El proyecto se aprobó por 135 votos a favor y 59 en contra; la iniciativa ya había logrado la media sanción del Senado el 27 de marzo pasado.
JULIANA DI TULIO (FPV):
Di Tullio calificó de “irresponsable” que la oposición no acompañe el acuerdo. La presidenta del bloque oficialista consideró “muy grave” la actitud de la oposición de votar negativamente o abstenerse. “Ustedes son el pasado”, les endilgó.
Al cerrar el extenso debate sobre el acuerdo con Repsol, la titular del bloque oficialista, Juliana Di Tullio, recordó la expropiación de YPF hace dos años y remarcó que lo que se estaba cumpliendo ahora era lo que había dispuesto ya entonces la presidenta de la Nación. Calificó como “exitosa” la gestión de las autoridades en la negociación con Repsol, por cuanto consideró “muy beneficioso” el acuerdo, que cumple lo encomendado por Cristina Fernández de Kirchner.
“Vimos con asombro que quienes nos acompañaron en esta decisión estratégica de la presidenta de volver a tener el 51% de las acciones en manos del Estado argentino, hagan verdaderas peripecias para oponerse a un acuerdo que creemos a todas luces que es bueno para la Argentina”, puntualizó la diputada bonaerense.
MARIO NEGRI (UCR)
Para el jefe de los radicales Mario Negri, el acuerdo “cierra un ciclo de 20 años de la peor política energética”
“El peronismo de los ‘90 y la década kirchnerista serán recordados como el período más oscuro y de mayor retroceso de la política energética de nuestro país”, disparó el radical.
El presidente del bloque de diputados radicales, Mario Negri, consideró este miércoles que la ratificación del acuerdo con Repsol “cierra un ciclo de 20 años de la peor política energética, llevada adelante por el peronismo, en la década del ‘90 desguazando YPF y en esta última década destruyendo el mayor logro, que era el autoabastecimiento”.
“El peronismo de los ‘90 y la década kirchnerista serán recordados como el período más oscuro y de mayor retroceso de la política energética de nuestro país”, insistió Negri al cierre del debate.
FEDERICO PINEDO (PRO)
El jefe de la bancada macrista justificó la abstención y condenó la “amnistía” a Repsol
El jefe del bloque macrista cuestionó las altas tasas de interés de la indemnización y rechazó que se condonen los pasivos ambientales en el acuerdo.
“Nos vamos a abstener para que Argentina no quede como un país que no cumple con sus obligaciones”, justificó el jefe del bloque Unión Pro, Federico Pinedo, al cierre del debate por el pago a Repsol por la expropiación del 51 por ciento de YPF.
No obstante, el macrista condenó la “amnistía a Repsol” por los daños ambientales y “la vergonzosa complicidad” de la empresa española “con el Gobierno argentino, en el regalo de una parte importante de las acciones de YPF a empresarios cercanos al poder”.
Por otra parte, habló de una “tasa de interés exorbitante para hacer este pago, que si la comparamos con las que pagan los países vecinos, implica para nuestro país una pérdida de 2.500 millones de dólares”.
Das Neves recordó su papel como exgobernador de una provincia petrolera
Justificó la abstención con el dolor que le provoca que no se hayan consultado las medidas decididas por el Gobierno nacional.
MARIO DAS NEVES (FRENTE RENOVADOR)
Bajo la atenta mirada de Sergio Massa, sentado a su izquierda, el diputado nacional Mario Das Neves expresó al cierre de los discursos de la sesión sobre Repsol evocó como “un momento triste” la privatización de YPF y recordó cuando en el 94 se reformó la Constitución, concediéndole a las provincias petroleras potestad sobre el suelo.
Habló fundamentalmente como ex gobernador chubutense, resaltando las obras que pudieron hacer con los beneficios petroleros. “Los gobernadores pudimos tomar las decisiones que creíamos importantes; y tomamos y negociamos contratos”, dijo, asegurando que “hemos aportado 26% de crecimiento, producto de controlar inversiones”, y detalló el empleo que generaron las provincias en ese marco.
“Este es un discurso que tiene que ver con las vivencias”, admitió, precisando luego sobre la abstención que decidió el Frente Renovador con relación a la votación sobre el acuerdo, que “dudé por supuesto sobre ir en positivo o en abstención”, pero aclaró que resolvió abstenerse “para ser coherente con esa pelea histórica” de los gobernadores a los que aludió durante su discurso.
Dijo que “me duele mucho que no se hayan consultado las medidas que se tomaron, y no quiero de ninguna manera hipotecar las futuras generaciones, sin saber lo que se tiene que pagar”.
GRACIELA CAMAÑO (PERONISMO FEDERAL)
Camaño cruzó a Carrió y negó que Massa haya sido asesorado por Baratta.
