El sector minero afronta una situación bastante difícil pues a la caída de precios de los metales de este año (por tercer año consecutivo) debe enfrentar un panorama de inflación y problemas sociales. Mayerling Zambrano, socio auditora de KPMG, indicó que sobre este aspecto el Perú ha perdido competitividad versus a otros países que se han vuelto incluso más atractivos como Colombia, en Latinoamérica y Sudáfrica.
“En estos últimos meses hay mucha hostilidad de parte de las comunidades a tener una acuerdo con el Gobierno. La minería debe trabajar más en lograr la licencia social para poder operar. En el Perú se ha agravado el tema con respecto a otros países como Colombia o inclusive Sudáfrica que tiene mayor acceso a los permisos sociales y que están siendo más atractivos actualmente para los inversionistas”, señaló.
Respecto a los costos explicó que las mineras deberán lograr tener una mayor eficiencia respecto a sus costos para mejorar su rentabilidad. Las bajas expectativas de rentas, debido al factor precio y los costos, habrían empujado a empresas como Buenaventura y Barrick a dejar proyectos de exploración.
En general el sector minero no la pasa bien, recientemente el Banco Central de Reserva (BCR) redujo la proyección de crecimiento del sector en este año de 9,1% a 1,9%, lo cual ha generado preocupación considerando que se trata de uno de los sectores que más ha impulsado el crecimiento económico local en los últimos diez años.
Zambrano señaló que el panorama a mediano plazo tampoco es alentador debido a que se han reducido las exploraciones. Explicó que si bien el Perú aún produce mucho mineral las expectativas de que mantenga la producción a futuro no son prometedoras. La inversión en exploración de las empresas mineras ha caído de 26% a 12%.
“Esto significa que estamos produciendo mucho mineral pero no estamos generando una cartera suficiente para poder reponer lo que hoy estamos extrayendo (…) La minería es un recurso que se va acabando en el tiempo y se está afectando el futuro de largo plazo de la producción minera”, indicó.
Explicó que la producción minera se ha contraído justamente por la falta de una nueva cartera, el 2012 se invirtieron más o menos US$1.900 millones en exploración, mientras que el 2013 se redujo a US$950 millones.
Respecto a la expectativa de precios indicó que hay una tendencia a la baja pero que no es tan precipitada. En ese sentido, consideró que el cobre se mantendría en aproximadamente los US$6.600 la tonelada y el oro en US$1.145 la onza
“Hay una tendencia a la baja no tan grande como en los años anteriores, pero igual la minería a largo plazo no se ve con mucho optimismo porque aún tenemos unos costos de extracción no tan altos", comentó.
Explicó que el desafío más grande está enfocado en las minerías juniors que actualmente están pasando por un momento muy difícil para estar vigentes en el mercado.