Un informe al que accedió LPO revela el real impacto de la suba. Algunos usuarios pagarán casi 7 mil pesos más por año.
Un exhaustivo análisis de la suba en las tarifas de gas anunciada por el Gobierno nacional revela que el impacto en los usuarios será mucho mayor al anunciado por los funcionarios y, además, no significará un recorte importante en los subsidios que paga el Estado.
Cuando Axel Kicillof y Julio de Vido anunciaron las subas en las tarifas de gas y agua dijeron que el objetivo del Gobierno era redireccionar los subsidios y que no significaba un aumento de las tarifas que pagan los usuarios. Pero la letra chica de las resoluciones va en contra de esas argumentaciones.
LPO accedió en exclusiva a un informe realizado por el economista Cristian Folgar, ex subsecretario de Combustibles del gobierno de Néstor Kirchner, donde concluye que “se trata más de un incremento de tarifas que va a incrementar el flujo de caja de productores, transportistas y distribuidores de gas natural que una eventual reducción de aportes del Tesoro Nacional al sector”.
Folgar detalla en su trabajo que los aumentos irán a las empresas transportistas, distribuidoras y productores. “Los dos primeros verán incrementados sus flujos de fondos, pero como el Estado Nacional hoy NO los está subsidiando de manera directa, todo el incremento de tarifas finales debido al incremento de las tarifas de los transportistas y márgenes de las distribuidoras no repercute en menores subsidios del Estado Nacional”, señaló al explicar por qué “las mayores erogaciones de los consumidores no permitirán ni ahorros ni redireccionamientos de subsidios”.
El informe sostiene que las medidas pueden impactar muy parcialmente en lo que el Estado paga a los productores por los adicionales de producción. “Si se diera un ahorro de subsidios será por el menor consumo”, agrega Folgar, que recalca que la caída del consumo podría producirse por el aumento de tarifas o la caída del nivel de actividad económica.
Folgar sostiene en sus conclusiones que “no hay mucho lugar para redistribuir subsidios debido a la modificación de tarifas anunciado” e insiste en que sólo impactará en “la caja de los operadores privados". “Aumenta el aporte de los usuarios pero no baja en la misma proporción el aporte del Estado”, destaca.
El impacto en los bolsillos
Tras un detallado análisis de los incrementos del precio del gas en boca de pozo y de las tarifas de transporte, Folgar se centra en el impacto que tendrá los incrementos en las facturas que pagan los usuarios, los cuales serán mucho mayores a los anunciados por el Gobierno.
El economista aclara que los números que publicó en su informe no contienen los impuestos, ni los cargos conocidos como decreto 2067 (usados para pagar la importación de gas), y los destinados al FOCEGAS (fondo para obras), ya que el Enargas no determinó si habrá cambios en sus valores.
Para quienes no cumplan las metas de ahorro el impacto será de entre 100 y 650 por ciento en agosto, cuando se aplique la tercera etapa del recorte.
Por ejemplo, los usuarios de Metrogas de la Ciudad de Buenos Aires pagarán entre 155 (categoría R1) y 652 (categoría R3-4) por ciento más en sus facturas. En términos nominales, un usuario R1 que pagaba un promedio de 118 pesos por año pasará a 302 pesos (155,5%). En tanto, un R2-3 irá de 203 a 724 pesos (256,8%).
Quienes mayores suban sufrirán son los usuarios R3-4 que consuman 4000 metros cúbicos anuales: pasarán de gastar 1.036 a 7.791 pesos por año. Es decir, pagarán 6.755 más por año, un 652,01 por ciento extra. Los usuarios R3-4 que consuman 2000 metros cúbicos pasarán de 541 a 3.951 pesos anuales (630,03%).
En provincia de Buenos Aires, los usuarios de Metrogas pagarán entre 154,98 (R1) y 648,24 (R3-4) por ciento más. En términos nominales, los usuarios R1 pasarán de pagar 120 pesos anuales a 307. Mientras que los de mayor consumo irán de 1.051 a 7.867 pesos, unos 6.816 pesos más.
En tanto, los usuarios bonaerenses de GasBan abonarán entre un 104,09 y un 474 por ciento más. Los R1 pasarán de 144 pesos anuales a 294, mientras que los R4 de mayor consumo irán de 1.291 a 7.408 pesos.
En su trabajo, Folgar destaca que en “algunas categorías de usuarios el gasto anual ya supera en dólares al de octubre de 2001, aún cuando no se incluyen cargos (FOCEGAS, decreto 2067) que no formaban parte de las facturas del servicio en el 2001 pero que ahora incrementan el monto de las facturas a pagar por los usuarios”.
En sus conclusiones, el economista desestima la versión oficial de que “algunos usuarios pasan a pagar lo que antes pagaba el Estado” y aclara que en realidad “el costo total de la energía aumenta”.
“Los impactos porcentuales y absolutos son muy importantes para algunas categorías. Bastante por encima de lo anunciado originalmente”, concluyó Folgar, que resaltó que “el impacto en los bolsillos de la demanda es mucho más grande que el eventual ahorro fiscal”.