Fue luego de que la diputada de la Coalición Cívica vinculara al líder del Frente Renovador con el hombre del ministro Julio De Vido, a quien apuntan por haber "convalidado" los balances de Repsol.
La diputada nacional Graciela Camaño (Frente Renovador) salió al cruce de su par de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, quien acusó a Sergio Massa de haber estado “asesorado” por Roberto Baratta, mano derecha del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.
“(Carrió) acaba de mentir flagrantemente: Baratta no fue jamás asesor de Massa”, desmintó Camaño durante la sesión de este miércoles.
ELISA CARRIÓ (COALICIÓN CÍVICA-UNEN)
Fiel a su estilo, la diputada nacional Elisa Carrió (Coalición Cívica-UNEN) denunció que el acuerdo con Repsol es una “asociación ilícita entre españoles y argentinos” y cargó contra el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, al advertir que “fue parte de la entrega” de YPF en 1992, cuando era diputado.
“La mayor empresa de América fue entregada y vaciada con la complicidad de las autoridades argentinas”, alertó, y agregó que el pago a Repsol significa “un regalo de 5.000 millones de dólares pagados por el pueblo para que les cierre el negocio financiero a los españoles”.
Carrió apuntó que el costo de la indemnización “no lo paga este gobierno”, sino “el pueblo de la Nación”. “Este es el futuro del que habla (Roberto) Feletti”, sentenció.
Aqui Cohen
Tras una maratónica sesión y pese a las críticas de los bloques opositores, el Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados cerró el capítulo iniciado con la expropiación del 51 por ciento de YPF y logró ratificar, con 135 votos, el acuerdo para indemnizar a Repsol con 5.000 millones de dólares.
El oficialismo contó con el apoyo del Movimiento Popular Neuquino, el Frente Cívico por Santiago, Nuevo Encuentro, el PJ La Pampa y los cegetistas Facundo Moyano y Omar Plaini, al cabo de una sesión especial de 15 horas con algunos cruces y casi 130 oradores anotados.
La oposición objetó el monto y las condiciones del acuerdo, pero votó dividida: la UCR, el FAP, los porteños de UNEN, Unidad Popular, el Frente de Izquierda y Carlos Brown (FE) rechazaron el proyecto, con 59 votos, mientras que 42 diputados, de Unión Pro, el Frente Renovador y Compromiso Federal –que responde a los hermanos Rodríguez Saá-, decidieron abstenerse.
Las críticas no sólo recayeron en los 5.000 millones de dólares que se le pagarán a Repsol en concepto de indemnización, sino también en los pasivos ambientes que serían condonados con el acuerdo. No obstante, el kirchnerismo recalcó que el convenio amigable abrirá las puertas a nuevas inversiones y defendió la política energética del Gobierno.
El debate
El presidente de la Comisión de Energía y Combustibles, Mario Metaza, defendió en nombre del oficialismo la recuperación del control estatal en YPF y sostuvo que con este acuerdo “hemos logrado cerrar el círculo que se abrió cuando la presidenta decidió enviar el proyecto de expropiación e intervenir la compañía” en 2012.
Metaza destacó que el convenio “amigable” con Repsol le permitirá a nuestro país “reparar los daños que produjo la privatización de YPF” y lograr una mejor posición en el mercado internacional para “tomar crédito externo y expandir sus políticas públicas”.
En el mismo sentido, el titular de la Comisión de Presupuesto, Roberto Feletti, señaló que el acuerdo “constituye la llave para un flujo de inversiones” en Argentina de cara al autoabastecimiento energético, algo de lo que la oposición “ni habló”.
Por el contrario, Federico Sturzenegger (Unión Pro) fustigó la nacionalización de la petrolera –a la que su bloque se opuso- al advertir que “la ocupación de YPF fue el resultado del fracaso de la política energética” y sentenció que el yacimiento de Vaca Muerta “no va a tener rentabilidad por los próximos cinco años” con esta gestión.
En otro pasaje duro, la cívica Elisa Carrió denunció que el acuerdo con Repsol es una “asociación ilícita entre españoles y argentinos” e incluso cargó contra el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, al advertir que “fue parte de la entrega” de YPF en 1992, cuando era diputado.
Carrió apuntó también que el costo de la indemnización “no lo paga este gobierno”, sino “el pueblo de la Nación”.
El aliado oficialista Carlos Heller, de Nuevo Encuentro, recogió el guante y, si bien reconoció que las tasas de interés son “altas” e “injustas”, recordó que “este gobierno hace 11 años que está pagando deuda que contrajeron otros gobiernos”.
No fue una sesión liviana para Carrió, que protagonizó dos cruces. Primero, la cívica cruzó a su par del Frente para la Victoria Nanci Parrilli, al advertir que su hermano, el secretario general de la Presidencia, “fue parte de la entrega de YPF” al ser miembro informante del oficialismo durante el debate por la privatización de la petrolera en la Cámara baja.
