Según las previsiones realizadas en los meses pasados, el mes de abril será el momento en que el Banco de la República Popular de China anuncie cuál es la cantidad de oro que atesora como reservas, muy probablemente cercana a las 5.000 toneladas. A juicio del analista y operador Alasdair Macleod, China oculta bajo las cifras oficiales más de 500 toneladas sin contabilizar en el cómputo de la demanda anual de oro.
Sólo en 2013, el país podría haber consumido 4.843 toneladas, casi cuatro veces la cantidad contabilizada de forma oficial por la Asociación China del Oro. Esto tampoco concuerda con las cifras que se manejan en el mercado de cuánto es el oro que atesoran los bancos y el PBOC: “Nadie tiene en realidad ni idea de qué está pasando en las cámaras de custodia”, apostilla Macleod.
Sin duda, la acumulación de oro de China tiene una finalidad extraordinariamente importante: ser el prestamista de Occidente y el que lleve “la voz cantante” en las relaciones financieras con Occidente. El control de mercados tan importantes como los de materias primas hacen que aquellos países que dependen completamente de las importaciones o los flujos de entrada de capital, permite acumular un poder de mercado que no tendría de otra forma.
La discusión de las cifras es inherente a cualquier análisis que se haga sobre China. Sin embargo, existen métodos y formas de calcular aproximadamente cifras reales. En ello se basa esta página y otros analistas como Martin Arnold, director de investigación de ETF Securities. A su juicio, “la evidencia sugiere que China es un enorme consumidor de oro con una diferencia en los datos oficiales en los últimos años”.
Arnold hace algunas apreciaciones acerca de los métodos de cálculo, ya que es necesario ponderar cuánto oro sale de las fronteras chinas y cuánto estaría yendo a las cámaras del PBOC. A todas luces, una demanda de casi 5.000 toneladas parece exagerada. Solo con cifras oficiales, el consumo de oro en 2013 se ha incrementado un 42% con respecto a 2012.