Los frustrados proyectos de reactivación del ferrocarril en Catamarca han sido tantos en los últimos años que cualquier anuncio en ese sentido, así sea de altas autoridades provinciales y nacionales, es asumido escépticamente por la población. Y probablemente así sea hasta que, eventualmente, si alguna vez sucede, nuevamente una locomotora del Belgrano Cargas atraviese una porción del territorio provincial, luego de décadas de inactividad.
Así como el tren trajo, hacia fines del siglo XIX y principios del XX, un progreso moderado a numerosos pueblos del interior provincial, el cierre de los ramales, ocurrido durante la dictadura militar, implicó prácticamente la desaparición de esas incipientes localidades.
Con la puesta en marcha del mega emprendimiento minero de Bajo La Alumbrera, a mediados de la última década del siglo pasado, se avivó la esperanza de que el Ferrocarril Belgrano vuelva a funcionar. Hubo, incluso, anuncios grandilocuentes y hasta la realización de actos, con la presencia del entonces presidente de la nación, Carlos Menem, en los que la población participó activamente, tanto en La Rioja como en la cabecera departamental de Andalgalá. En esos mitines se aseguró que el inicio de los trabajos de reapertura del ramal que unía ambas ciudades era inminente.
La idea era utilizar el ferrocarril para sacar, por esa vía, el concentrado del mineral extraído del yacimiento catamarqueño. Pero el tren iba a ser utilizado, además, para transportar, a costos menores que los que implican el transporte de camiones de carga, otros productos agropecuarios del oeste catamarqueño.
El proyecto fracasó, fundamentalmente por la ausencia de voluntad política del Gobierno nacional para encarar exitosamente la iniciativa. El concentrado, finalmente, se transporta por un mineraloducto desde el yacimiento hasta la provincia de Tucumán, donde se carga en el ferrocarril Mitre hasta el puerto de Rosario.
Desde entonces hubo algunos intentos de gestiones desde el Gobierno provincial ante autoridades nacionales, pero sin éxito. Ahora, según la información oficial dada a conocer, estas gestiones se reactivaron. Días pasados, la propia gobernadora de la Provincia, Lucía Corpacci, se reunió con el ministro del Interior y Transporte de la Nación, Florencio Randazzo. Durante el encuentro, evaluaron la posibilidad de recuperar el tramo del ferrocarril Belgrano Cargas que une Andalgalá, en nuestra provincia, con Cebollar, en La Rioja.
El ministro nacional dio señales del interés nacional: "Por pedido de la Gobernadora nos hemos comprometido a realizar un trabajo conjunto sobre el estado de los 137 Kilómetros de vías que tiene la provincia para que el tren de cargas pueda potenciar la economía de Catamarca", expresó.
El regreso del ferrocarril representaría un hito en la historia contemporánea de la provincia, como lo fue su aparición hace más de 100 años. Y, como entonces, impactaría directa e indirectamente en la economía local y hasta, probablemente en la demografía provincial, potenciando regiones actualmente muy deprimidas.
Los antecedentes, sin embargo, aconsejan la cautela. Apenas, exagerando, un moderado optimismo.
El regreso del ferrocarril impactaría directa e indirectamente en la economía local y potenciaría regiones actualmente muy deprimidas.
