Según fuentes de mercado, China ha abierto una nueva vía de importación de oro desde la capital Beijing (Pekín) como forma de facilitar las compras de oro y ahorrar costes de transacción. Hasta el momento, China sólo podía importar oro desde dos puntos concretos: Shanghái y el puerto de Shenzhen. Este tercer nuevo punto de recepción de importaciones amenazará la posición de dominio que tiene en este momento Hong Kong.
Los datos de estas operaciones son conocidos a través de terceras fuentes y contabilidades cruzadas nunca oficiales por parte del gobierno chino. En el caso de las importaciones de oro, Hong Kong publica cada mes un Informe de Comercio Exterior en el cual detalla las cifras de exportaciones e importaciones de oro, las cuales se dirigen en la práctica totalidad a China. En el año 2013, el total de las exportaciones de oro de Hong Kong a China se cifra en 53.000 millones de dólares.
Según las declaraciones de una fuente de mercado a la agencia Reuters, “hemos empezado ya a embarcar material directamente a Beijing”. Por el momento la recepción de oro es mínima. Se necesitará un tiempo más para adaptar las infraestructuras y atraer a las empresas receptoras que negocian el oro desde el mercado de Shanghái.
La apertura del mercado en Beijing servirá como catalizador de la demanda de oro, la cual crece a ritmos exponenciales. Según el último informe del Consejo Mundial del Oro (World Gold Council, WGC), la demanda de oro por parte del sector privado crecerá un 20% hasta 2017. En la actualidad, la demanda se cifra en 1.132 toneladas mientras que la cifra que se espera en 2017 es 1.350.
Tras la caída de los precios del oro en 2013 en un 29%, los consumidores chinos aceleraron sus compras de oro hasta colocar a China como el primer consumidor mundial adelantando a India. La proclividad a comprar oro es extraordinariamente grande, la cual se ha fortalecido aún más con el proceso de ajuste de la economía china.
Dentro del Informe del WGC se incluye una encuesta particularmente reveladora de hábitos de consumo. A la pregunta qué bien o bienes de un conjunto dado (ropa, calzado, vivienda, joyería, relojería, oro, plata y otros metales preciosos) comprarán en los próximos seis meses, el 24% de los encuestados contestó oro puro en forma de joyería seguido de lejos por ropa, calzado, joyería de plata y diamantes.
Esta encuesta, con un tamaño de muestra de 10.000 consumidores chinos, sirve como indicador de hasta qué punto la demanda de oro tiene una tendencia claramente creciente. A esto se añade otra encuesta en la que refleja que el 76% de la población comprendida entre 18 y 27 años declaran haber invertido en oro físico de joyería o de inversión en forma de lingotes o monedas.
Por último, un 44% de los encuestados manifiesta que volverá a comprar oro en los próximos doce meses, elevando al doble el porcentaje de seis meses. En este último caso puede verse el gráfico que el Informe contiene para desglosar las respuestas dadas por los encuestados:
Gráfico: Preferencia de los consumidores chinos a abril de 2014