Rusia dijo el domingo que depende de Occidente que se evite una guerra civil en Ucrania, ante el deterioro de la situación en las regiones rusófonas del sureste de ese país.

En un comunicado, el Ministerio ruso de Exteriores propuso que se examine de manera “urgente” la situación de crisis en esas regiones en el Consejo de Seguridad de la ONU y en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

En el texto, la Cancillería se muestra indignada por la “orden criminal” del presidente interino de Ucrania, Alexándr Turchínov, de utilizar el Ejército para aplacar las protestas prorrusas en el este.

“Exigimos a aquellos que derrocaron al presidente legítimo de Ucrania que cesen inmediatamente la guerra contra su propio pueblo y cumplan con sus obligaciones respecto al acuerdo del 21 de febrero (firmado por el entonces mandatario, Víktor Yanukóvich, con la oposición y con la mediación de varios países europeos en medio de las protestas masivas en Kiev)”, señala la nota.

Según Moscú, los países europeos que apoyaron las protestas en el Maidán (la plaza de la Independencia en Kiev), así como Estados Unidos, “están obligados a poner bajo control a sus pupilos, a instarles a que se distancien de los neonazis y otros extremistas y a cesar el empleo de las fuerzas armadas contra el pueblo ucraniano”.

También insta a que se empiece en Ucrania urgentemente “un diálogo nacional con la participación de todas las regiones”.

“Precisamente, en estos momentos depende de Occidente evitar la guerra civil en Ucrania”, subraya.

Por otra parte, varios miles de personas se manifestaron hoy en el centro de Moscú en un mitin organizado por la oposición para denunciar la manipulación de la información en los medios rusos y en defensa de la libertad de prensa.

La manifestación fue convocada inicialmente como una “marcha por la verdad”, pero ésta no pudo celebrarse debido a que el Ayuntamiento moscovita no autorizó la ruta propuesta por los organizadores.

Aunque los lemas centrales del mitin eran “Por unos medios informativos independientes”, “Por el derecho a la información” y “Por una sociedad abierta y contra la xenofobia”, los congregados corearon consignas contra el presidente ruso, Vladímir Putin.

Uno de los oradores, el periodista Ígor Yakovenko, recordó que hace un mes algunos opositores compararon el régimen de Putin con el de Hitler y dijo: “A muchos les pareció entonces una exageración, pero ahora buscan las diferencias”.

Rusia dijo ayer que depende de Occidente que se evite una guerra civil en Ucrania, ante el deterioro de la situación en las regiones rusófonas del sureste de ese país.

Sin embargo, el Gobierno de EEUU negó que exista el riesgo, como asegura Rusia, y aseguró que el aumento de tensiones en el sureste del país no habría ocurrido "sin la desinformación rusa y sus provocadores", al tiempo que acusó a Moscú de "sabotaje del Estado ucraniano".

El Consejo de Seguridad de la ONU mantendría una reunión de urgencia para abordar los últimos acontecimientos en la crisis ucraniana, según anunció el portavoz del secretario general, Ban Ki-moon.
Un oficial del Servicio de Seguridad de Ucrania murió y cinco más resultaron heridos durante la operación antiterrorista lanzada ayer contra los separatistas prorrusos que tomaron la oriental ciudad ucraniana de Slaviansk.

En un comunicado, el Ministerio ruso de Exteriores propuso que se examine de manera "urgente" la situación de crisis en esas regiones en el Consejo de Seguridad de la ONU y en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

Estados Unidos respondió a Moscú en un comunicado titulado "Ficción rusa: la secuela; diez reclamos falsos más sobre Ucrania".

El Departamento de Estado retomó una fórmula que ya usó el mes pasado para desacreditar las declaraciones rusas que considera falsas, enumerándolas y rebatiéndolas punto por punto.

El Gobierno de EE.UU. negó hoy que exista un riesgo de guerra civil en Ucrania, como asegura Rusia, y aseguró que el aumento de tensiones en el sureste del país no habría ocurrido "sin la desinformación rusa y sus provocadores", al tiempo que acusó a Moscú de "sabotaje del Estado ucraniano".