En otro pasaje, Carrió aseguró que el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, estuvo “asesorado” por Roberto Baratta, a quien apuntan por haber “convalidado” los balances de Repsol en su carácter de representante del Estado en el directorio de YPF y mano derecha del ministro Julio De Vido. La acusación le valió a la diputada un cruce con Graciela Camaño, quien salió en defensa de su jefe político.
Por el radicalismo, Eduardo Costa rompió el silencio y apuntó a las “contradicciones” de los Kirchner con YPF. “La política petrolera ha sido cortoplacista, cambiante. Hemos pasado de la privatización a la recuperación de YPF. Pero hay algo que es común: la estrategia y la táctica: la estrategia de la caja y el negocio petrolero para sostenerse en el poder”, lanzó.
Alicia Ciciliani (Partido Socialista) y Omar Duclós (GEN) denunciaron en nombre del FAP que hubo una “tasación incompleta y a medida del Poder Ejecutivo”, por lo que se llegó a un “precio sin consistencia”.
“Queda claro que no existió tasación previa, sino un informe que intentó justificar los términos del resultado de la negociación”, explicó Duclós. Ciciliani consideró también que “el oficialismo no debería aceptar el contrato hasta que Repsol pague por sus pasivos” ambientales.
Para Claudio Lozano, de Unidad Popular, el convenio implica “un premio para una empresa que dilapidó los recursos energéticos”. “Se vuelve a ratificar que las empresas extranjeras vienen y se van ganando de la Argentina”, lamentó.
El Frente de Izquierda también encabezó un encendido rechazo al proyecto. Néstor Pitrola aclaró que se emitirá deuda externa “por 6500 millones de dólares que se harán más de 11 mil millones con intereses, bajo la extorsión de un acuerdo ya aprobado por el directorio de los vaciadores de YPF”.
“Se indemniza a los que nos dejaron un pasivo ambiental de más de 8.000 mil millones de dólares, a los estafadores de los ex ypefianos, a los que nos dejaron la quiebra energética que nos hace importar combustibles, petróleo y gas por 15.000 mil millones de dólares, cosa que pagamos con un tarifazo mensual en los surtidores”, denunció.
El acuerdo
En el acuerdo –que ya aprobó la Junta de Accionistas de Repsol-, la Casa Rosada se comprometió a promulgar antes del 1º de mayo la ley votada por el Congreso, con el aval al convenio y la autorización para la emisión de deuda pública que será destinada al pago del resarcimiento, además de los avales de garantía.
El entendimiento entre el Gobierno argentino y Repsol fue el fruto final de las negociaciones encaradas desde la expropiación de mayo de 2012, luego de que ambas partes firmaran un acuerdo previo que contó con el aval de los principales accionistas de la compañía y de los gobiernos de España y México.
El acuerdo contempla una compensación de alrededor de 5.000 millones de dólares en títulos públicos por la expropiación del 51 por ciento del capital accionario que tenía Repsol en YPF y el compromiso de ambas partes de dar de baja los reclamos judiciales iniciados a causa de este litigio.
Clarín. Por Martín Bravo
Atrás quedaron los discursos del kirchnerismo hace casi dos años, cuando para fundamentar la expropiación del 51% de las acciones de YPF que pertenecían a Repsol acusaba a la empresa de vaciamiento, depredación de los recursos, desabastecimiento, contaminación. Con la ayuda de sus aliados, el oficialismo se encaminaba anoche en la Cámara de Diputados a convertir en ley el acuerdo del Gobierno con la compañía española y así avalar la indemnización con títulos públicos por 5.000 millones de dólares.
La maratónica sesión arrancó al mediodía, al cierre de esta edición llevaba más de doce horas y la votación se estimaba para entrada la madrugada. El kirchnerismo se aseguró el quórum para iniciar el tratamiento y mostraba confianza para aprobar el proyecto con los integrantes del Frente para la Victoria y sus aliados de Nuevo Encuentro, los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora, los tres del Movimiento Popular Neuquino y un grupo de diputados sueltos.
Los bloques opositores se dividieron entre el rechazo y la abstención, con cuestionamientos al monto del acuerdo –insistieron en que la tasación se “adaptó” a la negociación-, el vaciamiento de YPF en la gestión de Repsol y la subvaluación de los pasivos ambientales. El radicalismo, el interbloque del Frente Amplio Progresista, la Coalición Cívica, otros integrantes de UNEN, Unidad Popular y el Frente de Izquierda adelantaron en el recinto el voto en contra. El macrismo y el Frente Renovador de Sergio Massa fundamentaron su abstención.
