden comprar pan, ya que la mayoría de tiendas se encuentran cerradas, al igual que los bancos. "Estamos listos a utilizar nuestros cuerpos para defender" el ayuntamiento, proclama una mujer durante una reunión de cientos de personas a última hora de la mañana a los pies de la estatua de Lenin.
Otra asegura que "después de lo que han hecho (los militares ucranianos) hoy, sólo hay una salida: incorporarse a Rusia". "Tengo miedo por mi hija y por mi nieta", asegura a la AFP Victor, un jubilado, para quien la situación que reina en Slaviansk es "la mayor burrada".