Tras las sanciones impuestas por el bloque de países occidentales encabezado por Estados Unidos, Rusia está haciendo valer su posición dominante en algunos mercados vitales tanto para su supervivencia como para la de sus vecinos, incluido Europa. Según fuentes rusas, China y Rusia están a punto de firmar un gran acuerdo de intercambio de gas entre las dos mayores petroleras del mundo estatales: Gazprom y China National Petroleum Corp.
Las autoridades rusas esperan que el acuerdo se firme en mayo para dar plazo a aparcar las últimas diferencias existentes entre los dos países y aprovechando la visita que hará a China el presidente Vladimir Putin. Las conversaciones que ahora podrían acabar en acuerdo se iniciaron hace más de diez años. Sin embargo, los continuos parones y desavenencias entre los dos países han hecho imposible un acuerdo hasta ahora, en parte precipitado por las circunstancias a las que se enfrenta Rusia con respecto al conflicto de Crimea.
Uno de los términos esenciales del acuerdo que vendrá es la construcción de un gaseoducto que comunicará los dos países con una capacidad de 38.000 millones de metros cúbicos de gas al año. Tal como destaca la agencia de noticias china Itar-Tass, los flecos que quedan por cerrar son, entre otros, el precio del gas. Gazprom es partidario de fijar un precio bajo –significativo descuento sobre precio de mercado– para atraer cuanto antes liquidez y poder hacer frente a sus obligaciones.
La horquilla de precios que se maneja en este momento está entre 10 y 11 dólares por cada millón de unidades térmicas británicas. Este precio está entre 2 y 3 dólares –9 dólares por cada millón de unidades térmicas británicas– por encima de lo que China paga a la exrepública soviética de Turkmenistán, el competidor inmediato de Gazprom en el comercio de gas.
Gazprom podría, con este acuerdo, reducir su dependencia de Europa en lo que a exportaciones se refiere. Además tendría una posición negociadora todavía más fuerte respecto a Ucrania, ya que ésta ha faltado al pago de la factura correspondiente a marzo. La deuda de Ucrania con Gazprom se eleva ya a 2.200 millones de dólares y ya ha provocado la reacción de Gazprom subiendo un 80% el precio subvencionado del gas a Ucrania.