Con el resultado descontado de antemano por los diferentes sectores, el tratamiento del acuerdo por momentos resultó monótono y redundante en las argumentaciones de uno y otro lado. La temperatura levantó cuando el debate se trasladó a la privatización de YPF en 1992, durante el primer gobierno de Carlos Menem, lo que potenciado por la competencia electoral que se aproxima generó controversias y acusaciones entre kirchneristas, peronistas referenciados en Massa e integrantes del recién lanzado Frente Amplio UNEN. “Hay tres etapas y varios personajes que permanecen. La primera es la privatización de YPF, cuyo miembro informante fue (Oscar) Parrilli y que fue denunciada por coimas. Aquí muchos van a ir presos, argentinos y españoles”, aseguró Elisa Carrió, y también incluyó a diputados del Frente Renovador. Le salieron al cruce la kirchnerista Nanci Parrilli, hermana del actual Secretario General de la Presidencia (“miente, miente, que algo quedará”, respondió), y más tarde la massista Graciela Camaño: “El peronismo de esa época no tenía número para hacer eso solo. Quisiera apelar a la memoria para que todos hagamos un poco de mea culpa”.
Alcira Argumedo también se refirió a la entrada del grupo Eskenazi. “Nadie tiene vergüenza, nadie pide disculpas.
La Argentina ha perdido en estos 22 años más de 250 mil millones de dólares. ¿Y cuál fue el sentido de ese arreglo por el cual se le permitió comprar el 25% sin pagar un solo peso? Eso fue la base del vaciamiento”, arremetió la diputada de Proyecto Sur. El kirchnerista Roberto Feletti defendió el acuerdo por “el flujo de inversiones que permite para desarrollar un aspecto clave de la economía argentina”. El radical Miguel Bazze fue uno de los que aseguró que el Gobierno acordó con Repsol y “después adaptó la tasación”. La macrista Laura Alonso enmarcó el caso de YPF en “la política kirchnerista de mentira, engaño, confusión y destrucción de las capacidades estatales”. Para Carlos Heller, de Nuevo Encuentro, “desde el punto de vista del precio hay elementos para decir que se ha hecho una negociación razonable para los intereses del país”.
Las cláusulas más importantes el acuerdo
En qué momento se podrán vender los bonos
El momento en que Repsol venda los bonos es importante: hasta que no lo haga (o que los mismos venzan), la deuda del Estado no se dará por cancelada. En caso de que surgieran problemas de pago o embargos (de los holdouts, por ejemplo), Repsol podrá exigir el pago inmediato del saldo adeudado. Como los bonos 2024 no tienen cotización, el Estado garantizará de manera adicional, a través Banco Nación, las tres primeras cuotas de intereses.
Clarín. Por Ignacio Ortelli
“Oscar Parrilli fue parte de la entrega de YPF, le guste o no le guste. Desde que Néstor Kirchner fue presidente, él es secretario general de la Presidencia, con lo cual fue cómplice del vaciamiento y de la impunidad”. Con su habitual tono enérgico, Elisa Carrió apabulló ayer a la diputada K Nanci Parrilli, por el rol que cumplió su hermano en el proceso de privatización de YPF, en 1992. Pero la crítica de la legisladora de UNEN también roza al doble estándar de la Presidenta y de otros referentes kirchneristas en torno al tema.
Tal como apuntó Carrió, Parrilli cumplió un rol clave en el proceso de privatización de YPF.
Ultramenemista, el por entonces diputado fue el miembro informante del justicialismo. Ergo, el principal encargado de defender el proyecto enviado por el gobierno de Carlos Menem en la sesión que incluyó cuatro días de debate y desembocó, el 24 de septiembre de 1992, en la aprobación de la ley. “No venimos a esta sesión arrepentidos de lo que fuimos, no sentimos vergüenza de lo que somos y tampoco venimos a pedir disculpas por lo que estamos haciendo”, dijo, envalentonado, Parrilli en aquella oportunidad, hace más de 20 años. En el bloque, estaba acompañado por el ex ministro K Arturo Puricelli, quien también representaba a Santa Cruz. Ambos ya se movían bajo el ala de Néstor Kirchner, uno de los dirigentes justicialistas que, por entonces, estaba más interesados en que se aprobara la iniciativa. Tanto que hasta recurrió a la Legislatura santacruceña para presionar al Congreso Nacional para que acelere el tratamiento. ¿Quién encabezó esa maniobra?
Cristina. Impaciente por la demora, firmó una resolución en la que insistió en “la necesidad de sanción del proyecto de ley”. “Está en juego el futuro de la provincia”, enfatizó.
Pero ellos no fueron los únicos oficialistas que acompañaron la privatización. Los gobernadores de San Juan y Jujuy, José Luis Gioja y Eduardo Fellner, también votaron afirmativamente. El paso de los años les hizo cambiar de opinión. Tanto en 2012, cuando se concretó la expropiación, como en la iniciativa para resarcir a Repsol, se aseguraron que sus alfiles en el Congreso votaran en el sentido contrario a aquella postura.
