El viernes pasado en la junta ordinaria de SQM dos accionistas minoritarios no institucionales solicitaron la entrega de un mayor dividendo al acordado por el directorio de la compañía, correspondiente al 50% de las utilidades del año 2013. Tales accionistas pidieron, en cambio, que se entregara el 100%.
Las razones detalladas por los accionistas estuvieron ligadas a la menor inversión que realizará SQM este año, la cual se redujo en un 60% hasta US$150 millones.
A esto se le suma la expectativa de la empresa sobre reducción de costos en 2014.
Ambas variables contribuirían a abultar la caja de la compañía, la que hoy acumula US$936,8 millones (considerando las partidas de efectivo y equivalentes al efectivo y de otros activos financieros corrientes reportados al cierre de 2013).
El presidente del directorio y controlador de la compañía, Julio Ponce, respondió en la misma junta que dicha solicitud será presentada al directorio en la próxima reunión, a realizarse en mayo.
Así las cosas, de acordarse en el directorio, la compañía podría repartir parte de esa caja a los accionistas para completar en algún grado un dividendo adicional con carga al ejercicio del 2013.
Y aunque este posible mayor reparto de utilidades beneficiaría a todos los accionistas de SQM que requieran hacer caja, los flujos adicionales se ajustarían a las necesidades del propio Ponce, quien hace pocos días suscribió su parte del aumento de capital de las sociedades cascada Norte Grande -que en total involucra US$120 millones- y Oro Blanco -por US$92 millones-, con las que controla SQM. Dichas partes corresponden respectivamente al 67,31% y 76,34% de las opciones de suscripción preferente a las nuevas acciones de estas sociedades, proceso preferente que concluirá pasado mañana miércoles.
Según trascendió, aunque las AFP decidieron restarse de suscribir, cerca de un 90% de los tenedores de derechos preferentes participarían de las capitalizaciones.