“Se debe ir a su casa, no se puede aceptar que un señor que ha sido un lobista sea ministro” Congresista García Belaunde, Gestión 22/04/14
El lunes 28 de abril del presente el ministro de energía y minas, Ing. Eleodoro Mayorga asistirá en carácter de invitado a la Comisión de Energía y Minas del Congreso de la República para exponer a sus miembros las razones por las cuales se ha firmado un nuevo contrato con una vigencia de doce meses a la empresa noruega Interoil que opera indebidamente los lotes III y IV ubicados en la región norteña de Talara/Piura.
Asimismo, deberá absorber las diversas interrogantes y preocupaciones de los señores congresistas de las diversas bancadas sobre lo que constituye un escándalo que supera la ficción y demuestra una vez más la falta de política energética, la debilidad institucional en las más altas decisiones de gobierno, y la fortaleza de los intereses privados en detrimento del interés público en el gobierno del presidente Ollanta Humala.
El ministro deberá responder sobre lo que constituye un evidente conflicto de intereses, obviando el principio ético que debiera regir la política donde “la mujer del César no solo debe ser honesta sino también parecerlo”
Hasta el 24 de febrero el consultor y accionista del estudio Laub & Quijandría visitaba con frecuencia las oficinas de PeruPetro, PetroPerú y del propio Ministerio de Energía y Minas para abogar por las tantas empresas que dicho estudio asesoraba. Hasta aquí no habría ningún problema ético pues como profesional del sector tiene el derecho de ejercer en el mercado de trabajo.
Formalmente el ministro una vez invitado a formar parte del gabinete renuncia como accionista en uno de los estudios más exitosos, y se da comienzo a una serie de declaraciones públicas para resolver los problemas de las empresas del sector, con decretos supremos incluidos que apuestan a la reprivatización de los activos, yacimientos, terminales que alguna vez pertenecieron a la petrolera estatal PetroPerú.
La lista es larga y van desde como exonerar a las empresas petroleras de las exigencias de los estudios de impacto ambiental en la etapa exploratoria, a reglamentar la privatización del 49 por ciento del capital social de PetroPerú, a la indebida extensión por diez años a la empresa Maple Gas Corporation en la explotación de los lotes de Maquía y Aguas Calientes (Aguaytía), a la interesada prórroga por diez años de los lotes del noroeste II (Petrolera Monterrico), VI/VII (Sapet), como a la firma de un nuevo contrato a la empresa Interoil que demandó al estado peruano ante la Corte Internacional de Arbitraje de París etc.
InterOilAsí, ante una pregunta del diario en referencia en la larga entrevista sobre la materia: “¿En qué aspectos asesoraba Laub & Quijandría a Interoil? Todo el proceso de la medida cautelar y el arbitraje lo llevan adelante los representantes legales de Interoil. Nosotros les asistíamos con el asesoramiento técnico, económico, financiero” (Subrayado nuestro).
Es decir, el actual ministro reconoce los servicios prestados a una empresa petrolera que asumió los contratos firmados con Perúpetro en el 1993 y que legalmente vencían en marzo del 2013; es más desde el 2011 ésta buscaba una prórroga contractual por diez años como había sido el caso de Graña y Montero por el lote I, graciosamente extendido en su plazo contractual durante el segundo gobierno del presidente García Pérez, cuya vigencia debía vencer el 2011 y se le extendió hasta el 2021, con mínimos compromisos de inversión.
En el caso de Interoil se debe reconocer que se trata de una decisión interesada, de parte a favor de una empresa noruega que demandó y amenazó al estado peruano con una paralización de las operaciones a las 24 horas si el fallo les era adverso y en su defecto exigía una fuerte indemnización en el caso de resultar favorecido por el laudo arbitral, cifra que superaba los US$ 70 millones de dólares.
Así, ante la inopia de Perúpetro, la incapacidad de sus funcionarios y la falta de voluntad política del presente gobierno, el organismo público bajo cuestionables argumentos ha firmado un nuevo contrato con un período de vigencia de doce meses (abril 2014 hasta abril 2015), pasado el cual se convocará a una licitación internacional, cuando de acuerdo a derecho y por respeto al interés público, dichos lotes debieran ser adjudicados directamente a PetroPerú en el marco de la ley de fortalecimiento y la integración vertical.