Del mismo modo, convalidaron la privatización el actual embajador en Portugal, Jorge Argüello, y el sciolista Eduardo Camaño. Y algunos opositores que, 20 años después, avalaron la expropiación, como el riojano Jorge Yoma y Felipe Sola. Sin embargo, ayer el ex gobernador se aprestaba a abstenerse, en línea con el bloque del FR.
También hubo cambios en el camino desde la expropiación hasta el acuerdo con Repsol. No sólo por parte de los K, que confiaban en que el Estado no iba a tener que pagar: tanto la UCR como el FAP, que votaron a favor en 2012, ayer rechazaron el resarcimiento.
La Cámara de Diputados convirtió esta madrugada en ley el proyecto que habilita el acuerdo entre el Gobierno y Repsol por la expropiación del 52 por ciento de las acciones de YPF en una suma de dinero de 5 millones de dólares en títulos a la compañía española.
La propuesta ya había logrado la media sanción del Senado el 27 de marzo pasado y fue aprobada hoy por 135 votos a favor, 59 en contra y 42 abstenciones.
El debate, que tenía como único tema el tratamiento del convenio con Repsol, empezó pasadas las 12 del mediodía con la advertencia de abstenciones de parte del Pro y del massismo y de votos negativos por parte del arco de centroizquierda.
Al iniciar la sesión, el presidente de la comisión de Energía y Combustibles, Mario Metaza (FPV- Santa Cruz), afirmó que "es invalorable haber concluido la operación en manera amistosa" el conflicto que mantenía el Gobierno con la española Repsol.
Por su parte, el presidente de la comisión de Presupuesto de la Cámara baja, el oficialista Roberto Feletti, dijo que la deuda que se emitirá para pagar la expropiación de YPF, "es para comprar un activo" y acusó a la oposición de hablar "en términos tan falaces buscando la desvirtuación de políticas de Gobierno".
El santacruceño Eduardo Costa fue el encargado de anunciar el voto negativo de la UCR al proyecto oficial porque, según argumentó, "significa priorizar la deuda externa por sobre la deuda interna".
Por su parte la diputada por la Coalición Cívica ARI, Elisa Carrió, denunció que en las últimas dos décadas hubo "una asociación ilícita" en torno de la privatización y posterior reestatización de YPF. Y lanzó: "Aquí muchos van a ir presos: españoles y argentinos".
Carrió también mantuvo un fuerte cruce con la diputada kirchnerista Nanci Parrilli, cuando acusó a su hermano y secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli , de ser "cómplice del vaciamiento" de la empresa e incluso dijo que en su etapa de diputado "fue parte de la entrega de YPF, en 1992".
La jefa del bloque del oficialismo, Juliana Di Tullio, fue la encargada de brindar el último discurso antes de la votación. "El futuro es inmenso para la Argentina, demanda una enorme responsabilidad, cosa que no se ha visto hoy en este parlamento por parte de la oposición. No es responsable votar negativamente", dijo.
"Nosotros no nos vamos a ningún lado, el futuro somos nosotros. Ustedes creen que se termina, ustedes nos obligan a ganar", lanzó ya a lo último de su alocución. Y finalizó: "Vamos a volver a ser gobierno, en el 2015 nos vamos a volver a hacer cargo de este país y lo vamos a llevar donde hay que llevarlo".
ABSTENCIONES
El macrismo anticipó que se abstendría de votar el proyecto, al tiempo que subrayó que "no será" ese espacio "el que obstaculice un acuerdo que plantea finalmente una normalización institucional y certeza contractual".
Federico Sturzenegger, legislador de esa fuerza apuntó que "la renta petrolera va a estar dedicada a pagar el alto costo financiero de la operación de la empresa YPF", dado que el acuerdo sellado con Repsol "tiene un costo financiero muy alto".
En la misma línea, el Frente Renovador también indicó que se abstendría. Gilberto Alegre, integrante del bloque que tiene como referente a Sergio Massa, ausente en la sesión especial en la que se debatió el acuerdo, reconoció que "arreglar con Repsol es necesario y conveniente. El que expropia debe pagar. Argentina debe volver al mundo y arreglar la situación con los acreedores externos".
EL ACUERDO
En el acuerdo firmado con Repsol, el gobierno argentino se comprometió a promulgar antes del 1 de mayo la ley votada por el Congreso, con el aval al acuerdo y la autorización para la emisión de los títulos públicos que serán destinados al pago del resarcimiento, además de los avales de garantía.
La iniciativa oficialista contempla una compensación de 5.000 millones de dólares en tí¡tulos públicos "por la expropiación" del 51% del capital accionario que tení¡a Repsol en YPF y el compromiso de ambas partes de dar de baja los reclamos judiciales iniciados por este litigio.
