Dice que se debe potenciar Enap para evitar nuevas bajas en su calificación de riesgo.
A mediados de mayo, Marcelo Tokman asumirá la gerencia general de la estatal Empresa Nacional del Petróleo (Enap). Sus desafíos no son pocos, advierte Jorge Fierro, presidente de los sindicatos y director de la firma. A su juicio el más importante es superar los efectos de las crisis financiera que produjo pérdidas por US$ 1.000 millones.

¿Cómo evalúa las últimas administraciones de Enap?

Con Rodrigo Azócar parte la instalación de una cultura de desconfianza con los trabajadores y ejecutivos de Enap. En ese escenario llega Cruzat, que fue nominado por el gobierno de Piñera, que cambia el estilo de gestión, comienza a conversar con las organizaciones sindicales, generando más participación. En ese contexto fue una buena gestión. Luego llega Beltrán, un profesional que estaba al interior de Enap. La administración de Enap ha estado marcada por la crisis financiera y se han perdido oportunidades.

El año pasado tuvieron ganancias. ¿Se terminó el período de crisis en Enap?

Soy cauto. Se está empezando a ver la luz al final del túnel. Hay elementos fundamentales para salir de ella que tiene que administrar Tokman. El haber vendido Primax significó bajar el costo financiero, y con eso permitió que no siguiera bajando en su clasificación de riesgo, que era la estocada final.

¿Se salvó esa brecha?

Hoy ese riesgo se aleja, no está eliminado. El nuevo gobierno ha dado señales de potenciar a Enap, y las clasificadoras reaccionan. Ahora falta la voluntad clara de capitalizar, eso alejaría el fantasma del problema de la baja de clasificación.

¿Cuáles son los desafíos que tendrá Tokman?

Tokman tiene que establecer una política de capitalización de verdad y no solamente declarar voluntades como lo hizo Piñera. Hay que desarrollar el potencial de Enap sin perder el ADN petrolero. También ver cómo desarrollamos los recursos propios, acrecentar las reservas de gas y petróleo convencionales y no convencionales en el sur, y reforzar las alianzas con otras empresas del Estado de América Latina.

¿Cómo se logra eso?

Hay que trabajar más de cerca con Petroecuador, Ecopetrol, YPF, etc. Hay lecturas desde el mundo sindical que quisiéramos aclarar. A Tokman hasta hace poco se le conocía como un “carbonero”. Hoy tiene que defender los intereses del Estado y de esta empresa, para que trabajemos en diversificar la matriz energética y sustentarla en materia de GNL, ahora se tiene que gasificar.

¿Enap se ha planteado ser más fuerte en gas?

Exactamente. Si hoy no estuviera GNL Quintero y no hubiera participado Enap, Chile tendría serios problemas de energía. Cuando el Estado toma parte, regula y estabiliza el tema energético, funciona, y tiene que alinearse. No le vamos a quitar el negocio a los privados, pero sí el Estado a través de Enap va a tener un rol más relevante.

¿Qué más esperaría de la gestión de Tokman?

Hoy en la industria mundial todas las petroleras tienen una filial que se llama Gas & Power, él tiene que desarrollar eso. También tiene que mejorar la cultura de seguridad, salud y medioambiente, mejorar los índices que hay, e instalar un plan estratégico de negocios.

¿Cuáal es la estrategia que se debería tomar en crear esta área de Gas&Power?

Hay que desarrollar más proyectos de generación. Enap puede entregar insumos para generar energía más barata. Las refinerías requieren energía y pueden haber plantas de cogeneración.

¿La participación en el terminal de GNL es clave?

Enap no debería desprenderse de ese activo, si la tendencia mundial va en sentido contrario, no podemos hacerlo. Hay que desarrollar más el tema.