A pesar de resultar ganador el estado peruano en el litigio ante la Corte Internacional de Arbitraje de París, generosamente se firma un nuevo contrato por un período adicional de doce meses bajo el argumento que no se puede paralizar la producción y afectar a la región con el canon y sobrecanon petrolero.
Es más, en el colmo de la arbitrariedad y del abuso transnacional la referida empresa a pesar de haber perdido en el laudo arbitral no reconoce ninguna reparación económica al estado por el uso, posesión y usufructo indebido de la riqueza extraída de los lotes III y IV desde marzo del 2013 a marzo del 2014, que representaría más de 20 millones de dólares.
¿QUÉ SIGNIFICA INTEROIL?
Si bien el promedio de la producción de las operaciones de Talara bordean los 38 mil barriles diarios, en su mejor momento la producción de los lotes III y IV representaban el 8 por ciento de la producción local, de allí su importancia productiva, con una infraestructura “ad hoc” para abastecer a la refinería de Talara.
Con la información correspondiente para el 2012 Interoil opera en los lotes III y IV extrayendo crudo ligero que abastece a la refinería de Talara, explotando 423 pozos productores a través de empresas subcontratistas, y las reservas probadas y probables superan los 33 millones de barriles que con los precios del crudo vigentes al 2013 equivalentes a los 105 dólares el barril determinan un potencial de riqueza que supera los 3,400 millones de dólares a los cuales habría que deducir las regalías, impuestos y los costos de producción.
extraccion pozo petroleoSi se considera la producción de crudo en los lotes III y IV desde el 2000 al 2013 se puede observar un ciclo productivo que empieza en los 717 barriles diarios en el lote III y de 554 barriles en el lote IV, para alcanzar un pico entre los años 2008 y 2009 cuando la producción fiscalizada en el lote III arribó a la cifra de 4,002 barriles diarios en el (2009) y de 1,637 barriles en el IV (2008).
Así, a partir del 2011 es evidente la tendencia decreciente de la producción de crudo en ambos lotes por la falta de inversiones necesarias para re trabajos, mantenimiento de la producción, perforaciones, un número mayor de pozos de desarrollo, por la simple razón que la economía de los proyectos a pesar de los altos precios del crudo no aseguraba una mayor rentabilidad privada.
Por ello, ante la cercanía de los términos contractuales en marzo del 2013, simplemente se dejó de invertir, y la producción conjunta de ambos lotes pasó de 4,143 barriles diarios en el 2011, a 3,012 barriles en el 2012 para disminuir a los 2,654 barriles diarios en promedio en el 2013.
La lógica era simple, había que presionar a Perúpetro y aprovechar las debilidades de un organismo débil, errático y entregista que había acordado en octubre del 2013 prorrogar por diez años los contratos que caducaban en las operaciones del noroeste, salvo los operados por Interoil por haber interpuesto un recurso de amparo en el 2012 para seguir operando después de marzo del 2013, y demandado internacionalmente al estado.
Es decir, Perúpetro estaba al tanto de la política de la empresa en relación a sus inversiones y las múltiples presiones para obtener una prórroga contractual por 10 años adicionales, así obtuvo un recurso de amparo en el 2012 para operar por dos años adicionales (2013/2014) y demandó al estado peruano ante la Corte Internacional de Arbitraje de París por una supuesta afectación de sus operaciones durante los Fenómenos del Niño, cuestión que no hicieron otras empresas que pretendían similares beneficios.
REGALÍAS PAGADAS
Si bien las tasas de regalías en ambos lotes bordea el 49.20 por ciento, lo cual le permite al estado participar en la renta petrolera, se debe reconocer que tales tasas se fijaron en razón que la empresa titular de los contratos de los lotes III y IV no pagó por las reservas probadas y probables que transfirió PetroPerú en el proceso de privatización llevado a cabo a inicios de los noventa del siglo pasado.
Por ello las regalías que captó el estado desde el 2000 representaron valores de 7.3 millones de dólares para sumar los 21 millones de dólares en el 2006. Es evidente que con el boom de los precios del crudo, se