Página 12. Por Sebastián Premici
La Cámara de Diputados continuaba debatiendo al cierre de esta edición el acuerdo entre el gobierno nacional y la española Repsol por la expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF, aunque los protagonistas daban por hecho que a la madrugada será ratificado por amplia mayoría. Al momento de la votación, el FpV conseguirá el apoyo del Movimiento Popular Neuquino, el bloque Cultura, Educación y Trabajo, que integran Omar Plaini y Facundo Moyano, Nuevo Encuentro y otros aliados provinciales. La UCR, el FAP, la Coalición Cívica y el Frente de Izquierda adelantaron que votarán en contra. Por su parte, el PRO, el Frente Renovador y los legisladores que responden a Mario Das Neves anunciaron que se abstendrán. A partir de este acuerdo, el Estado nacional abonará por la recuperación de la petrolera 5000 millones de dólares en títulos públicos a largo plazo y pondrá fin a un proceso iniciado hace dos años, cuando el Congreso declaró de interés público la producción de hidrocarburos en el país.
La sesión arrancó diez minutos después del mediodía y contó con una amplia lista de oradores. Uno de sus momentos más candentes ocurrió con el cruce entre Elisa Carrió y Nancy Parrilli, la hermana del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. Después, Graciela Camaño respondió algunas de la palabras de Carrió (ver aparte). “Es sorprendente la miopía de la oposición y su resignación a no ser gobierno, que la llevaron a no plantear ninguna cuestión hacia futuro. YPF es la gran apuesta para elevar la producción de gas y petróleo. Es sorprendente que la oposición no haya podido discutir el futuro. No se puede creer que los partidos populares discutan cosas chiquitas. Uno debería pensar el tema de la elevación de la producción de hidrocarburos no como un factor de renta empresaria, sino para mejorar el complejo industrial. Este es el gran desafío detrás de la recuperación de YPF que no fue discutido por la oposición”, manifestó Roberto Feletti (FpV), al inicio del debate.
El presidente de la Comisión de Presupuesto apuntó parte de sus palabras hacia Martín Lousteau (Unen), quien había cuestionado la tasa de interés que se pagará por los títulos que se entregarán a Repsol. “Uno encuentra que la tasa que se está colocando es del 12,2 por ciento. Es el mismo nivel de tasa de riesgo país que el Megacanje que terminó con funcionarios procesados y que fue ruinoso para el país”, sostuvo Lousteau. Uno de esos ex funcionarios procesados es el macrista Federico Sturzenegger, sentado en el recinto cerca del ex ministro de Economía.
La alusión que hizo el integrante de la nueva agrupación Frente Amplio Unen sobre el megacanje no hizo mella en el diputado del PRO. Sturzenegger optó por realizar un duro discurso, para luego aclarar que su fuerza se abstendría. “La ocupación de YPF fue el resultado del fracaso de la política energética, significó un exótico pase de manos y un adolescente intento de confiscación. Como no tenía acceso al financiamiento, aumentó el precio de la nafta un 120 por ciento y eso lo pagan todos los días los argentinos”, manifestó el ex funcionario de la Alianza.
El diputado Carlos Heller (Nuevo Encuentro-Frente para la Victoria) también se sumó a la discusión por el precio que se pagará por la expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF, y le respondió al ex aliancista. “Es injusto que YPF pague el 8,75. Es injusto que a la Argentina le pidan esas tasas. Pero, ¿saben qué? Es el castigo al que los mercados someten a nuestro país por haber adoptado posiciones soberanas... Está claro que para los que piensan como el señor Macri, cualquier limitación a la libre empresa es una cosa ultrajante como cualquier intervención que el Estado tenga en la economía”, concluyó Heller.
El radical Fabián Rogel fue el primero en elevar el tono de voz, en una sesión que no tuvo grandes sobresaltos. “La cosa funcionaba bien hasta el ’89, venía una empresa, pedía explorar, YPF le daba la autorización e iba a riesgo. Después, en los ’90 vendieron la empresa, la privatizaron y malversaron la ley de hidrocarburos al crear las concesiones. Hay que terminar con las concesiones que sirvieron para que hagan cualquier cosa y que devuelvan todo los ladrones de Bulgheroni, Vila, y Manzano”, vituperó Rogel.
El radicalismo mantuvo la misma posición que en el Senado, votó en contra del acuerdo con Repsol, que a su vez significó un cambio de posición del propio partido, ya que hace dos años habían acompañado la decisión de recuperar la petrolera. El presidente del bloque de la UCR, Mario Negri, resumió la política actual sobre YPF con la frase: “pan para hoy, deuda para mañana”.
