Un interesante enfoque del The Wall Street Journal da cuenta del crecimiento de Perú y su atractivo para atraer inversión extranjera.
Después de una ligera desaceleración el año pasado, la economía peruana se está recuperando y, de acuerdo a las proyecciones, tendría un papel protagónico en Latinoámerica este año, según un artículo publicado por The Wall Street Journal.
El gobierno peruano anunció hoy que el producto bruto interno (PBI) del país creció 5.72% en febrero, impulsado por los sectores de minería, pesca, banca y construcción, resalta la publicación.
The Wall Street Journal recordó que el ministro de Economía y Finanzas, Luis Miguel Castilla, pronosticó para este año un crecimiento del PBI entre 5.5% y 6.0%, gracias a una mayor producción de varias minas de metales básicos en el país.
Mientras tanto, “el Banco Mundial afirma que el Perú será la segunda economía de mejor desempeño en Latinoamérica este año, después de Panamá, e incluso cuando se espera menor crecimiento en países vecinos como Brasil y Chile.”
“La macroeconomía en el Perú ha sido muy bien manejada y la política fiscal ha sido muy buena”, dijo Andrew Powell, asesor principal del departamento de investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Powell destacó que durante el boom de los últimos años, el gobierno reforzó sus reservas internacionales y no permitió que la moneda local se sobrevalue, algo que hubiera afectado el sector manufactura.
Según el WSJ, entre los posibles riesgos que enfrenta la economía peruana están una desaceleración en China, un comprador clave de materias primas, y cualquier restricción indebida de la política monetaria en los Estados Unidos.
The Wall Street Journal también recordó las palabras del líder de la Confiep, Alfonso Garcia Miro, quién dijo que uno de los principales riesgos para la economía peruana es la incertidumbre política que ha creado “un clima de inestabilidad y confusión que ha afectado a los consumidores peruanos”.
“El Estado tiene que ser más consciente para promover inversiones y no ser un obstáculo”, agregó Garcia Miro.
La Confiep manifestó que la economía peruana todavía se está beneficiando de la fuerte demanda interna, pero advirtió que se necesitan varios ajustes para continuar con el crecimiento en el mediano plazo.
Durante la última década, un gran número de inversionistas ha llegado al Perú, atraídos principalmente por la minería y también por el sector bancario y retail. Se han abierto muchos centros comerciales con la llegada de retailers extranjeros. La venta de vehículos nuevos ha experimentado un auge, así como el sector vivienda.
Otro de los temas resaltantes para The Wall Street Journal fue el flujo de inversiones directas extranjeras que -según el gobierno- llegarán a US$ 9,300 millones este año, luego de alcanzar solo US$ 1,300 millones en el 2003.
Muchas empresas están apostando por los yacimientos de cobre, zinc, plata y oro que abundan en el Perú.
A fines de la semana pasada, el líder global en almacenamiento y logística de materias primas, Impala, una filial de Trafigura Beheer BV, inauguró la ampliación de su almacen de concentrados de minerales en el puerto de Callao. Este proyecto costó unos US$ 80 millones y la compañía espera invertir unos US$ 45 millones más.
“Los precios de los commodities son una preocupación, porque afectan a nuestros clientes, pero preferimos tener la infraestructura en su lugar y no a los clientes, que tener a los clientes y no la infraestructura,” dijo Thomas Savage, gerente para América Latina de Impala.
Hace poco, Glencore Xstrata anunció la venta del proyecto de mina de cobre Las Bambas a un consorcio chino por US$ 5,850 millones. Esto sucede apenas meses después de la entrada en funcionamiento de la gran mina de cobre Toromocho, de propiedad china.
El gobierno del Perú, por su parte, otorgó recientemente la concesión para la construcción de un metro subterráneo en Lima con una inversión de US$ 5,600 millones. El WSJ recordó que las autoridades peruanas también planean seguir impulsando la modernización de la refinería petrolera estatal de Talara con una inversión de US$ 3,500 millones.
“Hay que tener en cuenta que hemos estado viendo una aceleración en el otorgamiento de concesiones, y esto va a ayudar al crecimiento de la inversión privada”, dijo Adrián Armas, gerente de Estudios Económicos del Banco Central de Reserva del Perú.
Mientras tanto, eL MEF pronostica que el gasto del sector público este año llegará a los 6.4% del producto interno bruto, el nivel más alto en 30 años.
El economista de Scotiabank Perú, Pablo Nano, dijo que en el segundo semestre de este año muchas de las inversiones previstas “empezarán a ser una realidad, pero la mayoría de los efectos positivos se empezarán ver en el 2015.”
Waldo Mendoza, jefe del departamento de Economía de la Universidad Católica del Perú, es algo menos optimista, resaltando una fuerte caída en las inversiones privadas el año pasado y recientes encuestas que muestran una disminución de la confianza empresarial.
“Hay que añadir que los precios de los minerales han disminuido en el último año o dos. Todos estos factores me hacen creer que la economía peruana está pasando por un shock desfavorable similar a lo que ocurre en toda América Latina y que el crecimiento económico será más lento que lo previsto [por el gobierno]”, dijo.
El PBI del Perú creció 8,8% en el 2010, 6.9% en 2011, 6.3% en 2012 y 5% el año pasado.