Las inversiones chinas van mucho más allá del ámbito económico. También involucran implicaciones ambientales y sociales debido a un desconocimiento de las autoridades y deficiente regulación, afirmó Paulina Garzón, consultora de CDES en Ecuador.
De un total de US$ 90.6 mil millones de inversiones chinas globales, aproximadamente unos US$ 70.17 mil millones, o 77% de la inversión directa de China está concentrada en la Región Amazónica. Dentro de este porcentaje, la Amazonía peruana representa el 15.13% con un total estimado de US$ 10.62 mil millones, aseguró Paulina Garzón, Consultora del Centro de Derechos Económicos y Sociales (CDES) en Ecuador.
Estas inversiones están enfocadas en sectores muy vulnerables en cuanto a términos ambientales y sociales. Entre ellos figuran el sector petrolero y minero, construcción, hídrico (en el caso de Ecuador), e infraestructura de transportes.
Estos proyectos -agregó- no han incorporado el impacto ambiental, algunas veces por desconocimiento, lo que genera una implementación de tecnología barata y baja regulación.
“Estos a su vez no responden a las necesidades de las comunidades locales, porque no se cubren completamente, y solo intervienen los intereses económicos”, acotó.
Frente a ello ¿qué debe hacer el Gobierno? La consultora sostuvo que las prioridades de estas inversiones internacionales deben ser vistas rigurosamente ‘desde arriba’, y debe primar también la participación social.
“Eventos como el COP 20 en teoría sí son beneficiosos, pero no estoy segura de la receptividad de la sociedad civil en cuanto a las propuestas que se formularán en este evento. Sin embargo, es un tema que no debe faltar en la agenda política”, acotó.
Otro punto a resaltar es que la participación de financistas tradicionales como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), e instituciones financieras regionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) ha ido disminuyendo, pero muchos países de la región han recibido a los bancos estatales chinos.
Así, la consultora afirmó que del total de préstamos chinos a América Latina (US$ 98.4 mil millones), el 75%, o US$ 74.2 mil millones son destinados para la Región Amazónica. El Perú representa una de las cifras más bajas con US$ 2.25 mil millones, en comparación a Brasil y Venezuela.
Sin embargo, Garzón resaltó que a pesar de que el Perú no ha contraído muchos pasivos financieros con China, sí los tiene con otros organismos financieros internacionales como el Banco Mundial, el BID, CAFE y el Banco de Desarrollo de Brasil.
Respecto a estas cifras, algunas autoridades han calificado a las inversiones chinas como una estrategia “win-win” en la cual no existen condicionamientos, sino que han resultado en ‘alianzas estratégicas sur-sur’, pero para Garzón es lo contrario.
La consultora opinó que los países que contraen deudas con empresas chinas quedan ‘atadas’ porque la directiva asiática consiste en que sus prestatarios deben contratar mano de obra y equipo chino.
Entonces, ¿resulta positivo mantener estas inversiones que han tomado por sorpresa a las comunidades locales y organizaciones sociales? Es hora de que estos bancos y empresas chinas tomen conocimiento sobre las regulaciones en las operaciones e inversiones en el extranjero, subrayó la consultora.
ROCÍO BARJA MARQUINA
rocio.barja@diariogestion.com.pe
Para el 50% de los empresarios, la facilidad que enfrentan las compañías para hacer negocios en el país ha empeorado en los últimos cinco años. Uno de los motivos es la lentitud en los trámites.
En este contexto, el 34% de los consultados por el último sondeo del SAE de Apoyo Consultoría consideró que la facilidad que enfrentan sus empresas para hacer negocios en el Perú ha empeorado algo respecto a cinco años atrás, y el 16% expresó que ha empeorado mucho.
Esta percepción, según Apoyo, se explica por el deterioro en la calidad de la gestión en algunas instituciones públicas.
La encuesta se hizo este mes entre 280 principales empresas.
Una muestra de ello es que para el 62% de los empresarios la gestión de trámites y permisos con las municipalidades es peor hoy que hace cinco años.
Tampoco el gobierno central y el Indeci se salvan de esta calificación. Es así que para el 58% y 56% de los empresarios, respectivamente, el desempeño de estas entidades ha reducido su eficiencia. En enero pasado el sondeo ya revelaba que las trabas burocráticas eran uno de los principales riesgos que percibían los ejecutivos (Gestión 28.01.2014).
Consulta previa en la mira
Asimismo, el sondeo revela que el 71% de los ejecutivos cree que la Ley de Consulta Previa tiene un impacto negativo sobre la actividad económica formal, mientras que el 59% tuvo la misma apreciación de la implementación de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil).
La consulta previa fue una de las promesas electorales del presidente Ollanta Humala, aunque no con ese nombre. Adicionalmente a ello, hay que precisar que era un pedido cada vez más fuerte por parte de ONG ambientalistas y comunidades. No obstante, hasta la fecha no se ha podido concluir más que un solo proceso real.
De otro lado, desde que los empresarios supieron a finales del 2012 que la Sunafil incrementaría las multas laborales , el temor ha sido parte de su preocupación (Gestión 27.01.2013).
Falta promoción
Finalmente, el sondeo da cuenta de que a pesar de los esfuerzos que viene haciendo el Gobierno no hay resultados positivos.
“Este frente representa uno de los retos más importantes para impulsar nuevamente el crecimiento de la inversión privada y, en consecuencia, la generación de empleos formales”, manifestó el analista de Apoyo, Lucas Stiglich.
Potencial y demora
El Perú tendría mayor potencial que Colombia en producción petrolera, pese a que hoy extrae unos 62,000 barriles de crudo diarios y el país vecino supera el millón. El problema es la demora en los permisos para iniciar la explotación de los lotes, dijo el presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde.
Comentó que “la segunda petrolera más importante en Colombia” le dijo lo siguiente: “Yo veo un potencial en el Perú más grande que en Colombia”.
Velarde también recibió la misma opinión de “otra empresa canadiense”, que le dijo que “hay un potencial enorme” en Perú.
“Lo que sí es un dato concreto -dijo el presidente del BCR- es que la explotación petrolera está demorando más que en el otro país”.
Incluso, contó que en conversaciones con las autoridades mexicanas, estas se sorprendieron de que en el Perú se demore ocho años poner en marcha un proyecto petrolífero. “Hay un esfuerzo importante que hacer para reducir este periodo. No soy un experto en el tema, estoy repitiendo lo que me dice gente acerca de que hay este potencial (petrolero en Perú)”, concluyó el presidente delBCR.
EL DATO
La cartera. A inicios de abril, el Viceministerio de Interculturalidad tenía en proceso 16 consultas previas. De ese total, siete en hidrocarburos y nueve en temas de política nacional y ambiental.