Funcionarios de países en desarrollo como Raghuram Rajan, presidente del Banco Central de India, han criticado a la Reserva Federal de Estados Unidos por no mostrar una mayor preocupación por la volatilidad financiera que la política estadounidense de bajas tasas de interés ha causado en las economías emergentes.
Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, dijo que estaba "emocionalmente" de acuerdo con Rajan, pero que no era realista esperar que la Fed incorporara la suerte de las economías emergentes en su proceso de toma de decisiones.
"Tenemos que ser pragmáticos", dijo Carstens, al recordar que la Fed tiene un mandato del Congreso de enfocarse en la economía de EE.UU. "México es diferente… La actitud que tomamos es que la Fed tiene que hacer lo que tiene que hacer", dijo el funcionario en una entrevista con The Wall Street Journal.
"Todos estaremos en una posición mucho mejor si la Fed logra sus objetivos", aseveró, porque eso significa una economía estadounidense mucho más robusta, "y eso es lo que más le importa a México".
La política de bajas tasas que EE.UU. mantuvo por años tras la crisis de 2008 impulsó un flujo de capitales hacia los mercados emergentes. Pero el anunció de la Fed de que pondría fin a su política de flexibilización monetaria está elevando los costos de endeudamiento alrededor del mundo después de años de tasas ultra bajas. En conjunto con una desaceleración del crecimiento en los mercados emergentes y problemas de agitación política, eso ha alimentado brotes de volatilidad durante el último año.
"Tenemos que estar preparados", dijo la autoridad mexicana en el marco de la reunión semianual de funcionarios del sector financiero organizada por el Fondo Monetario Internacional en Washington.
México ha reforzado sus reservas de divisas a niveles récord para tener así un mejor colchón contra la volatilidad de flujos de capital, y mantiene una línea flexible de crédito abierta de US$75.000 millones con el FMI.
Los esfuerzos de México para reestructurar la economía están impulsando el potencial de crecimiento de la nación, dijo Carstens, quien prevé un sólido repunte en la expansión de su país este año después de un primer trimestre decepcionante (según datos preliminares), un factor que podría moderar las expectativas del mercado de una revisión a la baja en la perspectiva de la entidad.
La débil recuperación de Europa y Japón representa un peso para el crecimiento de los mercados emergentes, según Carstens. "Es muy difícil esperar que los mercados emergentes sigan creciendo a un ritmo rápido cuando las economías avanzadas están prácticamente creciendo por debajo de su potencial", observó.