Casi ninguno de los opositores mencionó alguno de los indicadores de la compañía recuperada. El año pasado, la producción total de hidrocarburos de YPF creció 1,7 por ciento. Eso arrojó un total de 102 millones de barriles. Este crecimiento representó un cambio de tendencia. En 2012, la producción había caído un 0,6 por ciento, en 2011 un 8,3, en 2010 un 5,3 y en 2009 un 7,6 por ciento. La reversión con respecto a lo ocurrido durante la gestión Repsol se explicó por el crecimiento de la inversión. En exploración y producción fueron invertidos 24.492 millones de pesos, lo que significó una mejora del 102,2 por ciento.
El diputado del bloque Unidad Popular, Claudio Lozano, sostuvo que el precio que se pagará por las acciones de la petrolera se ubica entre los 7500 y 8500 millones de dólares. “Nos están mintiendo con el precio. Nuestro dictamen es de rechazo al acuerdo, que subvalúa el daño ambiental y las contingencias. Rechazamos y repudiamos el acuerdo que no defiende el interés nacional sino que es un premio para la empresa que vació YPF”, advirtió Lozano. El diputado aprovechó sus minutos como orador para expedirse también sobre otros temas: reclamó la salida de la Argentina del Ciadi y la renuncia a todos los tratados bilaterales de inversión.
Por la lista de oradores estipulada, y a pesar de algunos acuerdos para bajar el horario de votación, la aprobación definitiva estaba estipulada para cerca de las cuatro de la mañana, con un total de 15 horas de debate.
Tiempo Argentino
El entendimiento se alcanzó luego de las negociaciones encaradas por el gobierno argentino y las autoridades de la empresa a partir de fines de noviembre pasado, luego que ambas partes firmaran un acuerdo previo que contó con el aval de los principales accionistas de la compañía y de los gobiernos de España y México.
El acuerdo contempla una compensación de 5000 millones de dólares en títulos públicos "por la expropiación" del 51% del capital accionario que tenía Repsol en YPF y el compromiso de ambas partes de dar de baja los reclamos judiciales iniciados a causa de este litigio.
La conformidad que otorgará el Congreso, donde se autoriza la emisión de deuda para el pago de la compensación a Repsol por un monto nominal máximo de 6000 millones de dólares, ya había sido aceptado por la Junta de Accionistas de Repsol en Madrid.
Tanto el gobierno como Repsol habían acordado fechas topes para ratificar el entendimiento. La petrolera tenía como fecha límite el 7 de abril pasado y el gobierno argentino promulgará la ley antes del 1 de mayo próximo. La deuda que emitirá Argentina para el pago por la expropiación estará compuesta por 3250 millones de dólares en un nuevo bono denominado BONAR 24 con vencimiento a diez años y una tasa de interés de 8,75%; 500millones en Bonar X con vencimiento en 2017 y tasa del 7% y 1250 millones en título Discount 33, con vencimiento en 2033 e intereses del 8,28 por ciento.
La emisión de bonos complementarios con un tope de 1000 millones en valor nominal estará compuesta por hasta 400 millones de dólares en Boden 2015 con un interés del 7% y vencimiento en 2015; hasta 300 millones en Bonar X y hasta 300 millones de dólares en Boden 2024.
El entendimiento contempla que en caso de controversia o diferendo, las partes se someterán al Reglamento de Arbitraje de la Comisión de Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (Uncitral), ya que el acuerdo se encuadra en el Tratado Bilateral de Promoción y Protección de inversiones entre España y Argentina. La propuesta argentina a Repsol se basó en la Ley Nº 26.741 de Soberanía Hidrocarburífera que en sus artículos 7, 11 y 12 estableció la expropiación del 51% del patrimonio de YPF perteneciente a Repsol YPF SA, siguiendo los procedimientos que marca la Ley Nº 21.499 de Expropiaciones. Esta última norma prevé en su artículo 12 que "la indemnización se pagará en dinero en efectivo, salvo conformidad del expropiado para que dicho pago se efectúe en otra especie de valor".
Tiempo Argentino
La Cámara de Diputados de la Nación se encaminaba esta madrugada a convertir en ley el proyecto que avala el acuerdo entre Argentina y Repsol por la expropiación del 51% de las acciones de YPF. El oficialismo descontaba tener a la hora de la votación el apoyo de sus habituales aliados y de los hombres del Movimiento Popular Neuquino hoy enfrentados al gobierno nacional. La UCR y el interbloque FAP UNEN anticiparon su rechazo en tanto que el Frente Renovador como el PRO anunciaron a lo largo de la sesión que se abstendrían.