En un comunicado titulado "Ficción rusa: la secuela; diez reclamos falsos más sobre Ucrania", el Departamento de Estado retomó una fórmula que ya usó el mes pasado para desacreditar las declaraciones rusas que considera falsas, enumerándolas y rebatiéndolas punto por punto.

Entre ellas se encuentra la declaración emitida hoy por el Ministerio ruso de Exteriores de que "depende de Occidente evitar una guerra civil en Ucrania", ante el deterioro de la situación en las regiones rusófonas del sureste de ese país.

Al respecto, EE.UU. alega que "lo que está ocurriendo en el este de Ucrania no estaría pasando sin la desinformación rusa y la acción de sus provocadores que fomentan la agitación", o si "una gran fuerza militar rusa no estuviera apostada en la frontera, desestabilizando la situación a través de su presencia amenazante".

"Simplemente, no ha habido protestas a gran escala en la región", y las tomas de edificios gubernamentales "no han atraído ningún apoyo popular significativo", afirmó el Departamento de Estado.

El comunicado desmiente también que los agentes rusos no estén activos en Ucrania, al afirmar que "el Gobierno ucraniano ha arrestado a más de una docena de sospechosos de ser agentes de inteligencia rusos en las últimas semanas, muchos de los cuales estaban armados".

Además, niega que las manifestaciones prorrusas estén compuestas únicamente de ciudadanos ucranianos, igual que las protestas de la plaza del Maidán en Kiev, al afirmar que "páginas de Internet rusas están reclutando abiertamente voluntarios para viajar de Rusia a Ucrania e incitar la violencia" y hay "pruebas de que a muchos de ellos se les paga" por hacerlo.

"Está claro que estos incidentes no son espontáneos, sino parte de una campaña rusa bien orquestada de incitación, separatismo y sabotaje del Estado ucraniano", agregó.

El Departamento de Estado rebatió asimismo que los separatistas del este de Ucrania "tengan gran apoyo popular" en la región, y aseveró que "un 65,7 % de residentes de Donetsk quieren vivir en una Ucrania unida y rechazan la unificación con Rusia, de acuerdo con encuestas públicas de opinión realizadas en marzo por el Instituto de Investigación Social y Análisis Político" de la región.

Según EE.UU., las protestas prorrusas en el este de Ucrania "han sido de tamaño moderado y han menguado según ha pasado el tiempo".

También rechaza la afirmación rusa de que ha ordenado una "retirada parcial" de sus tropas de la frontera ucraniana, al indicar que "no hay pruebas que muestren un movimiento significativo de las fuerzas rusas".

"(Retirar) Un batallón no es suficiente. Alrededor de 35.000 a 40.000 soldados rusos siguen apostadas a lo largo de la frontera, además de unas 25.000 soldados que están ahora en Crimea", recalcó.

Niega, asimismo, que los ucranianos del sureste hayan establecido la "República Independiente del Pueblo de Donetsk", al señalar que esa declaración ha sido "rechazada por un amplio y representativo grupo de sociedad civil y organizaciones no gubernamentales".

Asimismo, rechaza que haya "informes creíbles" de que los rusófonos en Ucrania estén amenazados o perseguidos por el Gobierno interino de Kiev, y alega que "las etnias rusas que están más en riesgo son aquellas que viven en Rusia y que se oponen al régimen autoritario de (Vladímir) Putin", que son "acosados constantemente".

El Departamento de Estado también rechaza que el Gobierno interino de Ucrania esté liderado por "fascistas", como afirma Rusia, al recordar que fue elegido por el Parlamento (Rada), que "no cambió" con las protestas proeuropeas de principios de este año.

Por último, defiende que Rusia sí está "usando el gas y la energía como armas contra Ucrania", porque después de su "anexión ilegal de Crimea", Moscú "elevó en un 80% el precio que Ucrania paga por el gas natural en las últimas dos semanas" y "sigue restringiendo las exportaciones ucranianas a Rusia".