El debate lo abrieron, por cuestión de pertenencia a una provincia petrolera, los diputados santacruceños. Por el Frente para la Victoria, Mario Metaza, señaló: "Es tiempo de dejar de lado las diferencias y concluir con un acuerdo. Porque estas diferencias son temporales, y yo pido que superemos esa circunstancia si estamos de acuerdo en el fondo pero no en la forma. Los señores diputados de la oposición han tenido oportunidad de explicar cómo lo hubieran hecho y vimos lamentablemente que lo único que aportaron fueron posiciones subjetivas y una descarada falta de fundamentos". La réplica por parte de la UCR estuvo a cargo del empresario devenido en diputado Eduardo Costa que, lejos de ser original, cargó sobre la tasación y los pasivos ambientales. "No vamos a votar este acuerdo porque no sabe quién va a pagar el pasivo ambiental de la provincia de Santa Cruz y porque es poner por encima de los interés de la Patagonia los intereses de una empresa extranjera", aseveró el diputado patagónico.
La diputada del FAP, Alicia Ciciliani, para justificar el rechazo de su espacio al convenio amigable firmado con Repsol también hizo hincapié en el monto del acuerdo. "Llama la atención que en escasas 20 páginas se haya podido llevar acabo la tasación de YPF", expresó la legisladora al tiempo que advirtió: "Los legisladores del oficialismo no deberían aceptar este contrato hasta que Repsol no asuma la responsabilidad de pagar los pasivos contingentes que excedan lo previsto en los libros de la empresa". Por su parte Claudio Lozano, representante de Unidad Popular, cuestionó la forma de pago elegida por el gobierno argentino y Repsol. "Es una locura que estemos votando este acuerdo que no sabemos ni cuánto se va a pagar porque el precio lo va a fijar el mercado, esto más allá de que tenga un piso y un máximo", explicó el también economista de la CTA. Además, Lozano dijo: "Rechazamos y repudiamos este acuerdo porque no se defendieron los intereses de los argentinos, porque aumenta la deuda y porque supone un paso más en la pérdida de soberanía."
El economista del PRO, Federico Sturzenegger señaló que el pago a Repsol "nada tiene que ver con la soberanía energética" y que, por el contrario, "incentiva a las provincias a deshacerse de sus recursos para ser transferidos a YPF o sus socios internacionales". Por otra parte, el ex presidente del Banco Ciudad subrayó que "la pregunta es si la empresa va a volver a tener rentabilidad para devolverle al argentino lo que hoy está pagando."
El primero en recoger el guante luego de las críticas opositoras fue el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara Baja, Roberto Feletti, quien optó por exponer las contradicciones del discurso que en esta ocasión se oponía al acuerdo con Repsol. "Cómo se puede criticar que Argentina está emitiendo deuda para recuperar un activo estratégico si durante dos años esta oposición pedía que volvamos a endeudarnos, que salgamos al mercado. No se puede creer", enfatizó Feletti. Además el diputado porteño se preguntó cómo "la oposición puede mentir tanto y no hablar del flujo de inversiones que puede generarse" gracias a la concreción del acuerdo y detalló que el convenio "es trascendente" para un crecimiento de las inversiones "que a futuro permita desarrollar un aspecto clave como es la actividad energética".
Feletti también refutó las críticas formuladas desde la oposición respecto al precio y aseguró que "no hay ninguna valuación transparente que dé por encima de 5000 millones de dólares".
La novedad en la sesión no tuvo que ver, como está claro, con los argumentos de oficialistas y opositores sino con los cruces entre los propios bloques del arco opositor. La primera piedra la tiró la diputada del Coalición Cívica, Elisa Carrió, quien luego de predecir futuros castigos para los argentinos y españoles arremetió contra el Frente Renovador. La titular del interbloque UNEN afirmó que en todo el proceso de YPF Repsol actuó "en estos 20 años, una asociación ilícita con los mismos nombres, los mismos apellidos y el mismo partido" entre los que enumeró a "Oscar Parrilli, Daniel Cameron y en dos etapas anteriores Néstor Kirchner y muchos diputados del Frente para la Victoria y del Frente Renovador".
Además Carrió, ya casi en un discurso de campaña, afirmó que Sergio Massa estuvo "asesorado" por Roberto Baratta, mano derecha del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.
En este caso la respuesta llegó de Graciela Camaño, que si bien no ostenta título opera fácticamente como la jefa de bloque del Frente Renovador. "Carrió acaba de mentir flagrantemente: Baratta no fue jamás asesor de Massa", desmintió Camaño Y agregó: "Cada vez nos faltamos más el respeto entre nosotros y apelamos a la mentira. No vale todo en la política."
Al cierre de esta edición el debate continuaba con el recinto raleado como escenario. La escases de diputados impidió incluso aprobar una moción para bajar el tiempo de uso de la palabra de los diputados de siete a cinco minutos. Cerca de las 23, una veintena de intendentes de la Provincia de Buenos Aires esperaban la sanción de la norma en las galerías del recinto. Al mismo tiempo el titular de la Cámara Baja, Julián Domínguez, trabajaba para convencer a algunos de los 63 oradores que restaban en lista de desistir. Si los esfuerzos de Domínguez caían en saco roto el tablero electrónico recién develaría el resultado entrada la madrugada.